40- Cerca

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Cassandra

No importa si no me dejan verlo. Voy a estar cerca para que cuando ese momento llegue, pueda estar sin demora a su lado.
Mamá va a viajar conmigo y Julia va a acompañarme sólo un par de días porque tiene que volver con sus niñas.

Volamos a Colombia y nos hospedamos en un hotel del centro de Bogotá, cerca del Hospital Militar donde Fabro está internado.
Debería comunicarme con Ulises pero tengo cierta incomodidad con él. Sé que de alguna manera me culpa por lo que pasó. Sin razón, pero lo hace.
Además es cercano a Cintia y yo no soy nada para su familia. Es más, todavía no se bien como están esos vínculos familiares.
Por un lado creo que no es momento de indagar pero me angustia pensar que Fabro pueda haberme mentido.

Julia no puede creer mis dudas.

- En este tiempo Marcos se acercó mucho a Fabro y puedo decir que son amigos.
- Así es Julia...
- Jamás le habló de Cintia, sólo de su hija. El sabe que Fabro te ama, no lo dudes Cass.
- Es que nadie me tiene en cuenta... Estoy segura que Cintia pudo verlo.
- Cintia ni siquiera viajó...- Interviene mamá.
- No estaría tan segura.
- Yo voy a llamar a Ulises para que sepa que estamos acá.
- No le va a gustar que haya venido. Se supone que ni debería saber nada de Fabro.
- Si no le gusta es su problema.- Dice mamá tomando el teléfono.- Dame su número. Julia revisa su agenda y se lo pasa.

-Buenos días. ¿Ulises?
- Si, él habla...
- Soy Paula, la mamá de Cassandra.
- Hola Paula... ¿En qué puedo ayudarla?
- Estamos en Bogotá a la espera de noticias de Fabrizzio. Por favor agende mi número por si hay alguna novedad.

Hay un silencio en la línea.

- ¿En dónde se hospedan?
- En el Habana.
- Estoy cerca. Me gustaría hablar con Cassandra.

Estoy demasiado nerviosa. No puedo decirle que Marcos me contó que encontraron a Fabro, por lo que tendré que resignarme a oír sólo lo que quiera decirme pero al menos sabrá que estoy aquí y en el caso que pase algo podrá contactarme.

- Cassandra...- Ulises me saluda con un beso en la mejilla y un corto abrazo que me sorprende.
- ¿Cómo estás Ulises?
- Bien, quería hablarte. Llamé a Marcos y me contó que habló con vos.

- ¿Te contó?
- Si... y no hay problema. Fabro te necesita cerca.-

Toda la fortaleza que decidí inventarme se vino abajo y en medio del llanto lo abrazo. El también me abraza fuertemente.

- Perdón Cass por desconfiar. Yo no podía entender lo qué había pasado. Estoy tratando de armar la historia en mi cabeza.
- Te entiendo... Yo sólo quiero verlo.
- Esta semana mejoró algo.
- ¿Por qué no me avisaron antes? Me estaba volviendo loca.
- Aún no estaba listo para que lo veas. Es más, creo que todavía no lo está, pero cuando está algo conciente repite tu nombre.
- ¿Cuándo está algo conciente?
- Tiene pocos momentos de lucidez...-

Dios mío, necesito estar con él.

- ¿Ya puedo verlo?
- En poco tiempo, tal vez mañana.
- Necesito verlo ya por favor... No me digas tal vez...
- Creeme cuando te digo que verlo así es horrible. Te destruiría. A mi me destruye.
- Tengo que estar con él. Si estoy cerca va a sentirlo, lo sé.
- De verdad no creo que te dejen entrar. Yo apenas lo veo un par de veces al día.
- Sé que le voy a hacer bien. Por favor... Intentémoslo.
- Podemos hablar con los médicos.
- Gracias Ulises... ¿Alguien más de la familia pudo verlo?
- No. Sólo yo.-

Un pacto "Amor Y Sangre"  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora