Capítulo 18 (Pt. 2)

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Tony estaba seguro que podía proponer a Loki a alguno de los Óscares, puesto que el cornudo era un excelentísimo primer actor de quien sabe dónde.

— Todo... era una trampa — había permanecido en silencio y meditando toda la situación. Tenía que estar seguro antes de decir cualquier estupidez. — Vuelvan a Nueva York, aquí la cosa es de locos.

"— Solo esperamos a Thor y a Janet, y partiremos de inmediato."

Sonó un pitido y la llamada se colgó. Ahora solo podía escuchar el maldito tono lastimero que se repetía una y mil veces más.

Analizo la situación que se le había presentado. Debían de encontrar al maldito renacuajo hermano de Thor y hacerlo vivir las peores torturas para que ahora aprenda a saber comportarse mejor y entender, de una vez por todas, que los seres humanos eran más decididos y valerosos que los mismísimos dioses.

Señor — la voz etérea y fiel a la espera de la siguiente orden, saco a Tony de sus pensamientos. — Los videos están listos.

— De acuerdo. Córrelas.

Arranco el video y la imagen apareció frente a sus ojos. Aunque ya sabía cómo se habían dado las cosas, quería estar seguro de la hora exacta en la que había escapado.

Pero grande fue su sorpresa que cuando llegar la hora del momento, no fue Loki el que se escapó, fue más bien Clint el que lo había hecho. El ojo de halcón había liberado al dios de la celda.

¿Pero cómo era aquello posible? ¿Por qué Clint quería liberar a Loki? Encendió el audio de dicha grabación para estar más seguro.

— Entonces, ¿Qué procederá, Clint? — dijo Loki.

— No sacrificare la tierra solo por salvar a un ser tan despreciable como tú.

— Buena decisión — sonrió de medio lado Loki —, yo hubiera hecho lo mismo.

Loki entrego sus manos y, tras dudar unos segundos, Clint le coloco las esposas en las muñecas, para después sacarlo de la celda y llevarlo fuera de la torre, en donde le perdió el rastro.

Gruño potentemente. Todo era le parecía tan confuso, pero no podía hacer nada, puesto que las cosas estaban ahí y así era como habían pasado. Clint había liberado a Loki, aquello era la verdad, pero ahora descubriría el por qué.

Emprendió su vuelo y comenzó a atacar a lo que restaba de chitaurris, los cuales, por una extraña razón, en vez de disminuir, se incrementaban. Activó su comunicador.

— Chicos, malas noticias — comenzó Stark un tanto reacio. — Han destruido la nave y cerrado el portal, pero estas cosas aquí, solo aquí, siguen de pie.

Pero, ¿Cómo es eso? — cuestiono Clint en tono irritado. Stark pensó en ese mismo momento soltarle todo, pero decidió tantear terreno y que él mismo lo dijera.

— Y eso no es lo peor...

¿Ahora qué pasa, Stark? — dio un suspiro el capitán.

— Am, perdimos a cuernitos. No está en su celda.

Se guardaron unos segundos de silencio. Ninguno de los vengadores dijo nada más. A Stark le hubiera gustado lanzar la tajada directamente hacia el arquero, pero quería esperar, aun no conocía los verdaderos motivos del hombre para haberlo liberado y haberlo llevado a quien sabe dónde.

Lo peor de todo era el que le dirían a cierto dios del trueno cuando preguntara por su pequeño hermano. ¡Por Dios, el confió en ellos para protegerlo, no para entregarlo!

Aura©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora