Un nuevo día empezaría.
Narra Rubén.
Siendo ya viernes tendría que escuchar de papá, el discurso que prepara en casa para los señores que trabajan con él en la iglesia.
Debía ir con él luego de clases.
Escuchar era diferente a cada palabra dicha por papá.
Cada cosa que escuchaba era la prohibición que he hecho ayer. (Suspiré) Me iré a un lugar nefasto a pagar por lo que hice el viernes?
-No debes caer en tentación y corregirás la rama que quiere torcerse.
-Encaminarás el bien, cuidando lo que has cosechado eliminando cualquier plaga.
Las palabras eran vacías ya que no podría creer como mi vida luego de estar en aquel lugar más que distinto a la iglesia no podría ver a este lugar en el que he pasado años como antes.
Sentía incomodidad al no verme como el niño de antes. Siento que ya no soy quien vio mas que prohibiciones, es que no comprendo porque esta mal lo que hice?
En su momento vi a papá y quise decirle lo que he hecho; me detuve, era imposible encontrar las palabras para su comprensión pues no existe, este nunca entendería o peor aún apoyaría lo que he hecho con Samuel.
No pude hacerlo, vi como los labios de papá se movían pero esto ya no va conmigo.
La misa de papá ha terminado y saldría diciendo que debía ir a la ciudad.
Recogería el libro que me faltaba sabiendo que sus ocupaciones serían diferentes a las mías.
Nuevamente dejaría que me marchara sin él.
Tomé la patineta y saldría a la ciudad con la sensación de Samuel en mis labios. Sé que es una locura al pretender que quiera que suceda nuevamente pero debía intentarlo. Rogaba en silencio que él este en el mismo lugar, que perciba mi ansiedad por repetir lo de ese día.
Estaba muy cerca por lo que paré en el lugar donde lo vi fumar pero no estaría en aquel lugar.
Tenía miedo al ver que el local donde lo vi trabajar estaba cerrado, vale el letrero lo decía pero las puertas estaban ya abiertas.
Esperaría como idiota nervioso para respirar con tranquilidad cosa que no sucedía pronto.
Finalmente caminé a su local.
Empujé la puerta sabiendo que estaba ocupado.
Lo vi.
Respiraría con torpeza al notar que está haciendo su trabajo.
El cliente el cual le estaban haciendo un tatuaje debajo de la segunda vertebra voltearía.
-...Disculpa, yo hum.
Era lo único que me vendría a la mente al pensar en lo tonto que era por buscar lo mismo de ayer. Un maldito beso era lo que necesitaba, no comprenden la negación que me impuse al impulso de querer saludarlo así. Era cruel tenerlo tan cerca y no poder hacerlo.
Detuve la manija de la puerta con tal fuerza que creí la rompería, sin embargo también empecé a saltarla pues no tenía mucho sentido el haber venido solo por un beso. Voltee, sostuve la patineta para salir de aquel lugar.
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Rompe mis alas. /Rubegetta
FanfictionUna sensación nueva por un tipo desconocido. Que eran las advertencias que decía papá (Las ignoraba al pasar las manos por sus tatuajes)