Capítulo 26:

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[Yoongi]

Caminé descalzo hasta la cocina, relamiéndome inconscientemente por el camino, recreando en mi mente lo bien que sabría una taza de sangre a tales horas de la mañana. Y ahí se quedó la imagen, en mi mente, pues al abrir la nevera me encontré con todas completamente vacías.

- Buenos dí-

- ... -miré de reojo a la persona recién llegada. Era Yukwon.

- días...

- ¿Has abierto mi nevera? -entrecerré los ojos, intentando intimidarle y sacarle más fácilmente la verdad de esa forma. Le intimidé, realmente lo hice, pero no me sirvió de nada. Antes de que pudiera responder sabía que no había sido él. - ¿Sabes quién ha sido?

- N-no.

- ¡Eh, tú! -pasé de largo, dando a espalda a Yukwon, quien suspiró aliviado de forma tan sonora, que probablemente lo escuchó los vecinos más cercanos, y cabía decir que los más cercanos tenían casi tres kilómetros de distancia entre medias. - Wheein -llamé a la castaña, quien me estaba ignorando deliberadamente mientras rebuscaba en un bolso que probablemente no fuera suyo. - Niña, te estoy hablando.

- No me llamo niña, abuelo -ignoré sus palabras, sabiendo que con eso tan solo perdería tiempo, y yo tenía hambre, no tiempo que perder. - Fue Tae, si es lo que vas a preguntar - volví a juntar los labios en una fina línea y asentí. - Ahora déjame, estoy ocupada.

- Estás revolviendo en el bolso de Hwasa, no ocupada.

- Estoy ocupada, es import-

- ¡Wheein! -en ese instante apareció la dueña del bolso con una enorme sonrisa de oreja a oreja, remarcada con pintalabios rojo, y un tanga del mismo color enganchado a su dedo anular, alzando la prenda como si de una bandera se tratara. - ¿Es esto lo que buscas?

- ¡HWASA! -la castaña se lanzó directa hacia la pelirroja, tirando una lámpara entre medias. Yo rodé los ojos y comencé a andar hacia el segundo piso, refugiándome en las escaleras. - ¡Suelta eso, es mío!

- Bien rápido que te deshiciste de ellas ayer.

- ¡Dámelas! ¡YUKWON, DEJA DE GRABAR! ¡Hwasa, te arranco el brazo si no las suel-

En mi interior realmente recé con que le arrancara el brazo si de esa forma iban a callarse. Por suerte, fue llegar al segundo piso y las voces fueron disminuyendo lo suficiente como para dejar de resultar tan molestas. Luego se escuchó algo romperse y los gritos desaparecieron, pero tan solo para verse sustituidos por otros nuevos, esta vez ligeramente más masculinos.

- ... -entreabrí lentamente la puerta de la habitación de Taehyung, topándome con la espalda de Jimin en primer plano. No tuvieron que pasar dos segundos antes de saber que estaban discutiendo.

- ¡Estás loco! ¡Si Jin se entera va a matarte!

- ¡Jin hyung solo va a enterarse si no cierras esa bocaza que tienes, idiota! -me asomé un poco más, dejando que la curiosidad de esa conversación sustituyese mi hambre durante un par de minutos más. - No va a hacer nada, créeme.

- Estás poniendo en peligro a todo el mundo juntándote con ese humano, Taehyung.

- ¿Porque es humano?

- Porque sabe lo nuestro, idiota -Jimin se frotó la nuca, revolviéndose el pelo con frustración. - Idiota, idiota, idiota... -suspiró y yo me aferré con más fuerza al alfeizar de la puerta, intentando hacer el mínimo ruido posible. - ¿Cómo mierda se te ha podido escapar algo así?

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