-James-Solté de repente pensando en él y en la sorpresa que nos había traído esta mañana.
-¡¿Es James el que te atrae?!-Levanta la voz y eleva sus cejas expresando sorpresa, pero baja el tono al ver mi rostro con desdén. Niego con la cabeza rodando los ojos, debido a su hermosa concentración.
-Shelsey, ¿Dónde tienes la cabeza metida?-Ladeo leve la cabeza y levanto una de mis cejas.
-Lo siento-Observa con atención los objetos presentes en la mesa del comedor-¿Qué decías?
-Que tenemos que apoyar a James; después de los que nos dijo tenemos que apoyarlo, no es nada fácil.
Esta mañana James llegó algo desanimado, todos estábamos preocupados por él, hasta que nos contó lo que sucedía. James es gay, y sus padres son homofóbicos al 100%, y él tiene miedo a la respuesta de los suyos, eso explicaba su ánimo tan bajo. Lo triste es que algunas chicas se deprimirán al saberlo, James es un chico muy guapo, por lo que tiene muchas seguidoras tras él.
-Ahh, si-Shelsey rasca su nuca-Que lástima que sea gay, ya le iba a planear una cita con una chica de mi clase-Reímos un poco.
-¿Qué pasa Shes?-Cambié te tema colocándome mas seria con un poco de preocupación, ella solo me concede una mirada huidiza y empieza a moverse de su asiento, su mirada se desvía a cada segundo por cosas inútiles.
Lo de las drogas es cierto, Candy consume drogas, de todas maneras, en su aspecto reflejaba que algo estaba sucediendo. Con solo imaginar si alguien de mi familia consumiera drogas me pondría así, estuviera preocupada.
-Es Candy-Su voz cambia y baja la mirada-Es drogadicta Valeria...
-Lo sé Shes-Agarré su mano antes de dejarla terminar. Levanta su mirada melancólica y oculta sus labios dentro de su boca.
-¡Pero no es eso solamente Valeria!-Apoya su cabeza a sus dos manos-Es algo peor. Le podría hacer daño. Debe cuidarse mucho, y decirle a mi tía inmediatamente.
-¿Qué tiene Candy?-Me incliné hacia delante demostrando más atención en el tema, entrecierro mis ojos y frunzo el ceño. Shelsey se queda en silencio hasta que por fin decide abrir un poco la boca.
-Ella...
(...)
-Muchas gracias por traerme Gerardo, en serio no sabía como irme después de aquella lluvia-Quité el cinturón de seguridad y le sonrío.
-Tal vez hubieras terminado como un pollito mojado-Se ríe por el comentario, le miro con desdén y golpeo con suavidad su hombro-Lo siento-Sigue riendo levantando ambas manos.
-Hm-Solté-Creo que si hubiera terminado de esa forma-Coloqué mi mano en mi mentón pensativa, luego jugueteo con mis dedos pensando en mi pregunta.
-¿Qué ocurre?
-¿Cómo vas con Candy?-Gerardo gira su cabeza y mira hacia el frente.
-Creo que me está empezando a dejar de gustar-Elevo mis comisuras un poco-No la veo desde hace un mes, ha faltado-Y ahora las bajo.
-¿Ha faltado?-Gerardo asiente, frunzo mi ceño y pienso en lo que Shelsey me habló.
-Y la última vez que la vi estaba diferente y me trataba mal, estaba muy violenta, y me ignoraba.
-Gerardo yo...-Lo miré indecisa, no estaba segura si contarle o no, yo confiaba en él, pero el secreto es fuerte, entonces no se si podré compartirlo. Así que cierro mi boca y decido no hablar.
-¿Qué?
-Nada.
-Dime.
-No, no importa.
-¡Dimee!-Alarga la palabra mientras me movía. Sonreí debido a su comportamiento infantil y decidí confiar en él.
-Esta bien, esta bien-Deja de moverme y coloca más atención-Candy está embarazada de su novio-Sorpresa, es la palabra que Gerardo tenía escrita en su rostro, al parecer quedó en shock con la noticia inesperada.
No le dije que es drogadicta, ya que eso era un problema muy serio, y le prometí a Shelsey que no le debía contar a nadie, a diferencia lo de su embarazo no nombró nada de ello, eso significa un puedes, ¿Cierto?
-Wow...-Escapó de sus labios mirando al infinito...que en realidad era el volante, pero su mirada estaba tan perdida que se podría decir que millones de cosas atravesaban por su cabeza-Eso si que no me lo esperaba.
-Lo sé, tu expresión me lo dijo todo-Rascó su cabello tratando de convencer a su mente que lo que dije es mentira. Pero lo siento Gerardo, esto es verdad, es la vida real.
-Wow Valeria, me sorprendiste-Parpadeó un millón de veces.
-Pero esto no se comenta-Asiente-A nadie-Resalto la palabra "nadie"
-Tranquila Valeria, no le diré a nadie-Asiento por su respuesta.
-Bien, gracias.
Al entrar a casa decido comer un poco de galletas mientras juego con mi pequeño hermanito, le hago puchero mientras aprieto sin fuerza sus manitas atrapando las mías, empiezo a hacer muecas graciosas ocasionando hermosas risas de él. Fabiola aparece detrás de mi y se sienta a mi lado observándonos.
-Esta vez si soy mayor que Louis-Se cruza de brazos y sonríe de lado. Mi difunto hermano menor era mayor que Fabiola solo por doce minutos de diferencia, y éste la molestaba respecto a eso.
-Esta vez si-Río leve.
-¿Tu jugabas así conmigo?
-A bebito dindo...Ehh-Muevo mis labios recordando-No, no lo hacía-Fabiola frunce su ceño.
-¿Y por qué no?-Me mira con desdén. Entrecierro mis ojos detallando sus gestos corporales...jaja.
-¿Celosa?-Sonrío con diversión.
-¡¿Qué?! ¡¿Yo?! ¡Pfff...claro que no!-Río leve.
-Bien, no lo hacía porque estaba mas pequeña, y mis padres no me dejaban cargarte ni jugar de esta manera.
Mentira. Bueno, si, jugaba con ellos un poco, pero en la mayoría del tiempo me moría de celos, ya que los mellizos eran los que recibían mas atención, los mas consentidos, pero supongo que eso es algo normal después de ser hermano primerizo.
-Hmm, ¿Me dejas cargarlo?-Miré con atención a Fabiola, y luego a Louis.
-Bien, pero con cuidado-Le doy a Louis en sus brazos, ella lo observa con un brillo en sus ojos llenos de admiración y amor. Una sonrisa aparece en sus labios y lo mueve. Sonrío al verlos juntos, al ver como actúa,y como lo mira.
-Es...hermoso.
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Ella es Valeria
Roman pour Adolescents*Esta historia no ha sido editada, encontrará algunos errores* Sinopsis: Una chica, con novio, amigas, y familia. Tenía la vida perfecta, así es, tenía. Valeria, una adolescente que pasa por momentos difíciles, dejando cicatrices marcadas por el r...