CONSCIENTE
Lo recostó como pudo en su cama de exploración. Aun no sabía cómo había podido sostenerlo todo ese tiempo, sabía bien que él estaba herido pero no creyó que ni siquiera tuviera la fuerza para sostenerse.
Lo vio a la cara, aún estaba consciente y se encontraba respirando agitadamente, no podía creer que este hombre aun siguiera consciente después de haber recibido disparos y al parecer tuviera múltiples heridas. El hombre estaba hecho un ovillo de heridas. Pero aun así no perdía su encanto. Era hermoso, no podía negarlo, tenía la piel blanca como el yogurt y unos ojos verdes tan profundos que te hacían perderse en ellos, su cabello, negro como la noche, lo tenía largo hasta un poco más debajo del hombro, estaba enmarañado y todo húmedo, supuso que por el sudor. Pero sobre todo su rostro, que a pesar de tener algunas cortadas y unos moretes, no perdía elegancia con aquella alargada barbilla, parecía un rostro esculpido por los Dioses. Se rio interiormente, comparaba a un paciente con un dios, realmente debía dejar de leer tantas historietas y libros de fantasías por un momento. Ya tenía los 25 años cumplidos, ya tenía que dejar de ser una niñita y comenzar a madurar. "Pero a veces ser un niño te ayuda a salir de los grandes dolores que te acongojan el alma" se recordó a sí misma. Se sintió, por un momento, triste, pero luego cambio sus ánimos y se despejo la mente para enfocarse en el manojo de hombre que tenía enfrente.
Fue a su lava manos y comenzó su característico ritual para desinfectar sus manos. Se puso unos guantes de látex y busco entre sus estantes unas pinzas y un poco de hilo y aguja, para poder suturar las heridas de las balas. Al parecer este pobre y hermoso hombre había sido parte de un tiroteo y evitaba el hospital para que la policía no diera con él. Suspiro. Se había metido en un problema muy gordo por el hecho de aceptar ayudar a sanar las heridas del que parecía ser un prófugo de la justicia.
"Como siempre pasándote de buena gente, Sophie" se recrimino a sí misma. No es que fuera alguien tonta, simple y sencillamente le gustaba ayudar. Toda su vida había querido hacer algo más por su sociedad y había encontrado su vocación en la medicina, quería salvar vidas y poder ayudar a las personas de escasos recursos que pudiera encontrar. Es por eso que había puesto este dispensario médico en donde ella, junto con otros médicos y especialistas, apoyaban a esta noble causa de poder ayudar a los que más lo necesitaban y no tenían el suficiente dinero para poder pagar los gastos de un buen hospital. Aunque la mayoría de los médicos tenían su plaza en otros hospitales, buscaban poder apoyarla en lo que necesitara. Ella no buscaba conseguir todo el dinero del mundo por sus servicios, lo que realmente buscaba era poder ayudar a los necesitados, si le pagaban por su servicio pues "vénganos a nosotros tu reino", pero si no, no se molestaba, ella se quedaba feliz porque había podido ayudar alguien que la necesitaba, se sentía útil.
Coloco los utensilios de sutura en una mesilla de metal alta con rueditas la cual arrastro, junto con un banco alto de metal hacia la cama donde se encontraba recostado su consciente amigo.
Tomo unas tijeras y se dirigió al hombre.
—Tendré que cortarte esta camisa para poder revisarte sin...
—No cortes nada —le dijo secamente, su tono fue algo molesto —, me lo p-puedes quitar sin dañarla.
Ella levanto una ceja y lo miro sorprendida.
— ¿Sabes?, te lastimare si te saco la camisa como se hace normalmente, y a ti te dolerá.
—No importa —dijo entre jadeos—, solo no la rompas. Es lo único que tengo.
Sophie lo miro mientras sentía como se le acongojaba el corazón. El pobre hombre se estaba aferrando a su ropa como si fuera su mayor tesoro. Al parecer ella lo había juzgado mal, pero aun así, no podía dejar la ligera duda del por qué tenía heridas de bala. Suspiro y asintió.
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Aura©
FanfictionEscrito por: Yiyukimo Akimanashi Loki esta encerrado y siendo castigado en Asgard por los crimines que cometió. Aquel quien solía ser un príncipe, hoy es la burla de Asgard. Es el cumpleaños del dios del engaño, como regalo recibirá un descanso d...