Capítulo ochenta y nueve

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Mi cuerpo dolía. El viaje había sido un asco, no pude dormir bien y para que decir la turbulencias, casi se me sale el bebé por la garganta.

Pero ya estaba en mi hogar, en mi cama y instalada. Lo único que me faltaba es decirle a mis padres que tenían a una embarazada en casa.

Habían dos posibilidades. La primera es que me echaran como un perro de la casa por ser madre soltera (Cosa que no creo) y la otra es que me apoyaran.

Optó más por la segunda. Me conviene. Hablando de ellos aparecen en mi habitación.

-¿Te sientes mejor, querida? -Pregunta mi madre. Le sonreí.

-Mejor, gracias por su preocupación.

-Si quieres algo nos avisas, pequeña -Dice mi padre.

Con ellos me volvía a sentir como una niña pequeña. Nose si eso era malo o bueno pero me gustaba.

-Antes de que me dejen sola en la habitación quería hablar algo delicado. Lo siento por no decirles por teléfono antes de venir pero es un tema serio y decidí decirlo personalmente. No los obligo nada, si no me quieren aquí lo entenderé... Bueno, estoy embarazada -Solté en un suspiro.

-Cariño. Lo sabíamos, es cosa de mirarte bien, pequeño estómago formándose y tus ojos. Se cuándo mi hija esta teniendo cambios -Mi madre me abraza.

Sólo Dejame Amarte [2 S.E.M.J] |H.S| [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora