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Quiero reírme y explicarles en detalle lo genial que fue ver cómo Keyra golpeó a Hornmann en la cara, indicarles el moretón en su mandíbula y que ellos se rían conmigo, pero no alcanzo a abrir la boca cuando interviene.

—Ah, si—dice. Aprieta la botella en su mano, haciendo que el plástico chille y se arrugue por los lados. —¿sabes, Horan? No me molesta en realidad. Digo, si este es el costo que debí pagar por besar a tu novia y ser la razón de que ustedes dos rompieran, supongo que es justo y vale la pena —se encoge de hombros, pero aún no termina. Hsta ese momento me encuentro presionando los dientes para mantener el control sobre mí mismo—De todas formas, ¿crees que pueda hacer parecer este moretón más como una marca de beso? Eso lo haría ver más sexy, sobre todo si digo que es de Keyra, ¿A que piensas lo mismo?

Suficiente. Trato de llegar a él para molerlo a golpes, pero Louis me toma de un brazo y Zayn del otro en mi camino para ponerme de pie. Tiran de mí de vuelta hacia atrás. Siento la rabia quemarme bajo la piel, y aún más al no poder golpearlo.

Cabrón retorcido. Hijo de puta.

Grito.

—¡No vuelvas a hablar así de ella, carajo! —Intento zafarme de mis amigos, pero siguen reteniéndome. —¡Cabrón retorcido, ella es mía, joder! ¡Es mi novia!

—Hornmann, amigo. Vete, ¿sí? —dice Lou con calma, aún haciendo fuerza contra mí— Sal de aquí, en serio. Ahora.

Hornmann me mira una vez más y sonríe con burla. Lo mataría aquí mismo si no fuese porque Keyra me mataría a mí si yo lo hiciera. Y Ellison. Y un montón de personas más. Incluso he evaluado todas las posibilidades de golpearlo o empujarlo por las gradas hacia abajo antes de que saliera de en frente mío. Volarle la cara de un golpe y verlo rodar hasta el suelo me hubiese tomado apenas dos segundos. Y hubiese sido alivianador.

Tomo una respiración fuerte y rápida, y aunque quisiera, no podría dejar de presionar los dientes y todos los músculos de mi cuerpo mientras lo veo bajar las escaleras con esa maldita tranquilidad.

Estoy jadeando de ira y sigo sintiéndo ese maldito calor en todo mi cuerpo.

—Ve a golpear algo, Niall. Te está saliendo humo—dice Liam golpeando mi hombro. Zayn y Louis me sueltan al fin y salgo por la puerta trasera del gimnasio en un intento fallido por caminar lento y tranquilo.

Joder, no puedo creer que aún existan imbéciles de su tamaño. Aún quiero molerlo a golpes. Deformarle la cara si es posible, para que jamás pueda volver a sonreír de esa forma mientras habla de mi novia. Odio la forma en que sigue creyendo que tiene algo que ver con Keyra, pero odio aún más la inseguridad que siento cuando está cerca, como si de alguna manera pudiera quitarme a mi novia aún. Hornmann sabe que me provoca todo esto, y disfruta haciéndolo. Hijo de puta.

Una vez fuera del gimnasio, trato de caminar para calmarme y doy algunos pasos por acá y por allá, aún jadeante. Pero no puedo, carajo, quiero matarlo.

Me acerco a la pared exterior del edificio y en un pensamiento, mi puño ya está chocando contra la piedra irregular del muro.

Cada vez que hablo, mis nudillos vuelven a chocar contra la piedra laja:

—No. Te acercarás. A mi novia.

Hasta que, como si Keyra pudiese mirarme en este momento, mi teléfono vibra tres veces en el bolsillo de mis tejanos. Me detengo. Aún a centímetros de la muralla, trato de calmar la respiración. Doy dos pasos hacia atrás y camino un poco al rededor, mirándome la punta de las zapatillas antes de suspirar y sentarme.

Aún necesito calmarme. Me repito que no vale la pena un montón de veces, mientras miro mis nudillos magullados en la mano izquierda. Suspiro, me quito el sudor de la frente y cojo mi teléfono para abrir el mensaje. Entonces me doy cuenta de que son en realidad tres, todos de Keyra.

Keyra en las nubes (fanfic n.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora