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La alarma de Harry comienza a sonar, y al abrir mis ojos los siento ásperos y secos. Si sigo durmiendo sólo dos horas diarias voy a perder la cabeza. 

Trato de quitarme el sueño rascándome los ojos frenéticamente, mientras Harry se estira y bosteza. Salta de la cama para buscar su ropa, y antes de entrar en el baño, revisa su teléfono, por mensajes de Brandy, seguramente. 

Estoy felíz por ellos, porque ya nunca tienen discusiones, y estoy seguro de que se debe a que Brandy se desligó por completo de la complicada amistad que sostenía con Megan y Johanna. Siento que Megan, de algún modo, los dejo tranquilos para comenzar a molestarme a mí con todo el asunto de Keyra. Es como si se hubiese convertido en una fastidia noviazgos de medio tiempo. En un principio creía que ella sólo estaba celosa del tiempo que Brandy pasaba con Harry en vez de ellas, ¿pero Keyra? Ellas jamás serían amigas, y yo tampoco de Megan, por lo que... ¿cuál es la razón?

Como sea, ya lo logró. Y debería estar tranquilo de saber la verdad ahora, pero no lo estoy en absoluto. 

Quizá debí preguntarle más cosas a Keyra, alguna razón. Excavar más profundo y ya estaba. 

—Amigo, como sigas pensando, tu cabeza va a explotar —murmura Harry al salir del baño. La gran nube de humedad se mete a traves de la puerta antes de que él la cierre. 

Suspiro y asiento. 

El sueño que no pude sentir en casi toda la noche, comienza a presentarse durante la clase de física. Estoy demasiado cansado como para concentrarme aunque sea un poco. Recuerdo cómo Keyra odia esta clase a pesar de sus constantes descubrimientos banales y su mente observadora, y cómo intenté discutir con ella, defendiendo a la física sólo para fastidiarla hace apenas dos o tres semanas atrás.

Como sea, dudo que le desagrade tanto ésta clase como para no haber asistido hoy. Algo le está pasando, y aunque quisiera creer que tiene que ver conmigo y nuestra ridícula ruptura después de tres días, cada parte de mí save que yo no soy la razón. 

La vibración de un golpe sobre la superficie de mi mesa me despierta, para encontrarme con la mirada severa de Defius justo sobre mí. 

Le lanzo una mirada a Harry, quien trata de repirmir una risa. 

—Señor Horan, si no le interesa mi clase, tiene la libertad de salir por la puerta —dice, apuntando hacia el costado de la sala. 

—No, no —digo. —Lo siento. 

Me incorporo sobre mi asiento y trato de quitarme el cansancio de los ojos, tal como hice por la mañana. En realidad muero por salir del salón para ir a dormir, pero sé que no debería. Si continúo haciendo y pensando en otras cosas durante las lecciones, terminaré por reprobar muchos ramos, y eso no está en mis planes. No por una chica.

 La clase de historia pasa más o menos del mismo modo, y para el horario de almuerzo me siento por completo derrotado, pero insisto en utilizar el resto de energía que tengo para conversar y reírme con los chicos. Yo sé que es cosa de tiempo el volver a concentrarme en mis materias y poder ver a Keyra como una amiga realmente, y supongo que el hecho de que ella no esté presente por hoy podría estar ayudándome. 

Los chicos no deben haberse enterado aún sobre nuestra ruptura, ¿cómo lo harían? Sólo Harry y Toff lo saben hasta el momento, y han estado pendientes de mí, mirándome cada vez que alguien dice algo gracioso, como si estuviesen asegurándose de verme reír también. 

Toffee no tomó bandos, eso es genial. Aunque sabía que no lo haría, ella no es así.

Una vez en mi habitación, busco mi teléfono en el cajón de mi mesa de luz. ¿Qué tal si le envío un mensaje? Se supone que seamos amigos, como antes. Y antes nos enviábamos mensajes de vez en cuando. Por lo demás, realmente quiero saber de ella, y por qué se ha saltado tantas clases. 

Keyra en las nubes (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora