La Amante Del Diablo (Justin Bieber y tu)

Capitulo 44.-

-¿No dirán nada? –pregunto Jay después de cerrar la puerta tras el.

-____ termino conmigo –dijo Chris- es mi culpa.

Cubrí mi cara con las manos, no debí decirle esto es el trabajo.

-Lo siento por traer problemas personales al trabajo –dije y escuche a Jay bufar.

-Chris vamos a la oficina.

-No pelees –le dije a Jay- fue mi culpa por decírselo aquí.

-No peleare como ustedes –dijo Jay – ahora vamos a hablar Chris.

Los vi salir Chris no me miro ni un momento y Jay quería matarme con la mirada, aprete mis sienes y camine a la silla me senté y puse la cabeza en mis manos, genial _____ eres tan brillante un hombre te dice que te ama tu le dices que también y después lo haces sentir mierda terminando con el, tome el teléfono y llame a la secretaria para pedirle un café, talle mi cuello y abrí la laptop para empezar a ver los informes de los crímenes.

-Sabes que afuera hablan todos de ti y Chris – dijo alguien.

Alce la mirada y vi a Max.

-¿Que idiotes hicieron?- pregunto.

Solté un suspiro y cerré la laptop.

-¿Podemos salir?

-Es hora de trabajo –dijo sentándose frente a mi en la silla que ya había levantado, por suerte Chris no la rompió.

-Vamos no creo poder molestar mas a Jay y tu –dije señalándolo mientras me paraba- me tienes que contar lo que haya pasado.

El alzo sus cejas y se levanto.

-Esta bien enana vamos –dijo caminando a la puerta.

Rodee el escritorio y lo seguí hasta la puerta, salimos y las miradas se dirigieron a nosotros, bufe y quise decirles no mejor gritarles que dejaran de mirarme como idiotas y se fueran a trabajar, caminamos hasta el elevador y esperamos, sentía las miradas en mi todo el tiempo, mierda gente chismosa gracias a dios el elevador llego y entramos, Max presiono el botón de la planta baja y el elevador cerro para empezar a bajar, solté un suspiro y me recargue en la pared de metal del elevador.

-Estúpida gente chismosa- hable bajo y escuche a Max reír- cállate Max –le dije pegándole con el puño en el hombro, lo que no causo nada en el, que seguro pesaba una tonelada, bueno no tanto pero era una masa de músculo.

-Tranquila- dijo sonriendo aun mas.

El elevador se abrió, salimos y las miradas de nuevo en mi ¡JODER!, se supone que esto en un edificio del FBI no un barrio de lavanderas chismosas, llegamos a las puertas giratorias y salimos, comenzamos a caminar quien sabe a donde yo solo seguía a Max.

-Y bien, ¿qué paso?-pregunto girándose un momento para verme.

-Ti primero, y aparte creo que ya lo sabes con toda esa gente metiche.

-Hey- el rió- ellos solo dijeron que se escucharon grito y golpes no dejaron el chisme completo.

Rodee los ojos y lo mire.

-Bien empecemos- dije viendo al frente de nuevo, seguimos caminando unos segundos. No había mucha gente lo que me sorprendió pero agradecí- terminamos.

Él rió alto, muy alto hacirndo que la poca gente nos mirara.

-Callate- bufe.

-Es que –seguía riendo - creo que solo duraron un día.

-No es cierto- dije empujándolo.

-Por que tanto alboroto... solo terminaron.

-Bien el ayer –suspire- ayer salimos y estaba coqueteando –exclame- coqueteando frente a mis narices, con una estúpida creo que era rubia o pelirroja yo... sabes como soy – rodee los ojos, sentí su brazo rodearme- sabes que soy una loca celosa, talvez no debí ponerme así pero... no tuve un muy buen día ayer, así que explote y me fui, después el me fue a ver y pidió que lo perdonara y –trague saliva – el me dijo “te amo” –dije haciendo  comillas - y yo, yo –bufe y heche mi cabeza atrás recargándola en su brazo que seguía rodeándome- en un estúpido arranque por sentirme mal le dije que yo también, pero la verdad es que no- dije parándome y poniéndome frente a el- yo no lo amo pero soy tan patética que le dije que si - mordi mi labio- según yo para no lastimarlo pero no podía seguir mintiéndole, así que le dije que ya no quería nada con el hoy y lo lastime... soy tan torpe- dije sin parar y al final tuve que recuperar el aire.

Me acerque y puse mi cabeza en su pecho.

-Eres idiota- dijo rodeándome con sus brazos.

-Gracias Max –dije rodeando su cintura.

-Pero hiciste bien en dejarlo- si supieras por quien lo hice.