Keyra en las nubes (fanfic n.h)

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No soy un gran fanático de las galletas, pero me meto una a la boca sólo para seguir su juego.

—¡Áds güe edizioza! —Exclamo de vuelta, permitiéndole ver las migajas en mi boca y Keyra explota en una sola risotada. 

—Estás loco, Horan. 

Estoy loco. Sí. Porque ella saca lo mejor de mí, saca mi lado positivo, mi buen humor y la parte de mí que quiere ser graciosa para hacerla reír y ver su sonrisa partida por horas. 

—¿Qué han hecho hoy en clases? —pregunta cuando vuelve a serenarse. 

Enarco una ceja. —¿No deberías haber asistido y saberlo tú misma? 

Cruza los brazos por sobre su pecho, haciendo que la curva de su cintura por ambos lados quede a la vista. Guau. Ha hecho tanto frío durante todo el mes, que no tuve la oportunidad de ver esa parte de su cuerpo antes, no sé cómo es que no me fijé durante el campamento. Pero ahora que lo veo, ¡vaya! Keyra tiene buenas curvas. 

—¡Hey! Yo hago las preguntas aquí —Salta su voz aguda. Al parecer hoy está de un humor especialmente travieso.

Sigue en la misma posición, y por mucho que quisiera no verla de éste modo, sigo siendo un chico, y somos seres totalmente visuales, sin embargo, sigue sintiéndose diferente cuando se trata de Keyra Johnson. 

Si no dejo de pensar en esto ahora, se me van a desorbitar los ojos.

—Pues yo debería hacerlas —discuto —. La sospechosa eres tu, por haber faltado a clases.

No tengo intenciones de acelerar la conversación porque sé que en algún momento voy a preguntarle  dónde estuvo. Además, en este momento sólo me importa fastidiarla un poco con algo de debate. Sé que va a ganar, Keyra siempre va a ganar en nuestras discusiones. 

—Vale. Tú ganas —admite. 

¿Ella acaba de perder? Me desternillo de risa ante el derrotado tono en su voz, pero respondo a su pregunta de todos modos. 

—Pues, en física nos han enseñado... —genial, acabo de recordar que no me concentré durante la clase de física, que incluso me dormí sobre mi escritorio— Espera, no lo recuerdo—miento. En historia logré poner atención por un momento, incluso escribí algunos apuntes en mi cuaderno. Me contagia con su risa, pero me siento un poco tonto de igual forma. —Bueno, pero en historia nos han pasado eso de... —¡Excelente, Niall! Olvidaste lo poco que escuchaste de la clase y ahora te pones en ridículo frente a la chica —Eso de la época antigua, ¿cómo es que se llama? —Chasqueo mis dedos. Con suerte recordaré el título de la lección de hoy día. 

No, no logro recordarlo, mucho menos si Keyra está riéndose mientras yo intento concentrarme en algo más que en ella.

—Al parecer alguien ha tenido la cabeza en las nubes hoy día—dice. Es irónico, porque estoy tratando de decirle de qué se perdió a quien fue la razón de mi poca concentración. Ella no asiste a clases, yo me la pierdo gracias a ella. —¿Lo ves? No hay una gran diferencia entre nosotros. Yo no fui a clases, pero tu no lo recuerdas —agrega. Ah, eso es exactamente lo que yo acabo de pensar, ¿no?

—Quizá no estaba en las nubes, todo depende de dónde hayas estado tú. —Sí, ¿por qué diablos acabo de decir esa estupidez? 

—¿Qué quieres decir? —pregunta, mirándome desentendida. Supongo que la vida acaba de darme la oportunidad de eliminar la tontería que dije, haciendo que Keyra no lo comprenda. La vida es buena.

—¿Dónde estabas? 

—Salí con mi papá. ¿Qué tiene que ver eso? 

—No importa—me apresuro en decir—. ¿Y cuál fue la razón para golpear al idiota de Hornmann en la cara?