Capítulo cincuenta y uno

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Cuando llegue a casa no me sorprendí al ver a Harry hablar con Rossie entretenidamente.

Saludé de lejos y me fui directo a mi habitación. Se podría decir que por un momento sentí demasiados celos pero que locura, ella no me haría una cosa así es absurdo.

Tome mi bolso y decidí salir con Taylor en la noche. Si que apenas llegue a casa me duche y me arregle, en total nuevamente estoy soltera pero mi corazón pertenece a alguien que no quiere que sea suya por ahora. Así que mejor me divertiré envés de estar en casa aburrida.

Iba a invitar a Rossie pero a quien engaño si quiero estar con Taylor para hablar cosas de chicas y ella no está en nuestra conversación privada ya que habla con Harry y eso no me conviene. Vamos al grano, no la quiero cerca de mi por ahora.

Aparte no quiero estar cuidándola si se emborracha ya bastaba cuidar a Taylor no aguantaría otra más.

O quien sabes tal vez yo iba a ser la que terminaría borracha hoy.

Uno nunca sabe lo que pasara.

Cuando salí de mi habitación e iba por el pasillo trate de conservar la calma cuando vi a Harry y ella en el sillón viendo películas, ¿Qué mierda sucede con el?, ¿Eso quería, quería tiempo lejos de mi para pasarlo junto a Rossie? Maldito animal sin sentimientos, ni debe pensar como yo sufro o si tengo o no sentimientos.

-¿A dónde vas? –Pregunta el innombrable.

-¿Acaso te importo desde ahora? Ja, en serio no sé cómo no tienes vergüenza alguna - Dije seca.

Salí de la casa rápidamente mientras marcaba el numero de Taylor para que pasar por mí.

-¡Dios mío que sucede contigo! –Y tenía que aparecer atrás de mi. Taylor contesta mi llamada.

-Un segundo Sr. Espectáculo –Hice que guardara silencio- Hola linda, ya estoy afuera esperando que pases por mí. Te espero, besos –Dije.

-Claro, Hil. En 5 minutos estoy allá –Dicho eso corta la llamada.

-¿Qué se te antoja decirme? –Pregunte observando mis uñas ignorando al Harry que tenia frente a mí.

El toma bruscamente mi mentón para esta vez mirarlo.

_¿¡Que es lo que quieres hacerme, que pierda la cabeza!? Odio que te comportes como una pequeña que no obtiene su dulce, te cuesta tanto decirme a dónde vas porque si no te das cuenta vives en mi techo y no puedes llegar y mandarte sola. Es mi casa y son mis malditas órdenes, ¿¡Entiendes!? –Ahora esta gritando como un histérico y da miedo.

Quería decir algo pero no podía, tenía ese maldito nudo en la garganta y si hablaba iba a terminar llorando. Solo mire el piso sabiendo que el esperará que hablará pero no lo haría.

-¡Que esperas para contestar, joder! –Nuevamente me grita como un maniático pero esta vez sostenía con fuerza mis brazos.-¡Habla de una maldita vez, Hilary! –Agita de mis brazos.

El hombre que tenia frente a mi no lo reconocía, nunca había conocido esa parte de el y me da miedo.     

Trato de zafarme de su agarre pero resbale de con mis tacones y cai gracias es el que envés de ayudarme me empujo esperando mi caída.

Cuando se dio cuenta de sus actos trata de ayudarme pero me empiezo a mover hacia atrás.

-¡No te acerques, no quiero que me toques, no quiero nada mas de ti!

Mis lagrimas comenzaron a caer y eso no era lo que quería que sucediera.

Sólo Dejame Amarte [2 S.E.M.J] |H.S| [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora