Una entre muchas pistas

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Una vez que había amanecido, el dúo se encaminó hacia la gobernante quien esta vez finalmente se veía tranquila.

-Buenos días Majestad-dijo Alicia.

-Buenos días mi campeona. Y buenos días también para ti Tarrant-habló Mirana.

-Lo mismo digo majestad-confirmó el Sombrerero.

-Gracias al cielo que están aquí. McTwisp tiene descifrado el acertijo del folio que habías descubierto el otro día querida-dijo la reina con una sonrisa.

-Oh que buena noticia-dijo Alicia.

-Vengan conmigo-habló Mirana.

-Al fin sabremos tanto misterio. ¿Qué crees que diga?-le cuestionó Alicia al Sombrerero.

-Probablemente el misterio de por qué la reina roja engordó tanto la última vez-dijo el Sombrerero.

-Tarrant-dijo ella sorprendida.

-¿Qué?, si pudieras verla de nuevo, me crerías-dijo el Sombrerero.

Alicia miró sonriente a su amigo y tras eso rió por tan semejante comentario. Sólo a su querido amigo se le podría ocurrir algo así.

-Hola amigos-dijo el conejo.

-¿Como te encuentras McTwisp?-dudó Alicia.

-Bien, gracias por preguntar Alicia. Quería informarles que he logrado descifrar el mensaje de la cuartilla que hallaron-dijo el conejo.

-Sin más rodeos McTwisp, habla-dijo la la joven.

-El mensaje es breve pero interesante, dice:
Combatirlo es difícil, quizás el peor de los trabajos. Pero debemos omitir nuestro terror, sino él crecerá-habló McTwisp.

El grupo permaneció pensativo. Parecía ser algún acertijo. Sin embargo, tenía más probable respuesta que el enigma del Sombrerero sobre el cuervo y el escritorio.

-¿Qué se supone que significa?-dudó Alicia.

-No tengo idea. Tal vez lo descubramos con el paso del tiempo-dijo el conejo.

-Puede ser-habló la joven de dorados mechones.

La noche había caído, a pesar de que el día fué muy dilatado únicamente por el hecho de que Alicia intentaba averiguar la respuesta del folleto.
La joven se encontraba dormida en su cuarto. Al parecer se encontraba en uno de los jardines del castillo imaginó estar sola, pero resultó todo lo contrario.

-¿Absolem?-habló Alicia.

-El verdadero-asintió la sabia mariposa.

-¿Esto es un sueño, no es así?-dudó Alicia.

-En este caso, si lo es. El resto es tan real como esa bestia que vaga por ahí-comentó Absolem.

-Respecto a eso, ¿qué significa el mensaje que descubrimos hoy?-dijo la joven.

-Eso depende de ti-respondió la mariposa.

-¿Qué quieres decir?. No soy sabia como tú para traducir el texto-dijo Alicia.

-No hace falta, cabeza hueca-le respondió.

-Creí que había quedado claro que no me dijeras cabeza hueca-se molestó Alicia.

-Entonces piensa. Todo a su tiempo Alicia y con su paso, incluso descubrirás hasta lo más absurdo-dijo la sabia mariposa.

-Sigo igual-dio respuesta la joven.

-Es tu deber descubrirlo por ti misma, tu tienes el mando y nadie puede arrebatártelo, te darás cuenta de lo que te digo más adelante porque incluso saldrá de tus palabras. Cuando en verdad te encuentres entre la espada y la pared-dijo Absolem.

-¿No puedes decirme algún otro dato?-dijo Alicia después de permanecer pensativa.

-Él vive de tu temor-le respondió Absolem.

-¿Quién?-dudó ella.

-Viaje bueno Alicia-se despidió la sabia mariposa.

-¡No! ¡Espera! ¡Aún no me has dicho nada!-exclamó la joven.

De repente todo parecía únicamente bruma y sin enfoque. La rubia despertó pensativa por la charla con Absolem.

Alicia: Guerrera Del País De Las MaravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora