45- La mayor sorpresa

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Ulises

- ¿Puedo entrar ahora entonces?
- Si Ulises. Recién acaban de entregarnos los últimos resultados de sus análisis.
- ¿Ya está bien?
- Salvo el problema de la anemia y algunos valores que no encuadran del todo  todavía, está muy estable como para poder salir en veinticuatro horas.
- No lo puedo creer...
- No es un alta definitiva. Tienen que volver todas las tardes a un control por lo menos durante tres semanas y después veremos cómo seguimos.
- Es más pronto de lo que esperaba.-

Es verdad. De la ansiedad inicial pasé a la paciencia forzada y finalmente caí en un letargo que se veía interrumpido sólo por mis viajes entre semana para trabajar y volver cuanto antes. Entre mi preocupación por Fabro y por Cass no se cual fue la más imperante.

Voy hacia la habitación de mi hermano con un ánimo renovado. Esta pesadilla está acabando para Fabro después de casi cinco meses en este hospital y de a poco va a poder volver a su vida normal.

Al llegar me sorprende verlo caminando hacia la ventana que da a un patio interno.

- ¿Buena vista?- Se voltea al oirme.
- Hermano...- Nos damos un efusivo abrazo.
- No hay mucho para ver pero puedo imaginar la vida afuera y es suficiente.
- Mañana vas a ser libre de nuevo Fabro... volvés a la vida real.
- Llamá a Cass... - Se lo ve ansioso y angustiado.- No sé si tal vez pueda y quiera viajar porque va a pasar un buen tiempo hasta que yo  pueda regresar a casa.-

Olvidaba que cree que ella está en Argentina.

- Ella está acá.
- ¿Volvió?- Pareciera que los ojos van a salirse de su cara.
- Nunca se fue.
- ¿Todos estos meses...?
- Te está esperando Fabro.-

No puede esconder la ilusión en su mirada, parece un adolescente que descubre que de verdad le gusta a la chica por la que suspira.

- Necesito que me ayudes a sorprenderla.- Dice mordiendo su puño en un manojo de nervios.
- Lo que quieras.- Respondo divertido.
- ¿Está en el hotel?
- No. Alquila un pequeño  departamento por aquí cerca.
- ¿Qué hace? ¿La estás viendo?
- Por supuesto, estamos solos en este rincón del mundo por vos. Ella está trabajando en la Universidad de Ciencias de la Salud como ayudante de cátedra y sobre todo lo que hace es esperarte...-

Pasa sus manos por la cara no pudiendo creer lo que está escuchando.

- Es increíble. Ella es increíble.
- Estás enamorado hermano. No creí verte así otra vez.
- ¿Otra vez? Te juro que esto no lo viví antes.
- ¿Tan así en tan poco tiempo?
- Es que de verdad ella es increíble. Con sólo verla me perdí y cuando la conocí...  cuando realmente la conocí, no quise más que ser bueno para ella.
- No me extraña que te haya cautivado. Ella es como una princesa.
- No es una princesa. Es una guerrera.-

Sonrío al escucharlo hablar así. No me mira a mi sino a un punto fijo donde parece imaginarla.

- No sabés lo que es capaz de hacer... lo que hizo por mi. Es valiente, se arriesgó, me rescató, me acompañó y estuvo a mi lado aún en momentos en los que cualquiera hubiera huído.
- Tuviste suerte al final...-

Me mira como si me hubiesen salido dos cabezas.

- ¿Suerte? Suerte hubiera sido que me aceptara una invitación a cenar.
- ¿La hubieras invitado?
- Estaba en eso...-
Recuerda.
- ... Iba a acercarme por intermedio de un amigo en común que cumplía años esa semana y nos presentaría en su fiesta.
- ¿Crees en el destino?
- ¿Vos crees?
- No sé. Tal vez la vida sea como una gota de lluvia en la ventana. Viene cayendo en una dirección y al apoyar un dedo en el cristal, la gota toma otro rumbo.
- Entonces no crees en el destino.
- Creo en las decisiones. De nosotros mismos y de otros también, que inevitablemente afectan nuestra propia vida.
- Puede ser. Creo que hay un poco de cada cosa.-
- ¿Cómo la vas a sorprender?
- Mañana voy a ir a su departamento. Para asegurar que esté decile que vas a ir, que tenes que hablar con ella.
- De acuerdo.-

Un pacto "Amor Y Sangre"  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora