Capitulo 7.-

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Salieron unas fotos de el Diablo en una estaba caminando traía una gorra negra que cubría la mayor parte de su cara pero no cabía duda que era el, los tatuajes lo identificaban en otras iba manejando una moto y en la ultima salía con una chica, iban tomados de la mano.

-¿Quien es? –le pregunte a Max.

-No se....tenemos que saber quien es esa chica y podemos llegar a algo.

-Si- asentí viendo a la chica de cabello negro que le llegaba abajo del hombro era muy linda.

-Guarda las imágenes.

-Ok.

Guarde todas las imágenes en la laptop.

-Mañana se la enseñamos a Jay para saber quien es ella.

-No crees que esto es raro, ¿por que no habían buscado antes esto?

-La CIA seguro ya lo tenia y no quería que lo viéramos, ellos solo nos entregan un poco de información y nos mandan a lugares donde según pasaran su carga pero que nunca pasa.

-¿Por que la CIA nos dio este caso siendo tan importante? y mas si no nos deja siquiera movernos.

El se encogió de hombros, cerré la laptop y después de hablar un poco mas de trabajo no fuimos a dormir.

Desperté por las luces pegando contra mi cara talle mis ojos y los abrí lentamente, gire hacia un lado y vi el reloj 6:37 am , me levante rápido y fui hasta mi armario saque unos pantalones azul marino y una playera blanca de tirantes tome mi ropa interior y entre al baño después de 15 minutos salí desenrede mi cabello lo seque y lo deje suelto me puse un poco de delineador y mascará después salí del cuarto y baje a la cocina donde ya estaba Max.

-Buenos días-le dije mientras me sentaba.

-Buenos días.

-¿Tu preparaste esto?- pregunte alzando una ceja al ver la comida.

-No –negó- le hable a Yolanda.

-Ok... gracias.

Desayunamos y salimos camino al trabajo llegamos después de 35 minutos baje del carro y entre al gran edificio de 20 pisos entramos y fuimos hacía el ascensor, subimos hasta el segundo piso donde estaban nuestras oficinas salimos y inmediatamente nos encontramos con Mayra.

-Max, _____ los necesita Jay en su oficina.

Asentimos y fuimos hasta el fondo del pasillo donde se encontraba su oficina, Max toco dos veces y después abrió la puerta y entramos.

-Siéntense- dijo Jay.

Fuimos hacía los asientos de cuero negro y nos sentamos.

-¿Que necesitas?- le pregunto Max.

-Tenemos que hablar del diablo.

-¿Que pasa con el? –le pregunte.

-No quiero que sigan en esta caso.

-¿Que? –Max y yo elevamos la voz.

-Es muy peligroso no quiero que les pase nada.

-No nos puedes sacar –le dije mientras me paraba de la silla enojada, necesitaba un caso para no pasarme todo el día pensando en Niall.

-Tranquilízate, es por su bien.

-Yo no me saldré de esto –le dije mientras movía mis manos en el aire- este es mi trabajo tu no tienes que meterte yo sabia a lo que me enfrentaba cuando decidí esto.

-El es peligroso- me contesto Jay- te puede matar.

-Tranquila –Max me dijo mientras ponía su mano en mi espalda, era obvio que yo estaba mas alterada por esto que el, y que me trataran de “tranquilizar” me hacia enojar aun mas.

-El me haria un favor si me mata –le grite a Jay mientras caminaba hacia la puerta la abrí y salí azotando la puerta haciendo que algunas de las miradas de los agentes se voltearan hacia mi... trate de no darle importancia y fui hasta mi oficina y entre.

Me senté en la gran silla detrás de mi escritorio mientras trataba de relajarme, después de varios minutos calmado mi enojo me levante y salí de la oficina y me encontré con Mayra al instante.

-¿Necesitas algo?- me pregunto, ella era una Agente del FBI una rubia de ojos verdes.

-¿Sabes si Enrique esta en su oficina?

-Si, acaba de llegar-dijo dándome una sonrisa.

-Ok- asentí y le devolví la sonrisa que sabia parecía mas una mueca- gracias.

Fui hasta su oficina toque una vez y abrí la puerta.

-Hey, ¿como estas _____?- me pregunto Enrique, era un hombre de 29 años con la piel morena ojos café y un cuerpo escultural, por el tono de voz de su pregunta sabia que trataba de preguntar como estaba después de que me dejaron en ridículo en el altar.

-Hola Enrique, estoy bien...-no era cierto, pero no quería echarme a perder mas el día pensando en eso y no quería tener un momento incomodo hablando de el con eso- pero necesito algo.

-¿Que necesitas?- vi su postura relajarse al cambiar del tema de mi boda.

-Quiero que reconozcas a alguien por una foto... ¿puedes?

-Claro, solo dame la foto y yo te digo quien es.

-Ok.. ¿me prestas tu computadora?

-Claro.

Tal vez Jay me saco del caso, pero yo iba a saber quien era la mujer que acompañaba al Diablo de la mano.

La Amante Del Diablo (Justin Bieber y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora