Will, Toffee y yo estamos en la habitación cuando su corazón deja de latir. Hemos esperado a que suceda por opción propia, y estar ahí es definitivamente la decisión más dolorsa que he tomado jamás, pero era necesario. Lo único que recuerdo del momento en que el pitido prolongado comienza a sonar, es el llanto ahogado de Toffee, pidiéndole que por favor no nos deje.
El funeral es en la tarde del día siguiente y durante toda la mañana conduzco por la ciudad sin un objetivo, sólo para matar el tiempo, desde que no sé qué hacer antes de que sea la hora de asistir a la ceremonia y tengo mucha ansiedad.
Más temprano esta mañana he tenido una crisis de pánico, como le llaman. Pero estoy mejor ahora. Dijeron que probablemente tenga más durante los primeros días, pero es normal.
El ambiente está muy húmedo y mientras conduzco, paso por una pequeña porción de nube en la Avenida principal, es uno de esos días en que se forman acumulaciones de humedad a baja altura, y parecen nubes, pero en la calle. Y pienso en Keyra al pasar por ahí. Pienso en ella y en cómo jamás va a entender la existencia de las nubes.
Al llegar al parque en que se celebrará el funeral, todos mis amigos ya están ahí. Harry se acerca a mí y me da un abrazo muy apretado. Me mira como si fuese a decirme algo, a darme su «más sentido pésame», como todo el mundo, pero dice algo mejor.
—El traje formal te queda bien. Keyra debe estar muriendo por besarte ahora mismo.
Sonrío de medio lado y niego con la cabeza. Comenzamos a caminar juntos y nos sentamos sobre una pequeña banca de madera, algo alejada de las personas.
—La recordé hoy —digo, pero me doy cuenta de que eso no tiene sentido, porque en realidad no he dejado de pensar en ella ni un minuto.
—¿Sí? —Harry pregunta, dispuesto a escuchar.
—Estuve toda la mañana conduciendo por la ciudad y pasé por dentro de una nube. Fue como si ella hubiese estado ahí, en el asiento del copiloto, como siempre. Keyra dice que las nubes no tienen sentido, porque no entiende cómo es que se forman. Entonces pasé a través de esta enorme masa de humedad y pensé que si ella hubiese estado ahí conmigo, probablemente habría estado lo suficientemente distraída como para darse cuenta. Y yo le diría "mira Key, estamos pasando por dentro de una nube", entonces ella se apegaría a la ventana, con sus manos estiradas sobre el cristal frío. Y se formaria lentamente una sonrisa en sus labios, luego se reiría y me miraría, como si estuviese agradeciendome por meterla dentro de una nube, cuando en realidad yo no he hecho más que seguir el camino de siempre para volver a casa.
Al momento en que dejo de hablar, Harry sorbe por la nariz. Le miro a la cara y ya tiene las mejillas marcadas por el recorrido que hacen las lágrimas desde sus ojos hasta su mandíbula. Presiona los dientes, como si con eso pudiese dejar de llorar.
—Joder—dice, presionando dos de sus dedos en sus ojos. —Lo siento, Niall.
—Está bien—digo tranquilo.
Harry da un discurso a nombre de todos nosotros durante la ceremonia. Recuerda cosas típicas de ella y nos hace reír entremedio del llanto. Yo no he dicho nada, porque no he sido capaz.
Dos días después es Navidad.
Ha sido la peor Navidad de todos los tiempos, pero al menos no fingimos estar felices por ella. Odio aquellas familias en que fingen sentirse felices con el pretexto de que deben estarlo «por aquella persona». Pues nosotros no hicimos eso. Mamá y yo pasamos la cena de Navidad en la casa de Keyra y rezamos, luego hablamos sobre ella y lloramos un poco.
Me preocupé de decirle a todos que los regalos de Keyra eran aquellos que no estaban envueltos en papel. Ella me obsequió un cuaderno lleno de dibujos de mí mismo. Jamás me di cuenta de que ella me dibujaba, pero, como siempre, me sorprendió. Había una pequeña nota junto a los dibujos en los que se disculpaba por no darme algo más elaborado, pero que nada de lo que había intentado comprar le pareció suficiente para mí.
Más tarde llamo a papá para disculparme con él por no ir a visitarlo en esta Navidad, pero prometo ir a su casa pronto, entonces mamá y yo volvemos a casa temprano y ya estoy acostado con la luz de mi habitación apagada cuando son apenas las 11pm, pero está bien. Se siente bien.
Reviso algunos de los mensajes de condolencias en mi celular, luego Megan me llama y estamos un buen rato hablando. Le deseo una Felíz Navidad.
—Felíz Navidad para tí también, Nialler. Aunque no sea la mejor de todas, y aunque no estés felíz.
Tiene razón, no estoy felíz, pero parte de mi está agradecida por su agradable llamada.
Después de cortar, reviso la galería de mi teléfono y encuentro el video que grabó Keyra hace exactamente una semana.
Es perturbador volver a ver un vídeo que ella misma grabó hace unos días, cuando aún estaba viva. Hace menos de una semana, Keyra estaba viva. Hace menos de una semana la besé y dormi con ella. Y limpié sus lágrimas.
«No es malo, sólo es un miedoso llorón y cree que moriré por cruzar el umbral de la puerta», dice su voz aguda en el video. La cámara apunta a sus rodillas flectadas en el asiento de copiloto.
Yo me largo a reír justo cuando ella deja de hablar.
«Esa es—hace una pausa y la cámara apunta hacia mi—la risa más linda de todo el mudo. La risa de mi novio.»
«¿Estás grabando? ¡Hey!»
«¿Qué? Sólo quería probar la cámara.» «Oye.»
«¿Sí?»
«Te amo.»
Miro hacia la cámara. «Yo también te amo, bebé.»
Keyra voltea el lente hacia ella y sonríe exageradamente durante menos de un segundo. Entonces el video termina. Y vuelvo a reproducirlo.
«No es malo, sólo es un miedoso llorón y cree que moriré por cruzar el umbral de la puerta»
Repito el video una y otra vez durante toda la noche. Toda.
Y durante 24 segundos, Keyra vuelve a estar viva.
Una y otra vez.
Fin.
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Keyra en las nubes (fanfic n.h)
FanfictionNiall nunca se ha enamorado. En su penúltimo año de instituto, lo único que le preocupa son las tardes de pizza y videojuegos con sus amigos, salir de fiesta y no tener problemas. Hasta que la extravagante hermanastra de su mejor amiga llega desde e...