Aquí pertenezco

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-¡Alicia no!

Exclamó la angustiada reina intentando detener a la joven

-Debo ir Majestad, por favor le suplico que me diga el camino que debo tomar

-Iré contigo Alicia. No puedes ir tu sola, además sé donde se encuentra

Mia ofreció hacer compañía a la joven. Mirana como reina debía mantenerse a salvo mientras que la chica de cabellera combinada junto a la dama de mechones dorados se encaminaron hasta el lugar de origen del calabozo de la malévola mujer.

-Cuidado, puede ser peligroso

Habló Mia un poco preocupada por lo que sucediera. A lo que la rubia respondió

-No le temo a la reina roja

Finalmente ambas se adentraron para encontrarse en un lugar escabroso, sin iluminación y olor desagradable excepto para Mia, ya era costumbre para ella visitar aquél sitio.

-No bajes la guardia. No se sabe que sorpresas nos preparó

Dijo Alicia armada mientras caminaba delante de la chica de un par de colores. Alguien entre las sombras se acercaba hacia ellas, aquél hombre tomó del brazo a Alicia logrando que la rubia dama se sorprendiera e intentara atacarlo.

-¿Tarrant? ¿eres tú?

-¿Alicia?

Habló el Sombrerero una vez que reconoció esa dulce voz

-Sí, tranquilo soy yo

-¿Qué haces aquí? le dije a la reina blanca que deberías mantenerte a salvo en Mármoreal

-¿Y dejarte aquí? no lo creo

-¿Encontraron algo?

Habló Mia interrumpiendo la breve charla entre Alicia y el Sombrerero

-No es fácil ver en la oscuridad Mia. Ven conmigo Alicia

Respondió Tarrant tomando la mano de la joven y guiándola.
Finalmente después de un tiempo, encontraron a una gran parte de presos que estaban destinados a ser degollados.
Entre ellos efectivamente se encontraba Carl Odverst, no demoraba la libertad de cada quien y finalmente salieron libres de aquella horrible cueva. Lo que mantendrá furiosa a la mujer de corazones.

La luna había salido mientras tanto en Mármoreal, todo había salido a la perfección

-Me alegra que ese hombre finalmente haya vuelto con su familia

Aclaró la aliviada magnificencia

-No tenía idea de lo ágil que eras, Mia

Habló Dylan dirigiéndose a la muchacha de cabellera combinada, por lo que ambos se dirigieron al comedor real dejando a solas a Alicia y al Sombrerero

-¿Como supiste en donde era?

Preguntó Tarrant mirando las bellas perlas de la joven

-Bueno...en realidad tuve un poco de ayuda de Mia, me guió hasta allá

Tarrant cedió una sonrisa antes de permanecer en silencio reflejando en su pálido rostro tristeza

-¿Qué sucede Tarrant?

Interrogó la joven ubicando su mano sobre la pálida mejilla del Sombrerero

-Es sólo que...te irás después de que todo esto termine

Habló el Sombrerero con tono decaído. La dulce campeona sonrió sin separar su mano se la mejilla del Sombrerero

-Mi querido Tarrant. Nadie me dice donde debo permanecer ¿no?

Esas palabras iluminaron los verdes ojos de Tarrant. Miró a la joven

-Eso significa que...

Alicia sólo sonrió ante el comentario del Sombrerero, por lo que él abrazó a la rubia dama con todas sus fuerzas y en su oído susurró

-Mi dulce niña, te amo

-Y yo a ti

Alicia: Guerrera Del País De Las MaravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora