Alicia: Guerrera Del País De Las Maravillas

Complicaciones

Después de que Mirana, sus súbditos y la linda campeona de Infratierra finalizaran su desayuno, la reina les comunicó de un nuevo problema.

-Mis queridos amigos. Hay un problema que necesito de su ayuda-dijo Mirana.

-¿De qué se trata, majestad?-dudó Alicia.

-Necesito la ayuda de ustedes para investigar a cerca de un tal Carl Odverst-dijo la reina.

-¿Odverst? ¿Qué sucede con él?-preguntó el Sombrerero.

-Sus familiares aseguran que desapareció hace aproximadamente dos días-añadió la reina.

-Esto es demasiado. Hay tanto por hacer-habló Alicia.

-Linda, tranquila. Entiendo tu estrés, pero sus parientes deben estar muy preocupados por él-le dijo la reina a la joven.

-Quizás ya esté muerto-habló el imprudente felino con pupilas de tono glauco.

-¡Cheshire!-se molestó Alicia.

-¿Tiene alguna idea de donde podemos comenzar?-dudó Dylan.

-Tal vez ¿podrían interrogar a su familia?-propuso la reina.

-Podemos iniciar con eso. ¿Vienes?-Alicia dudó refiriéndose a su amigo.

-No puedo negarme-le respondió.

Tal respuesta, dibujó una sonrisa en el terso rostro de la joven. Ambos, junto con el esponjoso conejo, Dylan e incluso Mia y por supuesto, no podía faltar el sarcástico gato. Se encaminaron hacia la ubicación que Mirana les había otorgado. En donde se encontraba la familia del supuesto desaparecido.

-Saludos pueblerinos. Queremos ayudarlos a encontrar a su pariente-habló Tarrant mientras se ganaba la confianza de las humildes personas.

Peter es amante de vagar por el pueblo, obvio con el propósito de averiguar hasta el más mínimo detalle y favorecer a su reina. Encontró a la joven rubia. Era una oportunidad que no podía dejar pasar.

-Esta es mi oportunidad-se dijo a sí mismo.

Colocó su mano sobre el hombro de la joven causando que lo viera sorprendida.

-¡Peter! Vaya sorpresa-le dijo Alicia.

-Lo sé, soy un hombre repleto de sorpresas-le respondió. La joven sonrió tras el comentario de Peter

-A propósito, no tuvimos tiempo de conocernos, ¿qué me dices si vamos a un lugar que conozco? sé que te divertirás-habló antes de tomar del brazo a Alicia con suma fuerza. Sin embargo ella, no pudo evitar liberarse.

-Me encantaría, pero en este momento estoy algo ocupada-le dijo Alicia.

-¿No te agotas de trabajar todo el tiempo?-le preguntó.

-Supongo que sí, pero lo hago por la reina-respondió la campeona.

-Entiendo-Peter logró identificar a Tarrant quien hablaba con los familiares de Carl, el desaparecido

-Oh, vienes con tu amigo ¿no?-le preguntó.

-Claro, siempre me hace compañía a todos lados. Es mi mejor amigo-dijo Alicia sonriendo.

-Lo sé. Pero insisto, no tiene por qué darse cuenta, nos escapáremos y nadie lo sabrá-replicó Peter.

Esta vez, tomó con más fuerza el brazo de Alicia, provocando que de ella saliera un quejido en voz alta.

-Peter, debo irme-le dijo Alicia.

Él comenzó a hacer cosquillas en la cintura de Alicia. Claramente él tenía otras intenciones.

-¡Peter basta!-exclamó la joven.

A pesar de que Mia era testigo del acto de Peter, únicamente salió del sitio. La joven alzó tanto la voz como para ser escuchada.

-Me temo que yo soy el único que puede hacerle cosquillas-dijo el Sombrerero.

-Tranquilo Sombrerero, sólo es un juego-dijo Peter.

Él logró que la joven cayera lastimada.

-Bueno, tienes que ser una persona tan horrible como la reina roja para decir que es un juego lastimarla. Dejala-habló el Sombrerero logrando separar a la rubia de Peter.

-No sirve para soldado-dijo Peter.

-¿Y quién dijo que era un soldado?-Tarrant miró a la joven-Es una dama-completó.

-No vale la pena, déjalo-intentó calmar la joven a Tarrant.

-¿Quieren calmarse?-habló más tranquilo el esponjoso conejo.

-¿Así es como resuelves un problema?-preguntó Peter desafiante mientras daba un fuerte golpe en el pecho de Tarrant.

-Voy a estallar-habló el Sombrerero en voz alta.

-Será mejor que no lo hagas enojar-habló el tembloroso conejo tomando el codo de Peter.

-Más te vale hacerlo estallar-esta vez, habló el fastidioso gato en el oído de Peter.

-¡Me temes!-le dijo Peter al Sombrerero.

-¿Quieres ver que no?-Tarrant, sin escrúpulos, liberó un golpe el cuál aterrizó en la mejilla de Peter, él por su parte intentó estrangular al Sombrerero, pero fue en vano ya que se desvió y evitó un golpe por parte de Peter. Él cayó y el Sombrerero encima.

-¡Tarrant basta!-exclamaba Alicia.

Justo a tiempo llegó Dylan y logrando separar a los rivales, la joven calmó al Sombrerero ubicando sus manos sobre sus pálidas mejillas.