Oscar

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Oscar: 

Desperté ansioso por verla y tenerla entre mis brazos, sentir su aroma y enloquecer mientras la hago mi mujer.
Me canse de esperar el momento, LA QUIERO YA, la desee tanto tiempo que no me importa nada en estos momentos.

Estuve detrás de ella, siguiendo sus pasos desde que la conocí, desde que conocí a su madre, Jess tenía 13 años, estaba entrando al secundario y yo era su maestro de matemáticas, era mi alumna preferida.
Si no me hubiesen despedido ella seria mía hace rato. Me convertí en un alcohólico por la desesperación de no tenerla, llegaba tarde y hebreo a dar clases y el director de la dichosa escuela se cansó de mi comportamiento con justa razón y me despidió.
Días después conocí o mejor dicho me conoció Marta, al principio no tenía nada pensado, nada más que acostarme con ella, pero al esperar a que despierte al otro día se me ocurrió hacerle creer que aposto a su hija y se sintió culpable con ello y se vio obligada a casarse conmigo, creí que ella llenaría ese vacío inmenso que su hija dejo en mi pero no fue así. 

La esperé en la entrada de su universidad, sabia a qué hora salía de su última clase exactamente, vi que al parecer esperaba a alguien así que decidí esperar, un paso en falso y lo que tenía en mente se iba a ir por el tubo.

Paso casi una hora y por fin decidió irse, espere unos segundos y luego camine por detrás.

Apresure mis pasos para abrazarla y tenerla entre mis brazos, vi que se detuvo en una esquina para esperar el separo en rojo y yo la abrace de la cintura con una mano.

-Por fin te tengo preciosa – Le digo al oído mientras coloco un trapo que contiene somnífero con la otra mano que me quedo libre y ella cae en mis brazos completamente dormida.

- ¡Jess! - Grita un chico que es de su edad supongo y la meto al auto con rapidez y subo al coche rápidamente y antes de que este estúpido me avanzara yo arranco el auto y me dirijo a mi casa.

Al llegar a casa la cargo entre mis brazos, es realmente preciosa. Entro a casa y me dirijo a mi habitación y amarro sus manos al respaldar de la cama y tapo su boca con un trapo que encontré por ahí.

-Te hare mía cuando despiertes, quiero que no olvides este hermoso momento, luego traeré a tu madre mi amor, no te preocupes sola no vas a estar- Le digo mientras acaricio su piel.

¿Cristian? ¿Jessy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora