Sorpresa para la reina

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El enfrentamiento en el que se encontraban los guerreros de la nívea gobernante era más que complicado, algunos soldados de Mirana desgraciadamente dieron lo mejor hasta caer muertos. El ejército de la reina roja estaba al borde de la victoria. Nuestro sombrerero observaba como los blancos soldados iban cayendo mientras que los malvados naipes seguían atacando.

Dylan combatía contra un repugnante monstruo, el cual lo engañó para distraerlo hasta lograr que él cayera lastimado. Mia volteó hacia Dylan, mostrando sus bellos cabellos de alusiva combinación. Alzó su arco logrando que una flecha diera en el blanco, es decir en el pecho de la malvada criatura. Sin embargo el sombrerero debía darles una mano, recordando el frasco de Osadía que logró pescar del bolsillo de Peter. Buscó a su amada de dorados mechones, una vez que logró ir hacia ella, tomó su mano y abordó junto a ella un blanco corcel.

-¿Qué haces Tarrant?-dudó la joven extrañada.

-Confía en mi, linda-respondió el sombrerero

La reina resultó extrañada ante la huida del dúo, provocando una carcajada en la malévola mujer de corazones.

-¡Me parece que tu campeona quiere algo de té para los nervios querida!-habló la reina roja con sarcasmo antes de reír.

La reina no pudo hacer más que tragar saliva y confíar en lo que Alicia y el sombrerero hacían.
Mientras tanto con ellos, el panorama del Submundo debería estar compuesto por verde césped, sin embargo parecía que la nieve lo rociaba. El blanco caballo trotaba a toda velocida resaltando la fuerza que hacían sus múslos y el viento volaba sus cabellos.

-¿A donde me llevas Tarrant?-dudó Alicia.

Pero no obtuvo respuesta por parte de él. Se apreciaba que el destino de ambos era Mármoreal ¿qué trama? era la duda de la joven.

Volvemos al tablero de ajedrez, donde los níveos guardias estaban nerviosos, puesto que se enfrentaban con un gran ejército. Además contaban con la compañía de un monstruo acechando cuanta valentía padecían, si no era el caso, ser de roca era su destino.

-¡Mirana! ¡ríndete ahora y tú y tus amigos no morirán!-advirtió la reina roja.

Segundos después la reina blanca dio respuesta.

-¡¡Jamás!! ¡si hay algo que nunca haré será rendirme!-exclamó la nívea reina.

-Como desees-dijo la reina roja para sí misma.

La bestia se dirigía a toda prisa para atacar a los níveos guerreros junto a la reina.

-¡Recuerden, el miedo es un enemigo que no puede con nosotros!-exclamó Mirana hacia sus amigos.

-No temo a nada-dijo Mia para sí misma.

-No temo a nada-dijo Dylan.

-¡No temo a nada!-exclamó la liebre con su elocuente voz.

La bestia llegó hacia ellos.
Realizando un resplandor dejando completamente en neblina que esparcía polvo y particulas.
La reina roja esperaba ver una reina blanca convertida en roca, una traicionera pero bella chica de azules y verdes cabellos, junto a un valiente hombre de cabellos color cobre, peculiares criaturas y un ejército de roca.

Sin embargo, segundos depués de que la neblina despareció, todo resultó lo contrario a lo que la reina esperaba. Una valiente reina en compañía de sus guerreros seguían de pie sonriendo.

-¡Sorpresa, seguimos vivos!-exclamó la liebre.

Los demás cedieron una sonrisa triunfante. La ira hundía como una roca en el agua a la reina roja y los naipes resultaron asombrados. Pero eso no significaba que no continuaran con la batalla.

Alicia: Guerrera Del País De Las MaravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora