[Jimin]
Mordí el labio de Jungkook, despegándome lentamente de él segundos antes de observar como Hoseok se percataba de nosotros, y en consecuencia, él y su amigo se dirigían a nuestro lugar. Podía escuchar los latidos acelerados de Jungkook, podía verle con los ojos brillantes, su pecho subiendo y bajando precipitadamente, las mejillas rojas y los labios húmedos y entreabiertos. Todo eso solo me hizo odiar aún más a Hoseok.
La pareja de cazadores se acercaron con una sonrisa, al menos uno de ellos, el que menos conocía. Yo, como era de costumbre, la respondí con una igual, pero mucho mejor fingida. Fueron a estrecharme la mano, pero me excusé haciendo como que no me percataba y cogía el móvil.
- Soy Thaeil, encantado –se presentó el de menor estatura del grupo. Miré a Hoseok, pero este apartó rápidamente la vista, avergonzado. Cada vez que le veía, tan solo podía recorda a Taehyung, y me costaba enormemente controlarme. – Tú debes de ser Jungkook – el menor asintió cohibido, aún procesando lo ocurrido. – Y tú eres...
- Jimin.
- Oh, Jimin, claro –sonrió, asintiendo, como si conociera mi nombre de toda la vida. Probablemente no lo hacía. Probablemente no sabía que yo era un vampiro, porque la única opción era que Hoseok se lo hubiera desvelado, y por su comportamiento, no parecía parecer una opción válida. – Como ya he dicho, yo soy Thaeil. Amigo de Hoseok.
- ¿Qué te pasa, Jungkook? –la inesperada voz del pelinegro mayor, nos sorprendió a todos, quienes observamos curiosios a Jungkook. Realmente parecía demasiado agitado, pero yo, que conocía el motivo, no me asusté en absoluto. Al contrario, apoyé la mano en su muslo, fingiendo preocupación, escuchando acelerarse su corazón de nuevo con ese gesto. Era fascinante. – ¿Te encuentras bien?
- S-sí, sí... –me miró, sonreí, y apartó rápidamente la vista, terminándose de un trago su bebida y poniéndose en pie. – ¡Necesito ir al baño! –y tan pronto como lo dijo, desapareció entre la multitud. Obviamente quise seguirle, pero la presencia de esos dos estorbos me lo impidió.
- ¿Habéis pedido algo? –preguntó el nuevo, tomando una butaca y sentándose junto a mí. Negué y me aparté un par de centímetros disimuladamente. Por lo que tenía entendido, ese tipo había causado muchos problemas y que casi perdiéramos a Jihoon, por lo que no me hacía ninguna gracia mantener siquiera dos palabras con él. – Vamos, pedir algo, yo invito.
- No, no bebo –intenté librarme, pero antes de que abriera la boca de nuevo, sabría que mis excusas de nada servirían. Además, era cazador, por lo que me convenía romperle un poco cualquier mínima sospecha que remotamente pudiera tener sobre mí. – Refresco de naranja –fue lo primero que pensé al recordar el molesto sabor en los labios de Jungkook. Casi me entraban ganas de vomitar al pensar que tendría que dar un trago a tal mejunje.
- Un whiskie.
Tras que Hoseok enseñara su documentación, nuestras bebidas llegaron a la mesa, y Thaeil me la tendió ansioso. Seguro que lo hacía con cada habitante del pueblo para comprobar si se inclinaban más a vivir de sangre o con sangre.
Justo en ese momento volvió Jungkook, con el cuello y la frente húmedos, probablemente tras haberse echado agua. Al mirarme, bajó rápidamente la cabeza cohibido, y fue directo a sentarse en su silla. Le tendí mi refresco y lo cogió como si le fuera la vida en ello. Thaeil fue a pedir otro, pero le detuve rápidamente, alegando que lo compartiríamos. Jungkook, para mi diversión, se atragantó de nuevo e intentó asentir con total normalidad. Era adorable.
- ¿Cómo es que hay tanta gente? –de nuevo, la única persona que parecía ajena a toda la tensión del grupo. Jungkook parecía que iba a romper el vaso de agarrarlo tan fuerte, Hoseok ni me miraba, y yo sonreía, aguantando mis ganas de salir de ahí cuanto antes. – Hoseok me dijo que este sitio suele estar casi vacío siempre.
- Están dando bebidas gratis por la reinauguración.
- Oh, por eso son las bebidas gratis –respondió – pensé que el camarero estaba intentando ligar conmigo –bromeó. Jungkook sonrió tímidamente y de nuevo, con disimulo, apoyé mi mano en su pierna. Él era lo único que me interesaba de toda la situación. – ¿Lleváis mucho rato aquí? –asentí. – ¿Ya habéis jugado? –asentí de nuevo.
- De hecho, pensábamos en ir volviendo a casa.
- ¿Ahora? ¡Pero si acabamos de llegar! –de verdad que tenía ganas de propinarle un memorable puñetazo. Uno que como mínimo le abollara el cráneo. Y de regalo le daría otro al idiota que ni se dignaba a mirarme. – Quedaros un poco más, vamos.
- No, no –coloqué un brazo alrededor de Jungkook y enfaticé mi respuesta negando con la cabeza. – Estamos cansados. Además, no se encuentra muy bien. –El pelinegro me miró, pero no dijo nada. Ambos nos pusimos en pie, soltándole, e hice una pequeña reverencia antes de marcharme. Por desgracia, mis pasos se vieron interrumpidos.
- ¡Ey, un momento! –Thaeil se abrió paso entre la gente, con Hoseok a sus espalda, caminando sin ganas. De nuevo, ni se dignó a alzar la cabeza. El nuevo me tendió el vaso con una sonrisa. – Os habéis dejado vuestra bebida gratis – rodé los ojos mentalmente y se lo agradecí, antes de agarrar el vaso, y con mucha fuerza de voluntad, terminármelo de un trago. Reprimí un arcada y se lo devolví rápidamente, rezando para poder controlar la necesidad creciente de vómito. – Ya nos veremos, entonces.
- Ya nos veremos.
Y finamente salimos. Con la cintura del pelinegro entre mi brazo derecho y su olor embriagándome a medida que avanzábamos. Cuando estuvimos afuera, le agarré de la muñeca, y sin pensar, nos escondí en el callejón tras el local. Le pegué contra la pared y besé de nuevo. Ya no quedaba nada de rastro de zumo en sus labios, y era completamente delicioso.
- Jimin... –consiguió articular cuando noté que se quedaba sin aire mientras apresaba sus labios. Empezó a respirar, precipitadamente, y luego me miró con los ojos brillantes. Realmente quería comérmelo. – ¿Yo te gusto?
Las siguientes palabras que salieron de mi boca, literalmente salieron. Sin permiso, sin pasar por mi mente. Como si yo no fuera el que hablaba.
- Cállate –espeté. Y al segundo, me lancé a su cuello.
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Me hace gracia como de un fic para otro puedo cambiar en ciento ochenta grados las relaciones de unos con otros. En 'Mírate' Hoseok odiaba a Jungkook y era mejor amigo de Jimin. Aquí Jimin y Hoseok no se soportan y Hoseok es mejor amigo de Jungkook. Y no me es nada raro escribirlo, me acostumbro muy rápido.
Mola.
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Milk Fangs
Fanfic† ¿No es suficiente que me refleje en tus ojos? ¿También necesitas un espejo? †