Batalla final

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Tras el llanto de la liebre, sonó su nariz con ayuda de un borde del vestido de Mia. Ella asqueada arrebató su vestido de la liebre.
La pequeña lirón estaba enternecida ante la gratificante escena.

-Alicia, jamás debí juzgarte. Eres la felicidad de Tarrant. Quien lo diría. ¡Nuestro sombrerero y nuestra Alicia van a casarse!-habló la lirón intentando no dejar caer lágrimas

-Bueno, al parecer tenemos trabajo-dijo la señora Hightopp alegre

-Con menor razón deben irse madre-respondió el sombrerero una vez que se había separado de la joven

Habló el sombrerero una vez que se separó de su amada Alicia. Todos comenzaron a apapachar a la feliz pareja.

-Hay una gran celebración por festejar-dijo la nívea reina

-Me temo que no será tan fácil como lo imaginas hermanita-habló la reina roja acercándose al grupo

El sombrerero tomó la mano de Alicia, ella lo observó y después ambos miraron a la malévola mujer de voluminosa cabeza

-Alicia, me impresiona el atrevimiento que tienes al burlarte de mí nuevamente. Ni creas que permitiré que una extraña proveniente de un mundo diferente permanezca aquí-dijo la reina roja

-No me interesa más sus amenazas. Jamás temeré a algo-dijo Alicia envalentonada

-Admiro como aún tienes valor para ignorar mis órdenes-dijo la reina roja.

La mujer se acercaba hacia la reina blanca, pero los níveos guardias sospecharon de algo malo y no dudaron en ir a atacar a la reina roja. Sin embargo la bestia los sorprendió tras ir hacia ellos y convertirlos en roca. Vaya que eran bastantes.

-¡¡No!!-exclamó Mirana.

-¡Están advertidos!, si alguien intenta atacarme, sufrirán las consecuencias-advirtió la mujer de frío corazón.

Nuevamente Iracebeth se dirigió hacia la nívea gobernante, Mia notaba como sus brazos se tornaban de ese mismo gris, así que Dylan tomó sus manos y besó su mejilla. Ella cedió una sonrisa.

-Declaro que la guerra será mañana. Mirana-dijo la reina roja, mencionando ''Mirana" entre dientes.

-¡¿Qué?!-exclamó la reina.

La sorpresa que tomó a la nívea gobernante, no sólo fue para ella, si no para los demás.

-Iracebeth, ¿como piensas que nos prepararemos? acabaste con la mitad de mis guerreros-dijo la reina blanca.

-Ese, no es mi problema-habló la malvada mujer antes de salir del palacio junto a Peter y la bestia.

La sedosa cabellera de la reina se tornó completamente de gris.

-¡Majestad!-exclamó Alicia yendo en ayuda de la reina.

-Estoy bien querida-dijo la magnificencia.

-No Majestad, no está bien. Recuerde que estoy yo para salvar al país de las maravillas-dijo Alicia.

-Lo sé querida. Pero me preocupa el hecho de que acabó con casi todos, los tweedles, mi querido Mctwisp, el bandersnatch y no tuvo suficiente. También con la mitad de mis guardias-habló una Mirana nerviosa y un poco alterada.

-Majestad, la reina roja no tiene ninguna posibilidad de ganarnos. Además de que contamos con la campeona por un par de ocasiones, lo que ella hace es cerrarnos las puertas. Lo que quiere es provocarnos miedo y hacer más fuerte a ese maldito monstruo-dijo el sombrerero

Alicia analizaba lo que escuchó. Recordando las antiguas  y detallistas pistas, ahora entendía lo que la sabia mariposa había dicho y el mensaje leído.

Alicia: Guerrera Del País De Las MaravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora