GUÍA
Era inevitable el no sonreír. Todo iba tal cual ella lo esperaba. Solo que había unos pequeños contratiempos con los que no contaba, pero aun así, ya tenía un plan de respaldo.
Observó la horda de creaturas que se aproximaba hasta ella, horda que le era extremadamente fiel, y sonrió más ampliamente.
Los Jötuns, quienes encabezaban el conglomerado, se inclinaron frente a ella, en señal de respeto y posaron su vista a lo alto, al improvisado trono donde la mujer residía.
— Estamos a su entera disposición, mi Reina — dijo uno de los Jötuns mientras llevaba su mano a su pecho en son de respeto.
La mujer apretó la roca donde descansaba sus brazos con ansias, mientras enfocaba su vista al horizonte, donde a lo lejos se podía ver las inminentes torres de Asgard alzarse.
— Ya es hora — pronunció mientras se ponía de pie y señalaba la ciudad dorada.
Las creaturas rugieron al unísono, como himno de batalla mientras alzaban sus brazos y armas al cielo. Tras esto, salieron en estampida con rumbo a su destino.
Amora no se pudo sentir más entusiasmada. Se giró, de vuelta a su trono hecho de piedra y oro, para después sentarse y comenzar a jugar con sus manos, mientras que los primeros rayos de sol iluminaban su pulcra figura haciendo resaltar el dije que colgaba de su cuello, rojo tan profundo, como si se tratara de sangre.
Aquello era algo que ni la poderosa Asgard podría hacer frente.
***
No se había dado cuenta de que estaba moviendo a Mjölnir de manera estrepitosa, hasta que Sif se lo había hecho notar y el cielo había comenzado a nublarse, mientras que los rayos comenzaban a asomarse en señal de que una tormenta se estaba aproximando.
Su estado de ánimo no era el más adecuado para el simular serenidad en esos momentos. De hecho, era obvio que todos se habían dado cuenta que era mejor no tratar nada ridículo con el dios, puesto que temían a como reaccionara. Mas eso no detuvo a Tony para haber hecho un comentario infantil sobre el nuevo estado Hulk-Dios que solo tenía punto de comparación con el monstruo verde en el que se convertía Banner, por suerte para el genio, Volstagg y Hogun lo habían hecho razonar antes de que pudiera lanzarse contra el mortal y arrancarle el cuello.
Pero era difícil para Thor el mantenerse sereno con toda la ansiedad, rencor y dolor que sentía. Su mente era un completo torbellino el cual no podía controlar, ya que esta quería liberarse de su interior. Más el rubio hacia todo lo posible para guardarlo y mantenerlo enfocado hacia un solo punto, o más bien una sola persona: Loki.
Su mente aún no alcanzaba a entender cómo es que aquel hombre tan apegado a su madre, mujer que parecía solo tener ojos para él, ojos que Thor siempre quiso impresionar mas solo obtenía un fuerte abrazo y un pequeño viva, pudo arrebatarle la vida. Era obvio que Frigga siempre prefirió la magia de Loki a la fuerza bruta de Thor, pero aun así, los amaba a ambos y demasiado, eso era algo que el rubio tenía muy presente. Más aun así, con tanto amor y tantas atenciones, Loki se había atrevido a dañar y matar a la mujer que lo cuidó y protegió durante cientos de años.
Y era por eso que estaba enojado, era por eso que estaba completamente irritable, porque quería justicia, quería hacer correr sangre, no le importaba que fuera su hermano, o quien fuera, se habían atrevido a dañar a un ser tan puro e inocente y el dios del trueno haría cumplir su venganza a como diera lugar.
El agarre sobre su mazo se atenuó mientras sus ojos se enfocaban en el portal que comenzaba abrirse frente a él. Su capa ondeaba a la par que el viento del desierto azotaba sobre el grupo de héroes y guerreros que se reunían en aquel punto de partida. El rostro del rubio se veía contorsionado en una mueca de molestia y fastidio. Solo podía contar los segundos para regresar a su querida Asgard. Necesitaba respuestas y solo en aquel reino las obtendría.
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Aura©
FanfictionEscrito por: Yiyukimo Akimanashi Loki esta encerrado y siendo castigado en Asgard por los crimines que cometió. Aquel quien solía ser un príncipe, hoy es la burla de Asgard. Es el cumpleaños del dios del engaño, como regalo recibirá un descanso d...