Al día siguiente, la dulce rubia se encaminó a la planta baja.
-Buenos días majestad-saludó la alegre joven.
-Me alegra que despertaras mi estimada campeona-contestó Mirana.
-¿Sucede algo malo?-le preguntó Alicia.
-No, tranquila. Desde la última vez que hubo problemas todo ha estado más tranquilo-habló la reina blanca.
-Esa es una buena noticia..-justo en el instante en que que la joven habló, Tarrant caminó frente a sus narices. Obviamente, persistía molesto por lo sucedido, causando que un suspiro saliera de los labios de Alicia.
-Como te decía querida. Acompañanos en el desayuno-propuso la reina blanca.
-Por supuesto-asintió Alicia.
-En ese caso, le avisaré a Thackery para preparar todo-le dijo la reina.
Mientras que la delicada reina blanca se había ido con la demente liebre, la joven aprovechó que el Sombrerero estaba ocupado en el patrón que deberían llevar los cubiertos. Ella se acercó con él, aún se podía apreciar que en su rostro tenía el ceño fruncido y se mantenía serio. Alicia tratando de calmar el asunto, trataba de encontrarse con la mirada de Tarrant, incorporándose con él. Sin embargo él desviaba su mirada.
-¡Hey!-habló la joven con suave voz.
En ese momento, el Sombrerero seguía desviándose a la joven. Se dirigió donde se encontraba la bandeja con tetera y platos.
-¡Tarrant!-llamó la joven al Sombrererero.
Únicamente, él alejó a la rubia cuando pasaba con la bandeja en manos. Alicia bajó el sombrero de su estrambótico amigo como método de llamar su atención.
-¡Alicia!-habló Tarrant.
Con dificultad, logró colococar los trastes sobre la mesa mientras que la joven intentaba evitar una risa. Acto seguido, Tarrant levantó su sombrero y volvió a mirar, pero no por mucho, pues la joven de mechones rubios se encargó de volver a bajar su sombrero a la altura de sus ojos.
-Alicia basta-le dijo el Sombrerero. Volvió a subir su sombrero. Ella colocó su mano sobre la mejilla de Tarrant y con voz suave habló.
-Tranquilo gruñón, que una tontería no provoque discusión-le dijo Alicia al Sombrerero.
-Te dije que me creyeras. Si he hecho locuras sin sentido, pero no en ese grado-le respondió. Alicia sonrió y abrazó al Sombrerero.
-¿Qué sucede?-le preguntó el Sombrerero a la joven.
-Creo que necesitas un abrazo-le respondió la rubia entre risas.
Segundos después aparece la liebre y de un salto bajó el sombrero de Tarrant. Por tercera ocasión.
-¡Liebre!-disgustado el Sombrerero, contestó. El hecho de que no podía ver y teniendo a Alicia enganchada con él, provocó una risa por parte de los presentes.
La joven no dudó en subir el lindo sombrero de copa que cubría la vista del Sombrerero. Tal acto, causó que ambos se miraran a los ojos. Ambos se dedicaron lindas sonrisas.
-¿Aún tienen hambre queridos?-dudó Mirana.
-La verdad, sí-asintió la dulce joven.
-Me parece que no están tan molestos entre ustedes, no es así?-dijo la lirón. El Sombrerero únicamente dio como respuesta una sonrisa.
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Alicia: Guerrera Del País De Las Maravillas
FantasyNo todo resultó armonioso desde la tercera partida de la campeona con áureos cabellos y marrones luceros. Un nuevo viaje a lo casi a posible viene, acompaña a Alicia en la misión de que el "Miedo'' deje de perturbar al país de las maravillas, ocasio...