Capítulo 18 (Parte 1)

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AURA

Las cosas eran muy sencillas en su ubicación. En verdad, Janet no conocía al enemigo, pero por lo que veía, sabía que las cosas serían pan comido. Veía como Thor mecía su... su cómo se llamara mazo mientras derribaba a varios chitaurris con fuerza. Ella solo lanzaba sus aguijones con gran determinación para atacar y destruir algunos cuantos enemigos.

Todo estaba controlado. Suponía que los otros vengadores estarían divirtiéndose más por el hecho de estar en ciudades más grandes. Sinceramente, odió haber aceptado el haber ido con Thor a Australia.

— ¡No veo ningún portal! — grito con voz potente Thor, el cual estaba lanzando rayos a las pequeñas naves en las que iban, de a dos, sus enemigos, mientras una ballena enorme en el cielo gruñía.

Ella se pasmo y giro a verlo extrañado. Al parecer, el dios quería también más diversión.

— ¿Acaso quieres convocar uno para tenerlo?

Una nave enemiga le lanzo un rayo y ella solo reacciono esquivándolo por poco.

— No, es solo que lo necesitamos para destruirlos.

— Por desgracia, no fuimos los afortunados de tener uno.

El plan de Stark era sencillo. Todo estaba muy claro.

En el momento en que Loki les había entregado las coordenadas, pudo adivinar que algo maravilloso había atravesado por la mente del genio de su amigo. Y más tarde, lo corroboro.

Stark tenía un plan y este consistía en dividirse, a lo que su invitado les había comentado sobre Thanos, ellos necesitaban de un portal para poder atravesar toda la galaxia y poder dejar su nave lejos del alcance de sus enemigos, pero lo suficientemente cerca para enviar refuerzos. Era por eso que Steve propuso el dividirse en grupos que pudieran satisfacer las necesidades de los continentes y Tony, dio la idea que ahora estaban ejerciendo.

Janet no entendía bien sobre los portales, pero parecía que el rubio sí.

El objetivo de su misión en Australia era muy sencilla: si encontraban un portal, debían informar, ya sea, al capitán o Stark, para que ellos hicieran lo que les correspondía hacer: la segunda parte del plan.

Pero para su desgracia, no había ningún portal, según lo dicho por el fortachón, tampoco había rastro de esencia mágica. A pesar de que la noticia no fuera la requerida, debían de informarlo.

Lanzo unos cuantos aguijones más, derribando algunas naves, y se dirigió hacia el rubio.

— ¡Les avisare a Steve lo de nuestra maldita suerte! — dijo un tanto desanimada. En verdad, deseaba ser la afortunada en tener el portal en su misión para así, poder patear más culos de alienígenas, pero solo se podría conformar con terminar con los que había aquí y después comenzar a molestar a un par de dioses a los cuales se les podía considerar "fuera de este mundo".

— ¡Yo te cubro! — bramo el dios mientras alzaba al aire su mazo y convocaba algunos rayos más.

Ella descubrió su mano del guante que estaba usando, observo el reloj que llevaba puesto y presiono unos botones, los cuales hicieron que se proyectara, después de unos segundos, el galante y manchado rostro desprovisto de su máscara del capitán américa. Al parecer las cosas eran más divertidas de aquel lado del mundo, bufo un tanto molesta por su suerte.

— Nada por aquí, Cap — su voz sonó desanimada tras el suspiro que había dado. La imagen asintió.

Buen trabajo Janet, solo falta que el resto se reporte — su voz sonaba un poco cansada. Si, en Nueva York sí que se divertían.

Aura©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora