[Hoseok]
Dos de las chicas estaban sentadas en el sofá tomando una especie de cuenco con sangre. Miraban la tele y alzaban la cuchara con total normalidad, como si realmente fuera un desayuno y no los restos de un ser humano con sentimientos y consciencia.
- Hoy es tu día de suerte, humano –la animada voz a mi espalda me sorprendió, haciéndome desviar rápidamente la mirada hacia esta. No era nadie más que Jin alzando cinco platos repletos de deliciosa comida, comida de verdad, comida como la que yo solía comer hacía tiempo. Tortitas, fruta, galletas... era un maldito festín. Iba dejando los platos uno a uno y mi boca cada vez se hacía más agua. – Me gusta cocinar, realmente lo adoro –a medida que iba llenando la mesa con más platos, explicaba en voz alta. – pero como ya sabes... tengo unos ingredientes muy limitados...
- ¿Yo puedo comer esto? –interrumpió Taehyung ansioso, quien estaba sentado a mi lado, al tiempo que acercaba una mano a la pirámide de galletas de chocolate.
- No te va a gustar, Taehyung –aun así el castaño hizo caso omiso, llevándosela directamente a la boca. Instantáneamente puso una mueca de asco y lo escupió de nuevo sobre su reluciente platito. Jin rodó los ojos y le ignoró, como solía hacer la mayoría del tiempo. Llevaba tan solo una noche con ellos, pero no era difícil entender que tipo de relación llevaba cada uno con los otros. – Bueno, como iba diciendo...– finalmente me sirvió un poco de café en mi taza y siguió hablando mientras se dirigía a coger más platos. Llevaban una especie de gelatina roja en medio, por lo que supuse que mi festín había terminado. – apenas puedo innovar o experimentar en la cocina teniendo a esta gente al otro lado de la mesa, así que ahora que por fin alguien con paladar más amplio ha llegado a nuestra casa, no voy a dejar esta oportunidad.
- Vamos –Moonbyul, una de las chicas que mejor me habían caído, apareció por mi derecha, sentándose en el hueco libre a mi lado. Poco después apareció quien en un principio pensé que era su pareja. Al parecer me encontraba en un error, aunque en el fondo seguía pensando que se veían como una. – que estás obligado a comerte todo lo que Jin te prepare si realmente aprecias tu vida.
- Básicamente –declaró el mayor de la casa, desabrochándose su rosado delantal y acercándose a las escaleras. – ¡Simio, te he dicho que te vistas y bajes a desayunar de una maldita vez! –a los pocos segundos apareció el pervertido de la noche anterior vestido únicamente en bóxers. Aún no estaba seguro de que narices era él, pero definitivamente no lo quería cerca de mí. – ¡He dicho que te vistieras!
- Esto es ropa –se señaló el bóxer gris y fue directo a coger un hueco en la mesa, alcanzando al mismo tiempo un par de bollos y metiéndoselos en la boca. – ¡Eh, efgta bico! –exclamó con la boca llena. Jin suspiró, pero cuando se dio la vuelta pude jurar que le había visto sonreír un poco. – ¡Oh, tú eres el de ayer! –ahora me miraba a mí. Taehyung se tensó de inmediato, agarrándose a mi brazo y gruñendo en voz baja. Era tierno aunque daba bastante miedo lo mucho que se parecía a un animal. – Siento la confusión, tío. Realmente te confundí.
- Es mío –gruñó Tae sin soltarme. Yo sonreí ligeramente incómodo y le acaricié la cabeza para que se calmara. – Si le tocas de nuevo, te arranco la pierna.
- E-está bien, tranquilo...
- Las dos piernas –declaró con tanta convicción que me dio miedo hasta a mí.
- Que tu novio no me interesa –ni me molesté en aclarar la inexistente relación que Taehyung y yo teníamos. De cualquier forma, tampoco iba a explicar que era un vampiro al que pensaba matar y que por razones que yo no entendía, no podía hacerlo. – Me interesa tu madre, ya te lo he dicho.
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Milk Fangs
Fanfiction† ¿No es suficiente que me refleje en tus ojos? ¿También necesitas un espejo? †