Fabrizzio
Cass está muy ansiosa al subir al auto. Tengo que calmarla para que espere a llegar a mi casa y hablar tranquilos.
Al fin tan solo al cerrar la puerta me insiste.- Por favor contame.
- ¿Te acordás que te hablé de los dos hombres que seguí al laboratorio?
- Si.
- Los había escuchado decir que como había sobrevivido la primer etapa, Zaira me contactaría para la segunda.
- ¿Te contactó?
- Cuando volvía a casa... es una mujer muy extraña. Tiene acento extranjero.
- ¿Qué te dijo?
- Una sarta de mentiras mezcladas con verdades a medias...
- ¿Cómo sabés qué es verdad y qué no?
- Un poco por lo que escuché la otra noche. Eso me llevó a desconfiar.
Me dijo que yo era el elegido y ella mi complemento, queriendo hacerme creer que era algo así como un puto privilegio.
- ¿Elegido para qué?
- Ni idea... "algo más grande" dijo.
- Supuestamente debería haber bebido su sangre... a eso se refería con ser mi complemento.
-¿Deberías...?
- No lo hice. Fue muy extraño. Sentí el palpitar de las venas de su cuello y automáticamente mis colmillos asomaron. Tuve un impulso muy fuerte y la mordí...-Cass tapa su boca con una mano y sus ojos están aún más grandes que lo usual. Debe verme como un monstruo.
Tal vez no debería contarle, pero necesito compartir esto con alguien o voy a volverme loco.-¿La mordiste?
- Si. Pero no bebí su sangre.-Su cara de desconcierto me hace sentir de todas maneras un fenómeno.
No hay vuelta atrás. Sigo.- La idea era que al beber su sangre se establecería cierto tipo de conexión, quedaría como subyugado a ella, por eso se sorprendió cuando le seguí haciendo preguntas, entonces al notarlo dejé de hacerlo.
- ¿Y no se dio cuenta que no bebiste su sangre?
- Cuando la mordí se desvaneció... no completamente, pero tuve que sostenerla. Yo creí que la sangre tendría las respuestas por eso ella no entendía la razón de mis preguntas. Pero no, después descubrí que su sangre en realidad me iba a idiotizar o algo así.
-¿Cómo descubriste eso?
- Al anochecer volví al laboratorio.
- Fabrizzio eso es muy peligroso...
- Pero fue necesario. Descubrí tres cosas importantes.-Cass a partir de ese instante no me interrumpe en ningún momento. Me escucha con atención.
- Primero, necesitan un gen para curar la enfermedad de un tipo poderoso.
Segundo, Ellos como Zaira creen que soy algo así como un esclavo de ella y haré todo lo que ella quiera al ser "subyugado" por su sangre.
Tercero, y lo más importante de todo, puedo morir y ser sólo un eslabón o tener el gen puro que necesitan.
- ¿Ellos ya saben si tenés el gen?
- Creo que aún no. Por eso me quieren hacer marioneta de Zaira.
- Para poder analizarte sin ninguna oposición...
- Exacto.
- ¿Y qué vamos a hacer?
- Aprovechar que creen en mi sumisión a Zaira para seguir investigando.
- ¿Podrás contenerte de beber su sangre? Hoy pudiste porque ya lo habías hecho unas horas atrás... Pero si no me dejás traerte la sangre como dijiste ayer, vas a caer. Te va a dominar.
- No podés seguir dándome tu sangre Cass.-Me mira sorprendida.
- No es mi sangre... es del banco de sangre del hospital.
- No me mientas. Por favor Cass, te vas a enfermar. O peor, podés morir. ¿Estás loca?
- Estoy tomando vitaminas y...
- No lo voy a permitir.
- ¿Y qué vas a hacer?
- No lo sé.-Mi cabeza va a estallar.
- Voy a conseguir sangre del hospital.
- Yo lo voy a hacer. Con un poco de tu ayuda. Descubrí algunas habilidades que me van a ayudar y no te voy a arriesgar.
- ¿Cómo lo hacemos? Necesitamos un plan.
- ¿Hay algún horario en el que haya menos movimiento?
- Es variable.
- Bueno. Me avisás en el momento que veas más oportuno y voy a la guardia. Dibujame antes un plano, lo demás dejámelo a mi. Soy rápido y silencioso.
- Vamos a intentarlo. ¿Cuánto sería suficiente?
- Dos o tres veces en la semana... diría cinco veces en dos semanas.
- Está bien. Empecemos este lunes. Después el miércoles, domingo, martes y jueves de la otra semana.
- Necesito otra cosa Cass.-Me mira expectante, la noto tan asustada que la culpa me está matando. No le digo nada.
- Sí Fabrizzio, decime qué necesitás...
- Varios certificados para justificar mi licencia. No puedo volver al diario y estoy haciendo mi columna desde casa. No voy a poder continuar manteniendo así mi trabajo mucho tiempo.
- Mi mamá es psiquiatra.-Bingo.
- Voy a conseguirte una licencia por stress post traumático.
- ¿Te va a ayudar? ¿Qué le vas a decir?
- No me va a ayudar. Lo voy a hacer yo. Tengo la llave de su consultorio y está de viaje hasta el domingo.
- ¿De verdad harías eso por mi? No sé como voy a pagarte.
- Compartiendo el crédito cuando publiques la historia de cómo mandamos a la cárcel a estos delincuentes de guardapolvo blanco.-Sonrío con amargura. No me lo creo.
- Va a ser difícil desmantelar algo tan grande y oscuro. Con recuperar mi vida me conformo.
- Una cosa sería imposible sin la otra.-Tomo mi cabeza entre mis manos. Cass pone su mano sobre mi hombro.
- Vamos a hacerlo. Y quiero mi nombre por lo menos en dos capítulos de la historia.-
Tomo su mano y la llevo a mis labios.
- Todo el libro Cassandra. Si lo logramos...
Cassandra
No me gusta verlo tan desanimado. Se que va a ser difícil pero estamos encaminados.
Está sentado con la cabeza entre sus manos y apenas puedo imaginar qué pasa en su mente.
Trato de animarlo y lo tomo del hombro.- Vamos a hacerlo. Y quiero mi nombre por lo menos en dos capítulos de la historia.-
Toma la mano que dejé apoyada en su hombro y la sostiene entre las suyas. La lleva a sus labios... Están tibios.
- Todo el libro Cassandra. Si lo logramos...
Recupero mi mano y mi respiración.
Eso fue... intenso.- Verás que sí.
- Debés estar cansada. Andá a dormir.
- ¿Qué vas a hacer vos?
- Voy a leer un rato y después también voy a dormir. No hay mucho que pueda hacer durante el día.
- ¿Puedo quedarme con vos? No te molesto.
- ¿Por qué? ¿Qué pasa?
- Ultimamente me cuesta dormir...-Fabrizzio me mira como analizando la situación.
Une varios módulos del sillón y cambia otros de lugar hasta que queda formada un tipo de L.- Trae las mantas de la cama.-
Voy a la habitación a buscar las mantas y él se queda acomodando más almohadones.
Regreso y lo ecuentro sentado con un libro en sus manos. Me sonríe señalando el lugar a su lado. Me deja la parte del sillón donde puedo recostarme.
Me quito los zapatos y me meto bajo las mantas.
Saber que está sentado a un lado leyendo me da tranquilidad. En pocos minutos me quedo dormida.~■~■~■~■~■~■~■~■~■~■~■~
Me despierto pasadas las siete de la tarde.
Miro a un costado y me sorprendo al ver aún en el sillón durmiendo a Fabrizzio.
Fue un lindo gesto que se quedara incómodo por no dejarme sola.Me levanto y acomodo las mantas otra vez en la habitación. Lo cubro con la suya y dejo su libro sobre la mesa.
Busco mi ropa y entro al baño. Una ducha antes de preparar la cena va a ser revitalizante.
Mientras me estoy bañando escucho que tocan timbre. Voces y de pronto silencio.
Salgo haciendo el menor ruido posible.
Me quedo estática en el pasillo viendo a una morocha de casi metro ochenta con un cuerpo de infarto prácticamente encima de Fabrizzio. Lo está besando.
El me ve y hace un gesto como para que no diga nada y me esconda.
¿Cómo voy a quedarme escondida escuchando mientras está con una mujer en la sala?
Voy al último cuarto y me encierro.
Busco vaya a saber qué cosa en los cajones para distraerme con algo y encuentro un par de auriculares.
Los conecto a mi celular y comienzo a escuchar música.
No puedo creer la situación en la que me encuentro.
Debe ser Zaira. No me gustó la expresión de Fabrizzio.
¿Hasta dónde va a seguir este juego? ¿Y si esa mujer se instala acá? ¿Cuánto tardará en caer en lo que está buscando?
Casi media hora después salgo y camino sigilosamente. No se escucha nada.
Llego al comedor y no encuentro a nadie.
Se fueron.
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Un pacto "Amor Y Sangre"
VampireUna mujer común. Un día normal. Un extraño encuentro que se repite y un hombre que pondrá su mundo de cabeza. Literalmente. ACLARACION: Esta historia transcurre principalmente en Argentina por lo que encontrarán modismos y distinta acentuación en al...