Capítulo 69

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Estamos en enero ya. 7 de enero. Para Lore hoy es un día muy especial. Es su cumpleaños. Y además hoy será oficialmente la madrina de Àlex y de Vera. Yo seré la de Izan junto a Marc. Àlex es el padrino de Àlex, mi pequeño. Y tenemos por aquí también a un primo lejano de Leli que ha venido de Tenerife para ser el padrino de Vera.

Axel y Edgar también están por aquí. El primero ya me ha dicho que me esté con cuidado no me vaya a violar alguno con lo guapa que iba.

Vaya tío tiene mi hijo. Y sí, sólo es el tío de mi hijo porque aún no he terminado de arreglarlo con Edgar. Aunque tampoco puedo alargarlo más tiempo. Tras la ceremonia de bautismo tengo que hablar con él.

Pero ahora no es el momento. Ahora es el momento de mi hijo. Y el de mi ahijado y mi sobrina.

Lorena se está volviendo loca. Ser madrina de dos de los tres pequeños no es normal.

Izan se cabrea con el cura al echarle el agua. Por lo que contengo la risa. Vera se pone a llorar antes siquiera de que le llegue agua. Y mi niño se ríe como nadie. Ahí está el niño para dar el cante.

Acaba el bautizo, y aunque yo no quería, Marc y Àlex se empeñaron  en celebrar el bautizo de los niños. Y ya que pagan y se empeñan pues vamos a hacerles caso. Yo me abría ido a casa, después de hablar con Edgar y punto. Pero estos chicos son increíbles. La que han formado por un bautizo. Cuando sea la boda de ellos, si se deciden a casarse, no quiero saber que van a hacer.

Edgar se me acerca y mira como tengo a Àlex dormido en mis brazos.

-Si quieres puedo seguir yo un rato con él para que descanses.
-Vale. Pero con cuidado por favor.
-Lo tendré Nicole. Tranquila.
-No quiero que le pase nada a mi hijo.
-También es el mío.
-Sí.

Le paso el niño y voy a dar con mi hermano y Lore. Izan no se está quieto nada más verme acercandome.

-Lo tienes loco Nicole.
-Como tú a Àlex. ¿No bonito?
-¿Y mi ahijado?
-Con el padre. Se ha ofrecido a cuidarlo.
-Me parece bien.

Me pongo a dar vueltas por el lugar con Izan a brazos y cuando se lo voy a devolver a los padres se me acerca Axel.

-Muy guapo el niño este, pero mi sobrino me da que no es.
-Lo sabes porque este tiene dos meses más. Porque en verdad son casi idénticos. Uno más rubito pero de resto iguales.
-Sí. No te lo niego. ¿Pero dónde está?
-Con Edgar. A saber como estará.
-Tienes que hablar con él.
-Es lo que tengo pensado. Pero primero comemos y luego hablo con él.
-Vale.

Nos sentamos al fin en las mesas y cada niño ya en su cochito. Izan no se da por vencido y sigue dando un poco de guerra. Pero acaba dejando se dormir.

La comida parece no acabar nunca. O es que yo me lleno enseguida. Lore me mira y me hace señas. Cuando miro a lo que me está señalando veo a Edgar mirándome.

-Yo me encargo del niño. Vete a hablar con él.
-Gracias.

Me levanto y le hago señas a Edgar para que me siga. Y lo hace. Se levanta y me sigue fuera del restaurante.

No sé como empezar a hablar. Después de tanto tiempo no sé como hablar con él.

-¿Todo bien?
-Sí. Estamos bien Edgar. Tanto yo como el niño.
-Vale.
-A ver, había pensado que a lo mejor...
-¿Sí?
-Que a lo mejor podíamos intentar arreglar lo nuestro... Por el niño. No por otra cosa.
-Ya. Por el niño...
-Sí. Por Àlex.
-¿Desde el principio?
-Más bien había pensado en hacer como si no hubiera pasado nada. Pero no sé.

Y en vez de responder me pega a él y me besa. Supongo que eso será un sí. Seguimos besandonos como si nada. Hasta que oímos y sentimos algo.

-¿Es que ni hoy domingo se pueden estar tranquilos?
-Así ya no tenemos que decirlo. Ya mañana saldremos en la prensa.
-No me hace mucha gracia la verdad. Pero bueno. ¿Entramos?
-Sí, será mejor.

Entramos en el restaurante de nuevo y casi me muero al entrar y encontrarme a mi hermano arrodillado delante de mi cuñada.

-A lo mejor me quieres llamar loco por esto, pero es que quiero que seas más mía aún Lorena. ¿Me harías el honor de casarte conmigo?

Lore no reacciona. ¿Como va a reaccionar? Àlex va a acabar provocandonos un infarto a todos un día de estos.

-¡¡SII!! Claro que sí, Àlex.

Lorena ya está llorando. Su cumpleaños, el bautizo de los niños y Àlex le pide matrimonio. Vaya día tiene hoy.

Y mi hermano el gracioso de turno no puede callarse ni dos minutos.

-Yo tenía algo que decir pero ya me acabas de robar el protagonismo hermanito. La próxima vez no te cuento nada.
-Anda, dilo ya.
-Bueno, que Leli y yo nos casamos... también.

Ahora soy yo la que se queda en shock. Si no me agarra Edgar casi me voy al suelo. Y eso mismo el lo que llama la atención de Àlex. Que Edgar esté a mi lado.

-Lo habéis arreglado.
-Va a ser que sí. Pero yo no me caso. ¿O sí?- le pregunto a Edgar mirándolo.
-No vayas con tanta prisa. Acabamos de arreglarlo.
-No quiero casarme aún, tranquilo.
-Por mi me casaba mañana mismo pero cada cosa a su tiempo Nicole.
-Cada cosa a su tiempo.

Nos volvemos a sentar todos en sus sitios. Y nos comemos tan tranquilamente la tarta del bautizo triple este de hoy.

Con tanto revuelo mi pequeño y mis sobrinos se acaban despertando. Lo saco del cochito y se lo paso a Edgar que sé que se muere por cogerlo. Muero al verlos así, juntos y tranquilos.

Lost Márquez (Sister of Champions)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora