Me noto rara desde ayer. Creo que pronto vamos a conocer a Àlex. Por eso tengo medio avisado a mi hermano. Cuida de Izan y mientras mantiene un oído alerta por si lo llamo.
Y justo cuando ya vamos a comer pasa. Àlex viene a avisarme para ir a comer pero nada más entrar por la puerta de olvida al instante de todo.
Voy hasta él lo antes que me es posible y vamos hasta donde está Lore para avisarla. Pero no hace falta que digamos nada.
-¿Ya? -Me temo que sí. -Nada este tiene aún más prisa que el primo. -Se ve que sí.
Y una vez que Àlex vuelve con mis cosas nos vamos. El trayecto se me hace eterno. Sólo quiero morirme. Sé que luego valdrá la pena todo esto. Valdrá la pena por tener a mi pequeño conmigo. Pero ahora no puedo. Y pensar que Edgar ni se va a enterar de que voy a tener el niño no me ayuda.
Àlex intenta tranquilizarme pero no lo consigue del todo.
Al llegar tiene que dejarme sola. El miedo aumenta. No quiero pasar por esto sola. Al final tendría que haberle hecho caso a Edgar y ahora no estaría aquí llorando porque voy a ser madre y estoy más sola que la una.
Cuando vuelvo a poder ver a Àlex me dice que ha llamado para avisar.
-Marc ya viene para aquí. Dice que no piensa perderse a su sobrino recién nacido. Y Axel dice que ya avisaba a Edgar y que venía también.
Van entrando y saliendo para verme y animarme todos. Sale Àlex y entra Lore que ya ha pasado por esto y sabe por lo que estoy pasando perfectamente. Consigue calmarme un poco la verdad.
Luego aparece mi hermano mayor que se pone a echarle la bronca a su sobrino. Me meo de la risa con Marc. Pero creo que lo ha echo para animarme.
-Es un Márquez, Marc. Claro que tiene... prisa. -¿Y mi hija no lo es? -Tu hija es un caso a parte. -Ya. Vamos Nicole, que tu puedes hermanita. -Lo intento. No has visto por ahí fuera al idiota de mi ex, ¿no? -No estaba no. Pero ya vendrá hermanita. -Lo dudo. -Vendrá. Es su hijo. -Supongo que tienes razón.
Sale Marc y entra Leli. Y vuelven a entrar todos de uno en uno durante las horas que pasan. Pregunto de vez en cuando por Edgar pero siempre dicen lo mismo. "Aún no Nicole". Y ya no creo que llegue.
Vuelve a abrirse la puerta y esta vez no es ninguno de los que ya estaban aquí.
-Cuñadita. -Axel...-lo llamo ya llorando. -Pero no llores. -¿No ha venido verdad?
No responde. Sé que es un no.
-Lo intente Nicole. Pero si seguia insistiendo ya no llegaba yo tampoco. -No pasa nada.
Me avisan de que ya estoy. Ha llegado casi la hora ya.
-Ahora te mando a Àlex. -No. -¿Quieres estar sola? -No. -¿A quién te mando entonces? -Quédate tú. -¿Yo? -Eres el hermano mayor de su padre, ¿no? Creo que eres la mejor opción al no tener a tu hermano. -Vale. Ahora vuelvo entonces.
Se llevan a Axel y cuando vuelve cambiado Àlex ya está en su sitio. Axel me apoya dandome animos a mi lado. Y pronto tenemos al pequeño Àlex con nosotros. Lo coge Axel. Se le ve tan mono con el niño y con esas pintas.
-Dile hola a mami... Todavia no sé como te llamas. -Àlex. Se llama Àlex. -Pues eso, dile hola a tu madre, Àlex
Mi "cuñado" me pasa a mi hijo y se me cae la baba. Que bonito que es. Las lagrimas aparecen al final. De emoción.
Axel me deja sola con mi hijo para avisar a los demás de que Àlex ya está aquí.
Ya cuando me suben a la habitación entran todos en tromba en la habitación y ni uno deja dormir a Àlex. Y el primero el tío y padrino. Mi hermano Àlex.
Está más emocionado que ninguno. Luego se lo quita Marc que le ha entrado la fiebre de ser tío y quiere ocuparse él del niño. Pero al final acaba en brazos de su tío paterno porque el señor padrazo del año que no es otro que Marc se ha asustado cuando se ha puesto a llorar.
Axel lo calma y luego lo deja en el nido. Yo no puedo con mi alma. Pero con todos aquí no puedo intentar dormir un poco.
Menos mal que Àlex y Axel tienen dos dedos de frente y les dicen a los demás que lo mejor será dejarnos solos al niño y a mí que necesitamos tranquilidad y descansar. Que ya vendrán mañana otra vez o ya en casa lo ven.
Y se van. Àlex vuelve a llorar por hambre así que le doy el pecho y luego lo duermo de nuevo. Para caer rendida por poco tiempo en la cama.
Por la mañana me levanto para ver a mi hijo dormido y muero de amor al verlo.
Horas después vuelve a aparecer Àlex y luego Marc. Incluso Axel. El que no aparece ni hoy ni ya el resto de días es el padre del año. Sí, Edgar. Nace su hijo y no se digna a aparecer. Vale que no hemos arreglado nuestros problemas, pero sigue siendo su hijo. ¿O es que se ha olvidado ya de que es padre?
Vuelvo a casa de mi hermano tras unos días. Pero es volver yo e irse ellos. Es la semana de Aragón. Y Lore se va con él e Izan. A Marc le cuesta irse sin Leli y Vera pero al final se va con Àlex y Lore. Entre yo y Leli nos cuidaremos a nosotras mismas y a los dos niños.
Vera duerme con Àlex. Se ven tan monos los primos juntitos.
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A los chicos les va de maravilla tanto el viernes como el sábado. Ambos consiguen la pole. Y al final me hicieron caso a lo de "para Aragón" y Lore nos ha mandado una foto de Àlex con Izan en brazos los dos con el mono. A mi hermano se le cae la baba mirando lo. Es tan para morirse mi ahijado. Y el domingo casi nos da un infarto a ambas con la locura de pilotaje de Marc y Àlex. Y a mí también inconscientemente al ver caerse a Edgar. No estamos bien, pero éramos pareja y es el padre de mi hijo, no quiero que le pase nada.
