Quiero ir y decirle que deje de hacerlo. Que no siga entrometiéndose en todo lo que Keyra hace, ni riéndose como chimpancé cada vez que ella entra en algún lugar, porque eso la hace ver como una niñata tonta y es molesto. Pero creo que sólo me haría quedar como un perdedor decírselo —o peor, como un baboso con pintas de defensor —, por lo que decido darle un poco de lo suyo, hacer exactamente lo mismo que ella hace.
En cuanto terminamos de comer, Harry y yo nos acercamos a su mesa. Él para hablarle a Brandy, supongo, y yo, para fastidiar un poco a Megan.
Brandy resopla despectiva al vernos de pie junto a su mesa, pero Harry no vacila ni un segundo y la toma de un brazo con suavidad, para llevarla un poco más lejos y poder conversar en paz, sin que Megan y Jo se entrometan, como en todo. Aunque no cabe duda de que más tarde le preguntarán todo a ella de cualquier manera.
—Alguien aquí no se da por vencido —suspira Megan, apoyándose con los codos sobre la mesa. Como es de esperarse, se ríe de su comentario, por innecesario que haya sido.
—Vaya, Megan, eres tan graciosa —digo con ironía, e incluso suelto una risa burlezca al mismo tiempo en que me apoyo sobre la mesa con la palma de mi mano abierta.
Ella me mira, acosándome con sus ojos perfilados con negro, pero aun le sostengo la mirada, de alguna forma desafiándola. Y sé que probablemente está comprendiendo hacia dónde quiero ir, pero se lo digo de todos modos.
—Deja de fastidiar a las chicas, Megan. Te aseguro que caes mejor cuando mantienes el bajo perfil, el problema es que no lo haces demasiado seguido y estás dejando que tus celos de ellas se noten demasiado.
Para cuando llaman a todos a subir al bus de campamento, Liam, Louis y yo ya nos hemos encontrado junto a la salida trasera del campus. El día está gris, húmedo y helado, sin embargo no comienza a llover aún, y agradezco una vez más poder escapar de ésta semana de lluvias y ventiscas en la ciudad. Nada como Lake district en ésta época.
De un minuto a otro, se forma un gran tumulto de gente al rededor del enorme vehículo, aparcado a varios metros de nosotros.
Liam hecha carrera apenas ve a Toffee salir con su infaltable maletín de ruedas rosa, mientras Lou y yo lo observamos, aún sentados sobre el asfalto húmedo, acercarse a ella, plantarle un beso en los labios, abrazarla y quitarle el maletín de las manos para seguir arrastrándolo por ella hasta meterse en medio del gentío que espera para meter sus cosas en el maletero.
Unos metros más atrás veo a Keyra caminando a paso apresurado con un bolso muy modesto colgando de sus manos. Se ve complicada, apesar del reducido tamaño que tiene.
—Nos vemos, amigo—Digo y me pongo de pie de un brinco.
—Tengo que conseguir una novia—se queja gracioso.
Niego con la cabeza y, aún sonriente por su comentario, me aproximo a ella a trote. La rodeo con mis brazos, haciendola tropezar hacia adelante, pero sosteniéndola a tiempo.
—¡Boo! —Exclamo, sabiendo que sí la he asustando, por el respingo que dió al sentirme.
—¡Niall!—Chilla con falso enojo. Cuando comienza a reírse, sale vaho de su boca, haciendo que me pregunte en un principio si siente frío, pero imagino que no, pues va muy abrigada y se ve bastante cómoda bajo su sweater, tres tallas más grande que ella.
La hago reír un poco y acarreo su bolso durante los siguientes veinte o treinta pasos hasta el bus. Nos preocupamos de dejarlo a salvo dentro del maletero para subir al bus junto con las últimas cinco personas que faltan. Encuentro dos asientos libres detrás de Harry y Brandy y me siento al lado de la ventana, pero Keyra se queda de pie, mirando a todas partes y pensando en quizás qué, hasta que se sienta al fin y la rodeo con un brazo para apegarla a mí. Me vuelve loco por un instante, sin embargo logro contenerme.
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Keyra en las nubes (fanfic n.h)
FanfictionNiall nunca se ha enamorado. En su penúltimo año de instituto, lo único que le preocupa son las tardes de pizza y videojuegos con sus amigos, salir de fiesta y no tener problemas. Hasta que la extravagante hermanastra de su mejor amiga llega desde e...