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—Bien. —Se aclara la garganta—Uh, comenzaré por mi mamá, supongo. 

—Por favor, sólo comienza. 

—Sí, lo siento—suspira—. Mamá murió a causa de la leucemia, te había dicho eso, ¿no? —asiento impaciente. —Por eso yo crecí y fui educada por Mimi, que es su única hermana. Lo normal hubiese sido que papá se quedara con mi custodia, pero Mimi se las arregló para que no fuera así. No es que ella sea mala, en realidad es genial y me quiere como a una hija, pero papá solía ser muy irresponsable cuando era más joven y yo recién había nacido, supongo que Mimi nunca se lo perdonó y nunca creyó que el podría cuidar de mí. Papá tampoco es malo, él ahora es muy distinto a como fue alguna vez, si es que realmente lo fue, porque todo lo que sé me lo ha dicho Mimi y ella no es realmente objetiva con los hechos. Pienso que de algún modo ella sólo ha canalizado su pena por la muerte de mamá en forma de odio hacia mi papá, pues él, además de mí, es lo único que ha quedado de su recuerdo. Mimi trata de culparlo por su muerte, no sé por qué, ni siquiera tiene sentido. 

—¿No te molesta eso?

—Muchísimo.

—Pero, ¿Mimi lo sabe?

—Ella lo sabe —dice—. Creo que ni siquiera necesito decírselo. Mimi sólo habla pestes sobre él y lo hace con una voz desagradable, se siente como si me estuviera regañando cada vez que tiene algo que decir de papá.

—Pero, ¿no le importa que tú seas su hija?

—Yo pienso que no se da cuenta del daño que causa. Terminé por acostumbrarme, de todos modos.

—Por eso es que mentiste para venir aquí...

—Sí. 

—¿Qué hiciste, exactamente?

Suspira de nuevo. Tengo la impresión de que ella va a suspirar antes de responder a cada pregunta que yo haga. 

—Hace un par de años tuve una amiga muy cercana, con la que compartía gran parte de mi tiempo. Mimi conoció a sus padres y se llevaron muy bien, luego ella y su familia vinieron a vivir a Londres y terminamos por perder el contacto. Le dije a Mimi que ellos me habían invitado a vivir aquí por un tiempo, una especie de intercambio. Puede sonar extraño y poco creíble, pero mi relación con ella era diferente, ellos realmente estarían dispuestos a mantener a una amiga de su hija durante dos años, de todos modos Mimi deposita dinero en mi tarjeta cada mes para alivianar la carga monetaria.

—¡¿Y tú lo usas?! 

—¿Estás loco? Sólo he dejado que todo se acumule ahí, no he necesitado ni un peso de ese dinero. —Exclama y me mira como si la hubiese ofendido. Sólo entonces, bajo la luz tenue del sol que termina de esconderse, me doy cuenta de que lleva un poco de maquillaje, y me fijo en la ropa que lleva, muy distinta al tipo despreocupado que siempre utiliza. Y se ve maravillosa, debí haberlo notado antes.

—Lo siento—digo, no sé por qué. —Continúa. ¿Qué fue lo que le dijiste a Will? 

—Bueno, con Will fue muy fácil. Él y Mimi dejaron de hablar hace años y yo me preocupé de hacer todas las llamadas necesarias, le dije que Mimi había perdido su empleo y que se estaba haciendo difícil para ella mantenerme a mí, a la casa y todos los gastos que eso implicaba. Le dije que ella realmente necesitaba que yo fuera a vivir con él, pero que estaba demasiado avergonzada como para aceptarlo y que ambos sabemos lo orgullosa que ella es. Supongo que esa es la única parte verdadera de toda esta historia —bromea, pero no le encuentro la gracia—. En fin, esa fue la excusa perfecta para hacer todos los arreglos sola. Así fue como llegó el día del viaje y papá ya se había preocupado de inscribirme en el mismo instituto que a los chicos y todo eso.

Keyra en las nubes (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora