Casi como respirar.

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Lana se ha ido a alistarse; ella muy feliz de haber vuelto con Luzu, él hablando con sus ahora huéspedes.

Narra Samuel.

Era raro volver a vivir con más personas; raro saber que hay comunicación, más raro que lo anterior tener comida saludable.

-Chiqui... has notado que somos más felices que antes?

-Sí...

Rubén estaba recostado en mis piernas del sofá cama en la sala de Luzu.

Empecé a enredar mis dedos por su cabellera; ansioso estaba, feliz que el universo nos permita estar juntos otra vez.

-Rubegetta...

Susurre.

-Qué?

Él se impuso la duda a esa palabra que he dicho.

-Nada, olvídalo.

-Rubegetta? Qué es?

Entonces si escuchó bien. Sonreí.

-Una bobada.

-Pero que es?

No dejaba de tener esa expresión de intriga.

-Nosotros Chiqui...

-No entiendo.

-Uno de mis tatuajes es de un personaje de anime.

-De dragón ball.

-Pues si...

Es que era una bobada tener que decirlo.

-Entonces tú te llamas Rubén y como me gusta Vegetta pues es la unión de nuestros nombres, por eso dije que era algo bobo.

-No, claro que no. Lo has pensado por la foto de Luzu y Lana que han juntado sus nombres, verdad?

-Claro, pues el nuestro no se escuchaba tan bien como el de ellos pero Rubegetta se escucha agradable.

-Se llama shippeo.

-En serio?

-Sí, pero nosotros somos real.

Nos reímos un rato, añoramos esa foto en la mesa de la sala.

Nosotros podríamos tener una foto así, necesitaba saber que nos vemos igual en fotos como lo que siento por Rubén.

-Sabes Chiqui...

-Dime.

-Te extraño tanto...

Miraba sus labios, tocaba su cintura, sabiendo que él esta tan cerca.

-Pero si estoy acá justo ahora.

Él no entendía a lo que iba, supongo que pienso más en eso que él.

-Chiqui... no aguanto tenerte cerca sin poder tenerte...

Puse su cuerpo de espalda.

Empecé a bajar su pantalón notando la etiqueta de su ropa interior.

-Espera... han dicho que esperemos...

Notaba como trataba zafar.

-Solo será la puntita.

Sonreía al notar como de la cintura para abajo estaba desnudo.

No fue solo la puntita (Reí horas más tarde al verlo feliz, sabía que quería pero se preocupaba mucho por mí.)

Narra Rubén.

Estaba en la ducha.

Sentía pálpitos en las piernas, era un hormigueo y sentía la fuerza de las manos de Samuel aun en la cintura.

Rompe mis alas. /RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora