23- Correr el riesgo

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Cassandra

Fabro no tiene idea de cómo se equivocó. Puedo entenderlo pero me duele que no haya podido escucharme, que no me haya dado la posibilidad de elegir.
Renuncié a mi residencia porque no me siento capaz de volver al hospital.
Ya no se como tratar de hacer entender a mi mamá y a todos que las cosas no son cómo parecen. No puedo contar exactamente lo que pasó porque ni yo lo entiendo lo suficiente como para hacerlo de manera que no parezca ciencia ficción.

- Cassy...- Me llama mamá. Hace días que no me levanto de la cama.
- ¿Si?
- Llegó el doctor Covak.
- ¿Es necesario?
- Si no querés ir presa sí.-
Me levanto y me pongo lo primero que encuentro.
- Buenas tardes Cassandra. Soy Gabriel.- El abogado que contrató mi madre extiende la mano para saludarme. Lo hago.
- Un gusto.
- Necesito que me cuentes todo.
- Ya lo hice muchas veces.
- Una vez más por favor...
- Fabrizzio fue víctima del doctor Costa. Él y otros hacen experimentos con personas en un laboratorio. Yo estuve allí para rescatarlo y también le dije a la policía el lugar donde se encuentra ese laboratorio.
- En ese lugar no encontraron nada Cass.
- Lo habrán llevado a otro lado. Después de lo que pasó obviamente limpiaron la zona.
- Es imposible desmantelar un lugar como el que describiste de la noche a la mañana.
- Evidentemente no, porque lo hicieron.-

El doctor Covak se tensa un poco y luego vuelve a hablarme pausadamente como si fuera enferma mental.

- ¿Qué pasó con el doctor Costa?
- Quiso matarme cuando estaba internada y  Fabrizzio me rescató. Por eso me fui con él. Los dos corríamos peligro.
- ¿Él le disparó?
- ¡No! Sólo le dio un golpe. ¡Ellos lo mataron!
- ¿Quiénes?
- Los de la organización que hace los experimentos.
- Usted dijo que Costa estaba al mando.- Me empieza a faltar el aire.
- Acá si. Pero la organización es mucho más grande.-

Cobak no me cree. Se nota.

- ¿Por qué no te dejaste revisar por los médicos forenses?- Trato de respirar pausadamente.
- Porque Fabrizzio no me hizo nada. Ya lo dije.
- En el tiempo que estuviste encerrada no intentó...
- ¡Cómo voy a decirles que no estuve encerrada! Me fui con él porque quise ayudarlo y él quiso protegerme. Yo vi lo que le hicieron...- No puedo contener mis lágrimas.
- ¿Estás segura que lo viste? ¿No será que él te contó? A veces este tipo de personas puede manipular a las víctimas para que se pongan de su lado.
- ¡No soy una víctima! ¿Nadie va a escucharme? ¿Mamá?- Busco su ayuda inútilmente y mamá niega con la cabeza.
El doctor la mira preocupado.
- No nos va a quedar otra opción...
- ¿Qué opción? ¿De qué habla?
- Va a ser mejor que descanses Cass. Todo se va a solucionar.-
Limpio mis lágrimas y sueno mi nariz. Estoy muy cansada. La agitación en mi pecho es dolorosa pero de a poco voy intentando calmarme.
Vuelvo a mi habitación y sigo llorando. Trato llamar a Fabrizzio pero una máquina me dice que "no pertenece a un abonado en servicio".
Sólo quiero dormir.

A la mañana siguiente mamá llega temprano con el desayuno.
- No tengo hambre.
- Te vas a enfermar mi amor.
- Ya estoy enferma de angustia porque ni siquiera vos me crees.
- Cass es normal que estés confundida por...
- Dejame sola.
- Cass...
- Si vas a ignorar lo que digo no pienso hablar más con vos.-
Mamá sale de la habitación. No quiero enojarme pero ya llegué al límite de la paciencia con ella. Ya no soporto más.
A los pocos minutos vuelve.
- ¿Estuviste con él?
- ¿Cómo?
- Si pasó algo entre ustedes deberías hacerte algunos estudios... descartar alguna enfermedad o un embarazo.-
No le contesto. Doy vuelta hacia el otro lado y la ignoro. No vale la pena.

Unas horas después...

- Cass...
- No voy a almorzar mamá.
- Perdón hija pero no tuve alternativa.

Un pacto "Amor Y Sangre"  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora