Castillo en ruinas

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Alicia y el Sombrerero se dirigían hacia Marmoreal, hasta llegar a un curioso pueblo de extraños habitantes. Aunque...Alicia dudaba de la segura ubicación que suponía el Sombrerero, la joven miró a sus espaldas y logró encontrar a un curioso hombre con cabellos tono cobrizo.

-Disculpe, señor-dijo Alicia.

El hombre miró a la campeona.

-¿Puede indicarnos donde se encuentra Marmoreal?-dudó Alicia.

-Alicia no necesitamos indicaciones-dijo el Sombrerero.

-Hacia el este, no muy lejos de aquí-respondió el desconocido.

La joven agradeció antes de partir con el Sombrerero, pero aquél hombre los detuvo.

-No deberían vagar por el bosque. En especial ahora-comentó el desconocido pueblerino.

La joven campeona asintió y finalmente se retiró junto al Sombrerero. Finalmente ambos acudieron hacia el níveo palacio, en donde la preocupada Mallymkun notó la llegada del dúo e inmediatamente se dirigió hacia ellos saliendo del castillo. Una vez que sus ágiles patas acudieron hacia el dúo habló rápido.

-Alicia, por favor sígueme-dijo la lirón un poco nerviosa.

-¿Sucede algo Mally?-dudó Alicia algo preocupada.

-Sí, la reina está buscándote, Ches se hizo cargo de encubrirte mientras regresaban, pero no podrán engañarla por mucho tiempo. Sólo finjan que recién se reencontraron y Alicia, acabas de despertar ¿bien?-comentó Mallymkun.

La rubia joven asintió y el trío ingresó al níveo palacio. La magnificencia los encontró y se dirigió alegre hacia ellos con su acostumbrada delicadeza al caminar.
Alicia únicamente abrazó al Sombrerero como si recién se hubieran reencontrado.

-Queridos, me alegra mucho que al fin estén de vuelta-dijo la reina blanca con una linda sonrisa.

Alicia formó distancia y el dúo miró a la gobernante.

-A propósito querida, espero que hayas dormido bien-dijo la blanca gobernante.

-La verdad estaba agotada Majestad. Disculpe si demoré en bajar-habló Alicia siguiendo el juego.

-Descuida linda-habló la reina.

Pero de repente, todo su animo se vino abajo.

-¿Majestad? ¿todo está bien?-dudó la joven.

-No querida, nada está bien. Síganme-habló la reina.

La gobernante y sus amigos ingresaron a la sala de trono. Una vez que la reina del submundo le había confesado los hechos a la joven, ella se sorprendió. En verdad tuvo suerte al salir ilesa del bosque cuando después de todo sus ojos se percataron de como sucedía. Era tanto su alivio, que olvidó seguir el juego de su recién encuentro con el Sombrerero.

-Majestad, lo vi-dijo Alicia asustada.

La reina frunció su ceño.

-¿Viste el color gris en el bosque querida?-dudó la gobernante.

-Sí, pero suponía que se trataba de algo normal en Infratierra-contestó Alicia.

-Pero querida. ¿Como dices que lo viste si justo ayer regresaste y tomaste tu siesta?-habló la reina.

Alicia permaneció en un incómodo silencio. La gobernante la descubrió.

-Emm...-dijo Alicia.

La reina sonrió. Había pillado a la joven, pero a decir verdad le enternecía el tipo de voz con el que habló Alicia.

Alicia: Guerrera Del País De Las MaravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora