30. Circunstancias que no se pueden controlar✔️

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A partir de esa noche, con el paso de los días Marinette pudo presentar oficialmente a Adrien como su novio frente a sus padres.

El modelo se enfrentó a los estrictos padres en una conversación en donde les expresaba sus intenciones para con Marinette, del mismo modo, les dijo que ya estaba enterado de que Emma en realidad era su hija y que aquello no era un impedimento para amar a la azabache, además la pequeña y el comparten un inmenso cariño mutuo.

Los adultos trataron de hacerlos desistir, de convencerlos que aquello era sólo una ilusión y aún eran muy jóvenes para pensar en un futuro juntos, sobre todo por Adrien, su estatus social, su carrera, su padre... Le previeron como cambiarían las cosas al salir con una joven con un bebé, sobre todo con el bebé de otro hombre, pero Adrien estaba seguro de sus sentimientos, se sentía optimista y no había quién lo haga cambiar de opinión.

Sin embargo, la situación con Gabriel Agreste no era tan simple como resultó con los padres de su novia. Él está seguro que cuando se entere del secreto de Marinette, lo más seguro era que se presente un rotundo desapruebo de la relación y el contacto les resultará prohibido; así que decidió mantener oculta a Emma ante su padre.

Esa decisión no era del agrado de Marinette, ella estaba enfrentándose orgullosa de su hija ante todos y Adrien estaba mintiendo con respecto a Emma. Por ello las discusiones empezaron a ser recurrentes.

Para Marinette era inevitable sentir tristeza que su enamorado evitaba recibirla en la mansión cuando llevaba a Emma de acompañante, pues no siempre encontraba a una persona confiable. Los incómodos momentos no se había repetido tantas veces, sin embargo, no podía evitar arrepentirse de haber aceptado ese noviazgo.

Adrien estaba consciente sobre lo difícil que había sido todo el tiempo para Marinette y comprendían que era justificable el afán de mantener la mentira de que Emma era su hermana... A él también le dolía ocultarla de su padre, pero a duras penas era capaz de comprender y experimentar una mínima parte del cruel sentimiento que pasó su chica.

Existe un viejo y conocido dicho "Del árbol caído todos hacen leña" y aquello le venía perfecto a la situación en la que se encontraban los protagonistas de esta historia.

Cuando había conflicto cerca siempre rondaban las arpías, como aves de rapiña esperando que el lobo herido caiga muerto para darse un festín.

Del mismo modo, al darse cuenta que entre la pareja había una constante tensión, Lila y Sabrina pensaron en que debían sacar provecho de ello. A contrario de Chloe quien estaba demasiado calmada para sorpresa de sus compañeras de fechorías, por ello decidieron no hiciera partícipe en el plan de separación.

Marinette y su hija asistían a las prácticas de esgrima de Adrien, las cuales eran en días específicos de la semana. Cuándo Alya se encontraba disponible también asistía junto a Nino hasta que el entrenamiento concluía.

Ese día Adrien tomaba una ducha; generalmente era el último en entrar a la regadera y gracias a eso tenía la oportunidad de invitar a la azabache a los vestidores para conversar en un ambiente más privado mientras hablaban con las paredes de intermedio hasta que el deportista se alistaba.

Se suponía que así debía ser ese día. Como era usual Marinette entraría a los vestidores cuando recibiera un mensaje de su novio dándole pase libre.

Todo se veía bastante normal, recibió el mensaje de Adrien con la respuesta positiva de pasar con el coche y la pequeña en su interior. Sin embargo, presenció algo que nunca hubiera imaginado ni en sueños.

Nunca pensó que Adrien podría ser capaz de ello.

Lila tenía arrinconado a al chico contra los casilleros, él estaba apenas con una toalla en la cintura y con las manos en los hombros de Lila.

[Finalizada / Corrigiendo] Ahora la quiero de vuelta - AU[MLB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora