PRESENTE
En esos momentos, había perdido toda cordura y estaba comenzando a dirigirse por el instinto. Había empujado el cuerpo de Sophie, sin dejarla de besar, a la puerta del departamento que habían rentado. El beso ahora era más intenso y lleno de deceso, al parecer, por parte de ambos. Él estaba recorriendo con sus alargados dedos las caderas de la mujer de arriba abajo.
No sabía cómo habían llegado hasta eso. Corrección, si lo sabía, pero todavía no lo terminaba de creer. Tras el beso en el puente, ambos se observaron detenidamente por unos segundos, ella lo tomo de las manos y comenzaron a caminar entre la multitud que veía el espectáculo. Recorrieron velozmente todo el parque, de regreso a su respectivo hotel en la busca desesperada de su habitación. Ambos se deseaban y no iban a desaprovechar eso. Aun no se aproximaban a la hilera que les correspondía cuando Loki ya se había lanzado, de nuevo, a los labios de ella, lo cual tomo de buena manera. Caminaron, sin separar nunca sus labios, mientras buscaban el número de su departamento. Era el 669, que irónico.
Y ahora se encontraban así, frente a la puerta del lugar que les pertenecía por aquella noche, besándose apasionadamente. El Jotun comenzó a recorrer con sus labios la mejilla de ella hasta llegar a su cuello. Ella lo atrajo más para así mientras que con sus manos le rodeaban el cuello. A lo lejos logro escuchar el grito de un niño asustado.
— ¡Mami, esos sujetos se están comiendo!
— ¡Vamos, Jace! — grito molesta la mujer —. ¡Este lugar es familiar!
Ambos rieron ante aquello. Sophia soltó su cuello, pero él seguía degustando del cuello de ella, lo besaba y le iba dando pequeñas lamidas que hacía que la mujer diera pequeños suspiros. En esos momentos, el frio había comenzado a desaparecer. Sophia metió sus manos en su chaqueta mientras sacaba la llave para entregársela. El hombre la tomo y volvió a los labios de ella, inclino su cabeza e, abriendo los ojos, incrusto la llave en la cerradura, giro la llave y abrió la puerta.
Una vez adentro, cerró la puerta de una patada y aventó las llaves a un lado. Siguió besando a la mujer mientras comenzaba a recorrer los costados de ella. En un momento, ella lo mordió en el labio, provocando que el hombre soltara entre un quejido y un suspiro. Le había dolido, pero también lo había disfrutado.
No sabía ni siquiera, a ciencia cierta, como estaba constituido aquel lugar, abrió por un pequeño lapso de tiempo los ojos y trato de buscar un lugar en donde podría recostarla. Vio un sillón, una mesa y la barra de la cocina. La mesa era de madera, era muy bonita y rustica, pero sabía que a la primera sacudida salvaje, se vendría abajo. Opto por desecharla. Su siguiente objetivo fue la barra de la cocina, era sólida y muy bien plantada en el suelo y en el techo, su único problema era que estaba un poco alta y que el espacio entre la barra y los muebles de madera de arriba era muy angosto, no podrían disfrutar del todo en aquel lugar. Volvió a rechazarlo. Después vino el sillón, espacioso, aguantador y como al momento, era la mejor opción de las tres; pero para su desgracia, los sillones tanto para dormir como para coger, no eran una opción muy cómoda, buscaba poder disfrutar todo aquello en todo momento y no quería atraer las malas experiencias sobre un sillón en este momento. Así que olvido su última opción a la mano.
Observo más allá y se encontró con un pasillo en el que había varias puertas. "Excelente" pensó. Si hay camas. Comenzó avanzar con ella por todo el pasillo sin dejarla de besar y succionar sus labios.
Sintió como las frías manos de ella comenzaban a desabotonarle la camisa a cuadros que estaba usando. No recordaba exactamente en qué momento se había quitado la chaqueta, pero así era, y ahora ella estaba terminando de desabotonarle la camisa para después recorrer sus agiles manos por todo su abdomen. ¿Cómo era que aquella mujer se le hubiera adelantado en aquello? Si ella lo hacía, él también. Esto podía ser un juego de dos.
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Aura©
FanfictionEscrito por: Yiyukimo Akimanashi Loki esta encerrado y siendo castigado en Asgard por los crimines que cometió. Aquel quien solía ser un príncipe, hoy es la burla de Asgard. Es el cumpleaños del dios del engaño, como regalo recibirá un descanso d...