Tres meses han pasado desde que Nicole y Lee se fueron a España debido a que comenzaban sus estudios en la universidad, mi pequeño hermano está hermoso, desde siempre, cada día se parece más al otro Louis, Gerardo todavía no ha confesado sus sentimientos, aunque la mitad de mi está un poco alegre por eso, pero la otra totalmente normal y confundida. Confundida por Hendrik, que no me ha dirigido ni una palabra, solo pedir disculpas cuando accidentalmente tropezaba conmigo, o daba los buenos días por educación, pero respecto a su comportamiento conmigo, no entiendo qué le sucede, y no lo persigo para que me diga porque esperaré a que el se me acerque y me explique. Me siento mal por ello, porque he de admitir que lo amo, y es imposible dejarlo ir, me preocupa mucho, y tengo ganas de acercarme a él, agarrarlo por los hombros y sacudirlo, pero tengo que aguantarme.
Shelsey se va acercando a mi con cara seria, se sienta dejando su bolso a su lado, y empieza a fruncir los labios como cada vez que le sucede algo.
-¿Te pasa algo?-Lanzo una pregunta dejando mi vista al libro.
-¿A mi? nada-Hace un movimiento con sus manos, en señal de que dejara el tema.
-Shes, dime-Suelta un suspiro.
-Es Candy, me tiene preocupada.
-¿Candy?-Dejo mi marcalibros en la última página leída y coloco más atención en la conversación-¿Qué sucede?
-Estoy sospechando algo, pero no se.
-¿Qué sospechas?
-No lo quiero decir hasta que lo compruebe-Coloco una expresión de desdén y vuelvo la vista a mi libro-¿Y qué hay de ti? ¿Y Hendrik?
-Lo mismo Shes, lo mismo.
-¡Pero háblale!
-No, quiero que lo haga él.-Shelsey suspira y pone los ojos en blanco.
-Yo que tú lo haría, ¡que te diga todo, te sea sincero!, estás con intriga desde hace meses, y tu corazón sufre por eso, no puedes dejar que eso siga-Dejo de leer y concentro mi mente en su comentario-No seas una tonta Valeria-Cierro mi libro y paso mi mano por la cara, muerdo mi labio inferior y lanzo un soplido.
-Esta bien-Shelsey da un aplauso y murmura la palabra "yes"-Lo haré cuando lo vea.
(...)
-¡Ánimo, puedes hacerlo!-Susurra Shelsey animandome escondida en un mural, asiento lentamente mientras mis labios arden por el dolor que causa mi mordida, estoy demasiado nerviosa, mi corazón está apunto de estallar, y mis manos tiemblan como el terremoto de la película 2012, los libros casi caen; oigo sonar la campana indicando la hora de salida de la clase de Hendrik, de una puerta sale él junto a sus compañeros de clases, pero al verme su expresión cambia.
-Nos vemos luego-Suelta Hendrik a sus amigos, estos asienten y se van, Hendrik se acerca a mí con una mirada incómoda. Acomodo un mechón de cabello detrás de mi oreja y mejoro mi postura.
-Hola-Suelto con tono fría, agarro bien mis libros para evitar caerse.
-Hola Valeria, ¿qué haces aquí?
-Te estaba esperando.
-¿A mi?-Se apunta así mismo con el dedo, alza una de sus oscuras cejas, sus pecas se hacen más notables, y quedo derretida por eso. Asiento con firmeza-Esta bien.
-Necesito hablar contigo.
-¿Podemos ir a un lugar más privado?-Veo hacia los lados y asiento, coloca una mano en mi espalda y me conduce hacia el jardín, luego de eso nos sentamos en una banca, menos mal todo estaba vacío, ya que era la última clase-¿Sobre qué quieres hablar?-Aprieto mi puño, tengo miedo a soltarlo.
-Quiero saber qué te sucede conmigo, la razón por la que me ignoras, por la que ya no quieres ni hablarme, quiero saberlo-Frunzo los labios y lo miro a los ojos, sus ojos son tan oscuros que me intimidan, pero a la vez, se ven tan tierno.
-Esto...bueno-Suelta un suspiro y rasca su nuca-De verdad es que me siento muy incómodo.
Yo también.
-Solo dime Hendrik, sabes muy bien como me duele que estés haciendo esto. Lo sabes muy bien.
-Si, lo sé, pero hablar de esto es tan incómodo, no me gusta hablar de eso y pues...
-¡Sólo dilo!-Mis puños sudan.
-Esta bien, todo es así...Desde que murió mi abuela las cosas han cambiado, para mi familia, para la universidad, para mi. No es fácil superar su muerte.Meses atrás me enteré de que mi madre no está bien de salud, cada día está empeorando, está en depresión, no quiere comer, no quiere hacer nada, solo está en la cama, eso es preocupante para mi y para mi hermana, y esto no se lo he comunicado a nadie porque acordamos que solo era familia.
-Como lo siento, pero ¿qué tiene que ver eso con que me ignores? a los demás los tratas bien.
-Esto fue lo más difícil para mi, porque tengo que admitir que me gustas mucho Valeria, y me encantaría ser tu novio-Sus palabras hace que mis mejillas sonrojen-Y a mi también me duele ignorarte, sé que te duele que haga esto, pero quiero que te olvides de mi para siempre, quiero dejarte de gustar.
-¿Que?-En este momento fue cuando mi corazón rompió a mil, pude soportar mis lágrimas, porque me lastimaba con mis uñas, pellizcaba mi mano para evitar que me viera llorar.
-Me voy de la Universidad, y asistiré a una nueva en el pueblo, cuidaré a mi mamá, en dos semanas me voy, y posiblemente jamás vuelva, por eso quiero que te alejes de mí, prefiero que te duela eso a que me sigas amando y yo ya no pueda estar contigo.
-Pero si yo...-Sentí lo húmedo de mis lágrimas cayendo en mis mejillas.
-No Valeria, yo...-Coloca su mano en mi barbilla-¡Joder, yo también te amo!-Acerca su rostro al mío y siento sus labios chocar con los míos, su lengua juega dentro de mi boca, y realiza pequeños mordiscos en mis labios, el beso fue tan apasionado y largo, pero nada dura para siempre, y se separó de mi por falta de aire, aprieta sus ojos y cuando los abre se deja ver un hermoso brillo, están aguados, me mira y detalla mi rostro, pero de un brinco agarra su mochila y se aleja dejándome sola llorando en el jardín.
Lo veo alejarse, y cuando ya no está en mi vista oculto mi rostro mojado con mis manos, monto mis piernas a la banca y las abrazos, mis gritos se dejan oír por todo el lugar, de lejos se oye llegar pasos, era Shes, siento como se sienta al lado mío y me abraza.
-No estás sola Valeria-Susurra mientras su abrazo es más fuerte.
¿Por qué a mi?
(...)
Cierro la puerta de mi habitación y me dejo caer, cierro mis ojos pensando en lo de hoy, mi celular vibra en mis manos, era Nicole como me había prometido, hablar por video chat todas las noches, pero hoy no iba a ser, hoy no me siento bien, acerco mis rodillas a mi pecho, y abrazo mis piernas, empiezo a llorar otra vez, y todos los momentos con él llegan a mi mente, desde que lo conocí, hasta ahora.
"Yo ya no puedo estar contigo"-Palabras que rodean mi mente, y no dejan de recorrer. Abro mis ojos lentamente y me levanto débil, camino hacia el baño a paso lento, abro el grifo y mojo mi cara, me veo en el espejo y detallo mis ojos, mi nariz, y boca.
"Fue su decisión, nadie tiene la culpa de esto, deja de llorar"-Me decía a mi misma, lavé mi cara otra vez, y sonreí al espejo viendo mi reflejo, agarro la toalla y seco mi cara, respiro profundo y vuelvo a sonreír.
-Todo está bien.
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Ella es Valeria
Roman pour Adolescents*Esta historia no ha sido editada, encontrará algunos errores* Sinopsis: Una chica, con novio, amigas, y familia. Tenía la vida perfecta, así es, tenía. Valeria, una adolescente que pasa por momentos difíciles, dejando cicatrices marcadas por el r...