Capítulo 14 (Pt. 1)

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ODISEA

Al día siguiente de la caída de su hermano, Thor se levantó muy temprano y preparo todo para su viaje a Jotunheim. Pidió a los sirvientes que le ayudaran a colocarse la armadura y todo su equipamiento para la batalla y salió de su habitación.

Al salir se encontró con sirvientes y constructores, que estaban reparando el daño que su hermano había causado. Aun se preguntaba cómo es que lo había logrado. Pero era complicado saberlo cuando se trataba de Loki. Él había tratado de entenderlo, y creyó que lo hacía, pero en realidad no era así, nunca lo fue.

Recorrió todos los pasillos del castillo hasta ir a la armería de su familia, en donde tomo su preciado martillo, se redirección al establo en donde preparo un caballo, lo monto y se fue rumbo al Bifröst.

Tenía una urgencia por llegar. Necesitaba explicaciones por parte del pelinegro y sabía que podría obtenerla lleno a Jotunheim, donde él se encontraba en estos momentos. Aún tenía marcadas en su mente las palabras de odio y de rencor que su hermano le había escupido el día anterior.

Estaba consciente de que Loki había perdido el camino y todo debido a él, por no haberle dado el afecto que su hermano necesitaba. Pero aun guardaba las esperanzas de que, muy en el fondo, aun quedara la esencia de aquel niño que siempre le sonreía, aquel que siempre buscaba su protección y compañía, aquel que tras perderse en el extenso bosque que rodeaba la ciudad, regreso abrazándolo totalmente desconsolado y prometiéndole que nunca se alejaría de él por miedo a perderse. Pero también recordaba que en esa misma ocasión, Loki le hizo prometer que siempre lo buscaría, que si él se perdía, tendría al menos la esperanza de que Thor, su hermano mayor, siempre lo buscaría, siempre.

Y ahora, tenía que cumplir su promesa, si no ¿qué clase de rey, y sobre todo hermano, seria? Tenía que cumplir todas sus promesas.

El guardián del puente que acababa de ser reconstruido estaba de pie, como siempre, observando todo, su sola presencia era intimidante, siempre mostraba un porte duro y fuerte, pero también sereno y confiable. Sus manos descansaban sobre la espada, que le ayudaba abrir el Bifröst, la cual estaba incrustada en su lugar sobre el puente.

Thor detuvo a su caballo y lo palmeo cobre el lomo, seña que el caballo interpreto y obedeció, este regreso, solo, al establo; el dios del trueno camino, entonces, con rumbo al dios de la luz y guardián del Bifröst, estando a unos metros de distancia, lo saludo muy animado.

— ¡Buen Heimdall! — su voz era alegre y potente, su brazo se sacudía en el aire en un saludo como de dos viejos amigos.

— No puedo ver al otro príncipe desde aquí, se me está escondiendo — respondió a la pregunta que Thor aún no había formulado, el rubio sonrió y comprendió que realmente las habilidades del guardián eran sorprendentes.

— Lo sé, por eso necesito ir a reino de los Gigantes de hielo — Thor, por primera vez, en mucho tiempo, se mostró serio, se acercó a Heimdall y coloco su mano sobre su hombro. — Por favor, Heimdall, tengo que encontrar a Loki.

El guardián mantuvo su semblante serio, inmutable. El rubio estaba esperando al menos una negativa de todo aquello, pero le sorprendió la respuesta que este le dio.

— Ahora que el padre de todo está en su sueño de Odín, como el único heredero presente, todo recae sobre ti. Sin embargo, creo que es bueno que enfrentes a tu hermano y resuelvan su problema de relación.

Por Yggdrasil, él lo sabía. Su cuerpo se tensó.

— ¿Pero cómo...? — su voz era temblorosa. Se suponía que nadie debía de saber sobre lo de Loki y él, pero Heimdall lo sabía, eso era algo evidente, él podía ver todo, no sería extraño que los haya visto. Y si él lo sabía, entonces...

Aura©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora