Un pacto "Amor Y Sangre"

29- Compromisos forzosos

Marcos

Mi paciencia con Victoria Ortega alcanzó límites insospechados.
Terminamos de hacer la nota y me siento enfermo.
Creí que solo se trataba de ego pero esta mujer está en celo.

- No voy a aceptar un no...-

Dice revoleando los ojos como si los mismos estuvieran desprendidos de sus cuencas. Está empecinada en que salgamos a festejar la nota.

- Tal vez un rato. ¿Te parece si nos encontramos en Bones en dos horas? Tengo que pasar por el canal para coordinar unos cambios en el programa de mañana.
- Me parece muy bien... En dos horas entonces.-
Me da un beso en la mejilla demorándose tanto en ello que casi me duermo  mientras tanto... ¿De verdad intenta seducirme?

Paso por el canal como rayo para sacarme de encima algunos temas de producción y media hora más tarde estoy camino a casa pensando en mi próxima movida.
Ahora me toca convencer a Julia. Esta bendita mujer nunca se caracterizó por ponerme las cosas fáciles.

- No entiendo. Es martes Marcos, las nenas tienen clases mañana...
- Por favor.- Ruego. - Es un compromiso. Prometo que será breve.-  Lleno de besos su cuello que huele como frutas y miel. Me dan ganas de quedarme a vivir en ese hueco perfecto por las eternidades.
Toma mi cara entre sus manos y me mira con ojos risueños. Ya gané media batalla.

- Voy a llamar a Gladys...-

Frunce su nariz y tuerce un poco su boca en un mohín que me parece de lo más entrañable. Es tan personal que creo que sólo ella puede hacerlo.

- De verdad no le encuentro sentido. ¿No podés negarte y ya?-

No puedo explicarle a Julia el trasfondo de esta historia y por supuesto nada de todo esto es coherente para ella. Sabe como me manejo y la adulación no es mi método. Ni siquiera entiende por qué acepté hacer esta nota.

- ¿Por favor?- Mi cara de gato de Shrek es infalible. Yo también tengo mis armas. Batalla ganada.

Después de dejar a las nenas al cuidado de mi cuñada salimos hacia el conocido restaurante en las afueras de la ciudad.
No puedo dejar que Victoria Ortega sospeche de mi y me relacione con la fuga de Cass, hasta ahora no fui citado a declarar, todo parece tranquilo y no me vinculan al caso, pero no debe haber olvidado que intenté verla tiempo atrás.

La sorpresa en la cara de Victoria cuando me vio entrar con Julia fue épica.

- Victoria... Ella es Julia, mi esposa.-  Julia es una experta en relaciones públicas. Cualquiera diría que está feliz de estar acá.
- Hola Victoria... Un placer conocerte por fin. Marcos te admira mucho.-
Se saludan con un beso y la incomodidad del principio se empieza a diluir por la habilidad de la mujer que no sé por qué generosa vuelta del destino se cruzó en mi vida hace casi nueve años y decidió que yo era lo suficientemente bueno para compartir conmigo su camino.
Después de la cena nos despedimos amigablemente y de regreso a casa la pregunta era inevitable.

- ¿Que fue todo eso Marcos? Esa mujer claramente tenía otras expectativas respecto de esta noche...
- Sólo tienen que importarte "mis" expectativas.- Digo alzando una ceja para que entienda mis intenciones. Dibujo el camino del lazo de su vestido con las yemas de mis dedos.

- Así no funciona conmigo y lo sabés. Decime qué está pasando.

Fabrizzio