Dime la verdad

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Me aferre a su abrazo y apoye mi cabeza sobre su pecho, así estuvimos un buen reto, el abrazándome y yo llorando sobre su pecho. Luego comenzó a llover y poco a poco fue aumentando la densidad

Hace mucho que no lloraba de esta forma y lo necesitaba, necesitaba llorar, necesitaba ese abrazo, necesitaba desahogarme, necesitaba esto.

- ¿Estas mejor? – Pregunto el mirándome tomándome del mentón para que lo mire directo a los ojos.

- Si – Dije moviendo mi cabeza en afirmación y el acaricio mi mejilla, seco mis lagrimas con su pulgar y me sonrió.

- Ahora dime la verdad – Dijo y lo mire confundida - ¿Qué es lo que realmente odias? ¿A ella por haberse ido o a ti por no poder perdonarla? – Pregunto mirándome a los ojos y no supe que responder.

- No entiendo – Dije separándome de Sebastián.

- Entiendo por todo lo que pasaste, por no haber tenido una madre, por querer ser mejor que ella en muchos aspectos, pero, dime ¿De veras la odias? Es tu madre te dio la vida, por más mierda que sea sigue siendo tu madre – Hizo una pausa – Pero también sé que no puedes vivir en paz contigo misma si no la perdonas – Acaricio mi mejilla - Nadie puede ser feliz, teniendo tanto odio dentro suyo – Hizo una pausa y acaricio su barbilla como para pensar en las palabras correctas – Es como si tuvieras una mochila pesada en la espalda, todos rodias de tu vida, ahora dime ¿Podrías caminar con esa mochila llena de problemas sobre tu espalda el resto de tu vida? No ¿Verdad? – Yo solo escuchaba – Deberías perdonarla, sé que es difícil, pero ella esta arrepentida – Agrego y finalizo.

Sonreí con sus palabras, tenía razón y luego l abracé con fuerza y el me correspondió en seguida.
Quizás no la odio, quizás me odio a mí misma y por eso sufría tanto en realidad. Pero me cuesta, miró atrás y veo todo el daño que me causo, o quizás que yo misma me cause, en estos momentos ya no sé que pensar en estos momentMe aferre a su abrazo y apoye mi cabeza sobre su pecho, así estuvimos un buen reto, el abrazándome y yo llorando sobre su pecho. Luego comenzó a llover y poco a poco fue aumentando la densidad

Hace mucho que no lloraba de esta forma y lo necesitaba, necesitaba llorar, necesitaba ese abrazo, necesitaba desahogarme, necesitaba esto.

- ¿Estas mejor? – Pregunto el mirándome tomándome del mentón para que lo mire directo a los ojos.

- Si – Dije moviendo mi cabeza en afirmación y el acaricio mi mejilla, seco mis lagrimas con su pulgar y me sonrió.

- Ahora dime la verdad – Dijo y lo mire confundida - ¿Qué es lo que realmente odias? ¿A ella por haberse ido o a ti por no poder perdonarla? – Pregunto mirándome a los ojos y no supe que responder.

- No entiendo – Dije separándome de Sebastián.

- Entiendo por todo lo que pasaste, por no haber tenido una madre, por querer ser mejor que ella en muchos aspectos, pero, dime ¿De veras la odias? Es tu madre te dio la vida, por más mierda que sea sigue siendo tu madre – Hizo una pausa – Pero también sé que no puedes vivir en paz contigo misma si no la perdonas – Acaricio mi mejilla - Nadie puede ser feliz, teniendo tanto odio dentro suyo – Hizo una pausa y acaricio su barbilla como para pensar en las palabras correctas – Es como si tuvieras una mochila pesada en la espalda, todos rodias de tu vida, ahora dime ¿Podrías caminar con esa mochila llena de problemas sobre tu espalda el resto de tu vida? No ¿Verdad? – Yo solo escuchaba – Deberías perdonarla, sé que es difícil, pero ella esta arrepentida – Agrego y finalizo.

Sonreí con sus palabras, tenía razón y luego l abracé con fuerza y el me correspondió en seguida.
Quizás no la odio, quizás me odio a mí misma y por eso sufría tanto en realidad. Pero me cuesta, miró atrás y veo todo el daño que me causo, o quizás que yo misma me cause, en estos momentos ya no sé que pensar en estos momentos.

- ¿Jess? – Pregunto haciendo señas para que le preste atención - ¿Estas bien? – Pregunto preocupado.

Sonreí – Si, si lo estoy – Dije muy segura de lo que decía – Y te prometo que lo intentare – Dije y Sebastián me sonrió.
os.

- ¿Jess? – Pregunto haciendo señas para que le preste atención - ¿Estas bien? – Pregunto preocupado.

Sonreí – Si, si lo estoy – Dije muy segura de lo que decía – Y te prometo que lo intentare – Dije y Sebastián me sonrió.

- Eso espero pequeña – Dijo dándome un último abrazo - ¿Vamos? Esta lluvia te va a dar una gripe – Dijo sacándome una sonrisa.

Asentí y nos fuimos a mi casa.

Al llegar se despidió de mi con un beso en la mejilla y se retiró. 

Subí las escaleras y me dirigí a mi habitación, entre al baño a darme una ducha y luego me fui a la cama, fue un día muy largo.

Mientras me acurrucaba en la cama, recordé que Marlene puede llegar a estar embarazada y sonreí al pensar que voy a ser tía. Mañana será otro largo día.


#NotadeAutor: Holaaaaaa :3

¿Les gustaron los capítulos?

Perdón por la demora, perdón por no saber cómo hablan los españoles, sé que Sebastián cohíbala en tono gallego, pero ustedes imaginen que lo hace xdxd

Pregunta ¿Cuál es su personaje favorito? 

Bueno eso es todo, no se olviden de votar y comentar :3

Atte: Jaqui :3

¿Cristian? ¿Jessy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora