65- Los últimos en caer

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Fabrizzio

Son como ratas de alcantarilla. Inescrupulosos y con desmedidas ansias de poder.
Ya había tenido la oportunidad de tener a este tipo en frente y supe entonces como ahora que su único objetivo siempre fue el dinero.
Esa noche en el galpón habló de buenas causas, de investigación y de cuanta sarta de excusas pudo encontrar para intentar justificar su participación en la organización.
Debí terminarlo esa noche. Es peor que ese viejo loco de Valhousen que al menos tenía una razón de peso de fondo como su hija enferma. Este tipo solo es un ambicioso que va detrás del dinero sucio, fácil y en cantidad.

- Si hacés tu parte va a estar todo bien.- Sólo lo miro con los ojos entornados.
- Si te hacés el héroe tu familia pagará caro.
- Voy a hacerlo.- Confirmo.
- Seguro que vas a hacerlo. Y este será tu primer trabajito.
- ¿Primer?
- Mutti...- Ríe cínicamente.-no podemos desaprovechar tu talento.
- Es que cada vez tengo menos habilidades... las estoy perdiendo día a día.- Miento.
- ¿Y eso por qué? ¿No te estás "alimentando" bien?- Dice poniendo énfasis en "alimentando".

Basura.

- Se está diluyendo el efecto de los experimentos... casi completamente.
- ¿Así como así?
- Si.- Si llega a enterarse el proceso de limpieza por el que pasé creo que no dudaría en volver a empezar todo de nuevo para repetir el resultado.

- En fin... utilizaremos tus dones de superhéroe... o "Supervillano" como sería el caso, mientras los tengas.
- ¿Y cuando ya no los tenga me dejarán en paz?
- Ya veremos... Por lo pronto te aseguro que tu familia estará segura.

Todavía no pude contactar con Marcos y me temo que tendré que llevar a cabo el robo.
Odio que se salgan con la suya pero no será por mucho tiempo.

- Te dejo en buenas manos.- Mira a Zaira, que se encuentra detrás mío sentada en un amplio sillón.
- Llévatelo. Dale las instrucciones precisas y prepáralo para mañana.

Se pone de pie y toma mi mano. La aparto de mi con desagrado.

- Sígueme.- Ordena molesta.

Nos dirigimos a una de las habitaciones que se encuentra del otro lado del corredor de la vieja casona.
Las paredes son altas y con molduras extrañas, el mobiliario elegante y sobrio.
En medio de la habitación hay una cama de dos plazas con dosel.
Me arrojo de espaldas a la cama y escucho resignado las palabras de Zaira.

- Fabrizzio vamos a dejar las cosas claras. No vas a separarte de mi en ningún momento. Si necesitás ir al baño deja la puerta abierta...-

Alzo mis cejas ¿Es en serio?

- Sin llave.- Aclara y dicho esto saca la llave y la guarda entre su ropa.

- Mañana a las seis de la tarde es el cambio de guardia en el museo. El guardia del segundo turno está con nosotros. Va a desconectar la alarma por veinte segundos que es lo máximo que permite el sistema para el caso que haya que cambiar las joyas expuestas. En ese momento las tomarás.
- ¿Por donde voy a entrar?
- La exposición es en el primer piso por lo que deberás ingresar como turista y estar en el pasillo a las seis en punto.
- ¿Algo más?
- Una vez tengas las joyas deberás salir y un auto estará esperándote para traerte aquí.
- Entendido. - Me pongo de pie.- Ahora voy a bañarme.

Informo escuetamente, no espero respuesta y no me la da. Entro al baño y me doy una ducha rápida ya que esta mujer me pone bastante nervioso y no se si de buenas a primeras se le puede dar por inspeccionar mi baño.

Un pacto "Amor Y Sangre"  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora