Tras darse cuenta el Sombrerero que Alicia no se encontraba, no dudó en ir a buscarla. Sin embargo, mientras con la reina blanca, su estado no era el adecuado para tolerar lo que esperaba a todos más adelante.
-Mia, ¿has visto a Alicia?-dudó el Sombrerero dirigiéndose a la chica de combinada cabellera.
-Sombrerero, mis intenciones nunca fueron malas con ella. Y mucho menos contigo. Nunca quise hacerles daño a ustedes-dijo Mia.
-Eso ya no importa Mia. Pero, te preguntaba si ¿sabes donde está Alicia?-dijo el Sombrerero.
-Alicia...se fué-Mia respondió con tristeza.
-¡¿Qué?!, pero, ¿a donde?-habló el Sombrerero preocupado.
-Tranquilo, sé que fué lo mejor para ambos. Incluso para tu familia-respondió Mia.
-¿Como es posible que ella...-dijo el Sombrerero antes de ser interrumpido.
La malévola mujer de voluminosa cabeza ingresó nuevamente en el níveo palacio en gran compañía. Peter y algunos naipes hacían compañía.
-Buenos días mis estimados amigos ¿que tal su mañana?-habló la reina roja.
-Bien, hasta que llegó-respondió el Sombrerero.
La mujer de corazones como diseño en su vestido sonrió tras el comentario del elocuente Sombrerero.
-Querido, espero que no estés en la búsqueda de Alicia-dijo la reina roja.
-¿Como sabe que Alicia no se encuentra aquí?, ¡¿qué hizo con ella?!-habló Tarrant.
-Primero, no te permito que me hables así. Segundo, ¿por qué intervienes tanto en su vida?-dijo la malévola mujer.
-Sé que ella jamás volvería sin algún motivo lógico. La conozco perfectamente-dijo el Sombrerero.
-No es verdad. Ella es una mujer inteligente y es obvio, tiene que hacer su vida. Además ustedes viven en dimensiones completamente diferentes. Nunca funcionaría una relación-dijo la reina roja.
-No es verdad Tarrant. Alicia no se iría de esa forma-dijo la angustiada Tyva.
Dylan se acercaba al grupo con un cristalino frasco en su mano. Miró a los demás y se desconcertó al saber que Iracebeth también estaba presente.
-Alguien ha tomado el frasco que contiene la sangre del Jabberwocky-habló Dylan.
Los nervios, junto a un amargo miedo envolvieron al Sombrerero. Alicia se marchó. A veces la belleza de esa joven lo ataranta, que posiblemente no se de cuenta de lo real. Y cruelmente, esta era la realidad, Alicia se había marchado después de que el corazón del Sombrerero le pertenecía. Las saltonas esmeraldas de Tarrant se movían de un lado a otro, intentando buscar la lógica de todo eso. Pero, no había nada más que su corazón hecho pedazos.
-Por un momento...creí que...ella..-dijo Tarrant.
-¿Qué?, ¿sentía algo por ti?. Tanto sus mundos como ustedes son diferentes ¿qué esperabas?-habló interrumpiendo la maligna reina roja
Mia miró entristecida al sombrerero. Pero desafortunadamente los rojizos y anaranjados cabellos del sombrerero finalmente terminaron de iluminarse de ese mismo gris junto a sus manos.
-¡¡Tarrant!!-exclamó la madre del sombrerero
-¡¡No, se acerquen!!-amenazó la reina roja a la preocupada madre del Sombrerero.
La malévola mujer ubicó su brazo encima del hombro de la chica de combinada cabellera.
-Sí que eres una destructora de corazones, Anderson-habló Iracebeth antes de liberar una burlona risa y abofetear a la chica de un par de colores-llévenselos.
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Alicia: Guerrera Del País De Las Maravillas
FantasyNo todo resultó armonioso desde la tercera partida de la campeona con áureos cabellos y marrones luceros. Un nuevo viaje a lo casi a posible viene, acompaña a Alicia en la misión de que el "Miedo'' deje de perturbar al país de las maravillas, ocasio...