[Finalizada / Corrigiendo] Ahora la quiero de vuelta - AU[MLB]

Prólogo ✔️

- Félix no puedes irte y dejarme justo ahora... me - un nudo en la garganta interrumpió la súplica de la joven impidiéndole seguir hasta después de unos segundos al tomar unas cuantas bocanadas de aire -me... prometiste que estaríamos juntos por siempre... que nos casaríamos y que me llevarías a Londres contigo- en la oscuridad de la noche dentro de una pequeña habitación, una joven chica con un poco abultado vientre lloraba desesperada; intentaba convencer a su novio que no los abandone.

Ella era casi una niña llevando una pequeña vida en su vientre, siendo despreciada por el joven con el que juntos engendraron a ese pequeño ser.

- Mi dulce Marinette, te lo dije - con su pulgar acarició suavemente el rostro de la joven- no puedo llevarte conmigo a Londres... - la abrazó mientras continuaba diciendo - allá voy a iniciar la universidad, no tendré tiempo para ti ni el bebé.

-¡Pero Félix entiende! - la adolorida muchacha se desesperaba cada vez más al escuchar las crueles palabras de aquel que decía amarla - soy tan joven y quien sabe qué dirán mis padres, a-a lo mejor mi madre me hecha de la casa- trataba de no gritar y que sus palabras se entiendan mientras lloraba aferrada al pecho del adolescente que la sobrepasaba bastante en altura.

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- ¡Hermosa, yo te lo dije!, te sugerí que no era buena idea conservarlo- el cruel joven padre separó el rostro de su novia de su pecho para buscarle la mirada, y la que le regaló a continuación fue la más fría que pudo darle, la miró con esa frialdad que la mayor parte del tiempo estaba presente en él. Con esos ojos miraba al resto del mundo, más con ella siempre se había mostrado dulce. Pero ya no más.

Ella le devolvió la mirada penetrante chocando con los ojos del rubio - ¡Te refieres a tu hijo como si fuera un perro que acabas de recoger de la calle, Félix! - no pudo más, la voz se le quebró del todo y no pudo evitar gritar con rabia.

- ¡No es eso amor!, ¡Baja la voz por favor! ...- Félix empezó a secarle las lágrimas con sus pulgares - siempre estuve a favor de la idea de interrumpir el embarazo, pero tú no quisiste, ahora es tarde para ello... el feto está muy desarrollado. Deberías contarle a tu tío porque esa barriga...- hizo una pausa señalando su vientre solo con los ojos evitando así tocarlo - pronto no podrás ocultar la barriga, aunque te sigas fajando y poniéndote tanta cantidad de ropa.

- Félix tu dijiste que me acompañarías a decirle a mi tío y viajaríamos a París para decirle a nuestras familias ¿Dónde quedaron las promesas de la familia feliz que formaríamos?

- Chinita - suspiró profundo intentando infundirse calma - un bebé nos arruina la vida y ¡Tú sabes que soy el heredero de la empresa de mi padre!... él ya nos tiene asignado como serán nuestro destino y yo, como hijo mayor me haré cargo de la empresa, un hijo a mi edad arruinaría mi reputación, cerraría muchas puertas para mí, mancha el apellido de la familia y tal vez mi padre me desherede- el rubio sonaba tan sereno y con un tono complaciente que la azabache no daba crédito a lo que salía de la boca de su novio ¿Cómo podía ser tan insensible mientras a ella le dolía tanto la situación?

- ¡Eres un egoísta! - la chica empuñó sus manos reflejando la rabia comprimida - Me dejas toda la responsabilidad, ¡Yo también manché el honor de mí familia! - ella levantaba su rostro para mirarlo desde abajo con sus ojos azules destilando liquido salido - Sobre todo, para mis raíces chinas, ¿Eso no te importa? - se separó de una forma violenta de los brazos de su novio y se sentó en la cama, parecía que esa discusión la estaba agotando- ¡Yo si quiero al bebé y estoy dispuesta a pasar por lo que sea!

- Bien Marinette, esa es tú decisión, pero no la mía, yo debo hacer mi vida como la he tenido planeada desde niño ¡Y nada se va a interponer en ello! - cuando pensó que los ojos del rubio no podían destilar más frialdad, logró ver como la mirada se le volvió sombría al lanzar esas palabras carentes de sentimientos. El chico acomodó su camiseta y la planchó con sus manos eliminando toda arruga que su novia había dejado.

- Yo pensé que me amabas- soltó Marinette con un hilo de voz que en la tranquilidad de la noche se escuchó perfectamente.

- Lo hago pequeña, pero así es como deben de ser las cosas.
Me tengo que ir- sentenció hastiado.

-¡No Félix, por favor no me dejes! - la azabache se levantó para aferrarse a su pecho y seguir llorando.

- Chao pequeña- aun así, Félix depositó tierno beso en su frente - Eres lo mejor que me pasó en este internado- finalizó contradictorio a sus decisiones y soltó el agarre a la fuerza para luego salir por la ventana sin mirar atrás.

- Solo fui tu entretenimiento en este internado- corrigió la chica quien sola lloró en silencio hasta el amanecer.