[Finalizada / Corrigiendo] Ahora la quiero de vuelta - AU[MLB]

Final alternativo 100k

Song: Friends - Ed Sheeran

— Adri...Adrien... mmmmh — la voz entrecortada por suspiros no la dejaba expresarse con éxito.

— Adrien... detente por favor.

Pero el rubio atrapó sus labios nuevamente. Sus lenguas luchaban entre si y sus caricias se acentuaba más en el cuerpo de la mujer de cabellera larga y oscura.

— Adrien — la azabache logró liberar su boca de la ajena, pero aún seguía a merced de los brazos del hombre.

— Félix podría entrar en cualquier momento.

— Sabes que cuando habla con padre sobre la empresa no hay quien los detenga — susurró el joven de veinte años sobre el cuello de Marinette haciéndola suspirar.

— Sí... — meditó aquella verdad —... se olvida de todo lo que lo rodea — afirmó con pesar, dejándose caer en las caricias que le propinaban las manos traviesas de Adrien.

El Agreste menor la giró con delicadeza colocándola de frente a la pared provocando que ella se apoye en el cemento frío y dándole la espalda hacia él. Adrien agradeció que su dama por instinto brotara un poco su cadera para que él pueda tomar esa oportunidad y frotar su hombría palpitante.

Como le gustaba esa mujer... Como la amaba y no era suya.

— Eres consciente de que a él solo le importa la empresa... igual que a mi padre — con delicadeza Adrien inició su misión de esa noche, desabotonando cuidadoso la blusa de lino blanco que Marinette vestía esa noche en la casa de su suegro, su hogar y en la habitación matrimonial que compartía con su esposo Félix Agreste.

— No — se removió liberándose de los brazos que la estaban haciendo pecar — No quiero ser de esas mujeres... no quiero serle infiel a Félix.

— Como sabes que no te es infiel a ti, Marinette — con crueldad Adrien reprochó llevándose sus manos hasta sus doradas hebras para alborotarlas con desesperación.

— Si lo es... quedará en su conciencia — replicó con tristeza desviando su mirada de la esmeralda.

— Además ni siquiera tiene tiempo para su hija... no creo que se tome tiempo para otra mujer — Marinette se abrazó a si misma buscando consuelo de lo sola que se sentía internamente.

Esa noche se celebra el cumpleaños número cinco de Emma y al final la fiesta infantil se transformó en una aburrida reunión de negocios entre Gabriel y su futuro heredero de la empresa Agreste.

La pequeña Emma se sintió una vez más ignorada por su padre que apenas veía cuando Félix tenía vacaciones en la universidad.

Adrien se acercó nuevamente hacia su cuñada cobijándola entre sus brazos.

— Divórciate y quédate conmigo — levantó el rostro de la azabache para mirarla a los ojos y proponiéndole esa locura por quinta ocasión en ese año.

— Sepárate de él tal y como yo rompí mi relación con Lila.

Adrien volvió a degustar el manjar exquisito que le proveían esos labios rojos como una manzana... la manzana prohibida que Marinette representaba.

Marinette Dupain-Cheng cambió sus pantalones de mezclilla por ropa fina y elegante a temprana edad, muy rara vez sentía lo que era ser una adolescente normal pues tener una hija no ayudaba mucho, pero la severidad con que fue tratada al convertirse una Agreste le quitaron tajante su juventud. Tal y como los hijos del magnate líder de la moda.

Cuando la tierna y lastimada Marinette tenía siete meses de gestación, el muchacho desalmado que la abandonó sin piedad volvió a su vida.