Buenas noches

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Tarrant arropó entre sus brazos a la dulce joven con toda sus fuerzas. Como si fuera el último abrazo de sus vidas y no tenían idea de por qué lo habían hecho. Sólo tenían claro que lo necesitaban, necesitaban ese abrazo.

El Sombrerero amaba tanto acariciar esos mechones que lo inquietaban, ese aroma tan único que sólo la joven podía tener. Ni siquiera el olor de un de manzanilla podía superarlo, él había caído en el perfume natural de ella.

Mientras que ella se hundía entre los brazos de Tarrant, no podía hacer nada más que gozar de estar con él. Sin notarlo recostó su cabeza sobre la de él

-Es tarde, deberías dormir mi querida Alicia

Susurró Tarrant en el oído de la rubia dama una vez que se había incorporado en su lóbulo. A ella le había encantado el acto de Tarrant, le parecía tierno, divertido o ¿cortejo?

Alicia: Guerrera Del País De Las MaravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora