Capítulo 29 (Pt. 3)

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WATCH OVER YOU/HUMANO

XV. Un posible presente.

Dentro de una semana es el cumpleaños de mi mami.

La vocecita de Alberick resonaba dentro de su mente, repitiéndose una y otra vez la misma frase, comenzándolo a poner ansioso.

Y de eso hace ya tres días.

El cumpleaños de Sophia iba a ser dentro de cuatro días y aun no sabía siquiera que regalarle. Podía crearle algo con su magia, más aun así no tenía bien en claro que podría hacerle.

Conocía bien a la mujer, lo suficiente para apostar a algo simple, como un lirio o algo de alhajas. Pero quería que aquello fuera algo realmente especial, cualquiera podía regalarle flores, collares, ropa o algo que a las chicas les gustaba, lo de él no podía ser cualquier cosa, debía de sobresalir del de todos.

Por boca de la misma criada, se había enterado que Tony, Darcy y Steve le estaban organizando una reunión en su propia casa para la fecha de su cumpleaños, por lo que debía de conseguir lo mejor para ella.

Y sabía a quién podía acudir para un consejo sobre lo mejor en este mundo.

Apareció con la imagen de la persona en su mente. La habitación estaba oscura y algunos murmullos inundaban el silencio. Viajó su vista por todo el lugar, encontrándose con una enorme cama, indicándole donde estaba con seguridad.

Observó el reloj de mano que usaba y dio un sonoro respingo. Eran las tres de la tarde y el hombre aún se encontraba en cama. En verdad, eso era colmo, incluso para el mismísimo Tony Stark.

Se acercó hasta la cama, viendo como el hombre se removía bajo las sabanas. Tomó de la esquina la colcha y la retiró con salvajismo.

— ¡Haber Stark, no es hora para que estés en tu cama, sabandija floja...! — exclamó con fuerza.

Nunca se imaginó con lo que iba a encontrase. Un grito potente por parte del genio, junto con el de la pelirroja a su lado, inundaron la silenciosa habitación. Las luces se encendieron y la escena fue más nítida para todos. Tony, ante el susto, calló de la cama, envuelto en una de sus sabanas mientras que Pepper se cubría con lo que tenía a la mano.

— ¡Mierda! — soltó con asombro el dios mientras se giraba, dando la espalda al lugar. — ¡Disculpen!

Señor, el señor Laufeyson está en la torre — anunció demasiado tarde la IA con su monótona voz.

— Demasiado tarde, JARVIS — regañó el genio mientas arrugaba el ceño, asomándose por el borde de la cama. — ¡Uno nunca puede tener privacidad en su propia recamara!

Loki soltó unas ligeras risas. Nunca se hubiera imaginado que el millonario aun tuviera fuerzas para ese tipo actividades físicas, pero por lo que acababa de ver, aquel hombre era insaciable.

— Disculpa lo de hace un momento — dijo mientras movía sus pies al aire, observando hacia el frente. — Sabes que... no lo lamento... Fue algo realmente divertido.

— ¡Cállate, reno! — lo pateó en el brazo mientras se sentaba a su lado y con cuidado en el borde del balcón de la torre.

El dios soltó unas ligeras risas mientras se sobaba el área golpeada. Tony solo llevaba unos pantalones deportivos. Su torso estaba completamente desnudo y sus pies libres de calcetines y zapatos. El moreno observó con más detenimiento a su acompañante y se dio cuenta de que este ya no tenía el reactor arc en su pecho, solo se encontraba la cicatriz en donde antes había estado.

Aura©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora