4. Curando heridas

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CHASE POV'S
Siento a Bree en la silla del baño de su habitación con mucho cuidado de no hacerle más daño del que ya tiene.

-Iré por el botiquín.-dice Leo y sale a por él. Yo lleno el cubo de agua con la esponja y Adam coge los algodones y el alcohol.

-Os lo ha contado el tito, ¿verdad?-pregunta ella con la voz apagada.

-Sí, pero porque nos hemos asustado al verte así.-contesto yo acercándome con el cubo y la esponja.

-Por cierto Bree, siento lo de la pregunta, no quería molestarte, de verdad que lo siento.-dice Adam.

-No te preocupes, hasta hace un momento no lo sabías.-responde ella.

Leo vuelve con el botiquín y se acerca a nosotros.

-Vaya primer día.-digo yo. Ella me mira con sus ojos llenos de lágrimas. Una se desliza por su mejilla.-No llores, Bree.-digo mientras le seco la lágrima con mis dedos. El señor Davenport aparece por el umbral de la puerta.

-¿Estás bien, chiquitina?-pregunta acercándose a Bree. Ella asiente con la cabeza y yo me arrodillo y empiezo a limpiarle las heridas con la esponja húmeda.

-Ya estoy acostumbrada.-responde mientras mira mis movimientos.

-No digas eso.-dice Leo.-Jamás te acostumbrarás a los golpes, ¿sí?-añade. Ella lo mira.

-Leo, llevo años con esto. Llevaba una semana muy tranquila, era raro que no me hubiese golpeado antes. Lo que me extraña es que esté en Mission Creek. He venido hace unas horas, ¿como puede saber dónde estoy? Es que ya no estoy segura en ningún sitio.-contesta ella rompiendo a llorar. El señor Davenport la abraza.

-No digas eso.-le pide el señor Davenport. Ella se calma después del abrazo.-¿Con que te ha dado? Las heridas no son muy profundas.-pregunta el señor Davenport.

-Con un cinturón.-responde ella mirando lo que yo hago. Ya le he limpiado el brazo izquierdo. Ahora voy al derecho, pero antes le limpió la herida de la mejilla. Ella me mira a los ojos mientras la limpio. Cuando la he limpiado, sigo con la del labio. Después de echarles agua, cojo el algodón y le pongo alcohol.

-Iré poco a poco para no hacerte daño.-le comento. Ella asiente y le limpio las heridas del brazo. Adam, Leo y el señor Davenport salen del baño para que pueda limpiarle las heridas sin que haya mucha gente. Tasha entra y cierra la puerta detrás de ella.

-Chase, prométeme que lo que vamos a hablar Bree y yo, no saldrá de aquí.-me pide Tasha.

-¿Qué le vas a preguntar?-digo extrañado.

-Vale, me tomaré eso como un sí. Bree, ¿te ha tocado zonas íntimas?-pregunta Tasha. Yo paro de limpiar las heridas y miro a Bree que tiene la vista en el suelo.

-Solo por encima de la ropa interior.-contesta. Miro con los ojos como platos a Bree.

-¿Pero por debajo de la ropa exterior?-vuelve a preguntar Tasha. Bree asiente. Sigo mirando a Bree, su expresión es triste y cansada.-¿En que zonas, cariño?-pregunta Tasha afectuosamente. Bree la mira a los ojos y Tasha me mira a mi.-Chase, ¿te importaría salir un momento mientras hablo con ella?-me pide.

-Vale.-me dirijo yo a Tasha.-Luego sigo limpiándote las heridas.-me dirijo ahora a Bree. Le doy un beso en la mejilla y salgo. ¡LE HE DADO UN BESO EN LA MEJILLA! Ojalá hubiese sido en otra situación. Ahora tengo en mente algo que preguntar. Me acerco al señor Davenport.

-¿Puedo hablar contigo un segundo?-pregunto. Él asiente. Nos apartamos un poco de mis hermanos y le pregunto:

-A Bree, a parte de la violación, ¿le han tocado otras veces?-pregunto nervioso. Él asiente con tristeza.-Vale, pues ya está.-acabo y estoy dispuesto a irme cuando él me coge del brazo.

-Chase, no se lo digas a tus hermanos.-me pide el señor Davenport. Yo asiento. Veo a Tasha salir y corriendo voy al lavabo.

-Ya estoy aquí.-digo al llegar. Ella sonríe pero la felicidad no llega a sus ojos. Me arrodillo y cojo el cubo y la esponja.

-Gracias por estar curándome las heridas. Podría hacerlo yo sola.-agradece Bree.

-Ni de coña. Yo te curo. Lo que faltaba, ¿te hacen daño y te tienes que curar tú misma las heridas? Ni lo pienses.-hablo yo mientras le paso la esponja por las piernas. Ella sonríe, pero esta vez la alegría le ha subido a los ojos. La he visto feliz.-¿Con quien vas a dormir? No puedes dormir tú sola teniendo a ese degenerado suelto.-pregunto.

-Oh, es que no quiero molestar a nadie...-dice ella.

-Si te vienes a dormir conmigo, a mí no me molestas.-hablo yo creando que ella me mire confundida. Me levanto y cojo el algodón y el alcohol. Después me vuelvo a arrodillar.

-Pero no quiero invadir tu espacio.-dice ella.

-Para mi, no invades mi espacio.-contesto.-Cógeme la mano y apriétala. Como este mediodía he hecho yo contigo.-añado. Ella la coge y yo empiezo a pasar el algodón por el corte de su mejilla, me aprieta la mano cuando el algodón entra en contacto con su piel pero después ya no. Cuando he acabado con la herida de la mejilla empiezo con el brazo. Mientras limpio las heridas, ella mantiene los ojos cerrados por lo que la miro y la miro sin pensar lo que estoy haciendo. Aprieta mi mano sin hacerme daño, pero fuerte. En ese instante entra el señor Davenport. Se queda mirando nuestras manos unidas pero luego me mira a mi con una ceja alzada. Con que Bree tiene los ojitos cerrados, no ve nada de lo que está pasando.  A la expresión del señor Davenport se añade una sonrisa torcida y se cruza de brazos. Pasa por detrás de mí y se acerca a Bree. Le toca el hombro y ella se sobresalta.

-Chiquitina, saca el labio, que te lo cure.-le pide. Ella obedece y saca el labio inferior hacia fuera. El señor Davenport le cura el labio y yo, después de unos minutos, acabo también.

-Ya he terminado. ¿Puedes andar bien?-pregunto yo.

-Creo que sí.-responde ella. La cojo de las manos y se levanta. Miro mi reloj y veo la hora.

-En 30 minutos empieza titanic. ¿Quieres verla?-sigo hablando yo.

-Sí, que hace ya unos meses que no la he visto.-responde Bree con una sonrisa. Ahora está más contenta. La sujeto por unos pasos hasta que veo que puede andar bien. La suelto y los dos juntos nos bajamos al comedor. Todos miran a Bree al bajar, y se acercan a ella.

-¿Estás bien?-pregunta Leo al llegar a su altura.

-Sí, tranquilo. Estoy perfecta, bueno, menos por los rasguños.-le contesta a Leo con una sonrisa.

-¿Enserio? ¿Solo rasguños?-pregunta Adam.

-Es mejor minimizar el problema.-contesta Bree. Se encoge de hombros y mira a su alrededor.-¿Os importa que haga una vídeo llamada con mi hermano?-pregunta Bree.

-Claro que no.-respondemos Adam, Leo y yo a la vez. Bree coge su móvil y llama.

Prohibido dejarte sola #brase |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora