¿Cristian? ¿Jessy?

¿Ese chico sabe que eres niña?

Al otro día después de mi cansadora rutina de todos los días. Lucas fue a ver a Cristian.

Salí a verlo, vestido de niño como siempre.

-¿Qué pasó hermano?- Pregunté intrigado

Tenía un brillo en su mirada y parecía que lo que iba a salir de su boca y va a ser una bomba - Me enamore- Dijo - ¡Me enamore!- Grito como si el mundo debería saberlo.

-¿Jess?- Pregunté con una sonrisa de oreja a oreja que no podía disimular.

-Si..- Suspiro. -¿Y tu? ¿Que tienes? También te sientes igual?- Pregunto burlándose de mi estúpida sonrisa.

-Si..- Pensé -No, no eso, me gusta verte feliz, me provoca Hasta envidia-

Se empezó a reír - ¿Y vos? ¿Que onda?- Pregunto

-No yo no, hace un par de años que no me pasa algo asi- Suspire

Me miró y me pregunto -¿Te rompieron el corazón?-

-Algo así- Suspire recordando a mi ex. Tenia que sentirme mal obligatoriamente. - No quiero hablar de eso- Suspire. No sabía que inventarle

El acepto mi oferta de no hablar de "ella".

Mi papa me grito desde la cocina - !Ya esta la comida!- Siempre tan inesperado pensé -!Ya voy- Grite

Me despedi de Lucas y entre a la casa.

Quiero aclarar lo que usaba para que entiendan porque papá todavía no sabia nada.
Usaba un pantalón negro común y corriente, una remera rosa que me llegaba a la cadera y tenia un logo estúpido que nunca supe que significaba en el centro de la remera. Dicho esto comenzaré a redactar la historia nuevamente.

-¿Jessy?- Pregunto papá.

-¿Si?- Respondi asombrada por el tono de voz que uso.

-¿Quien es ese chico?- Pregunto.

-Lucas un compañero del trabajo- Respondi.

-Bueno- Me miró raro, como si supiera algo.

Termine de comer y me fui a mi habitación.

Al llegar, me puse la pijama, me acosté en mi cama, me puse bajo las colchas y mire al techo sin nada en que pensar. Hasta que me puse a pensar en algo, en que Lucas se había enamorado de mi y me puse feliz, pero luego recordé que no soy lo que el cree que soy, aunque no sabia que era lo que el creía que yo era, pero de algo estaba segura, el no me veía como una mentirosa, una persona que de un día para el otro comenzó una doble vida, si, una doble vida; Cristian y Jessy. Una lágrima rodo por mi mejilla, no quería seguir con esto. Por lo menos el debía saber que Cris y Jess son la misma persona, no quería lástimarlo, tenia miedo de su reacción al contarle la verdad ¿Se enojara?. Otra lágrima rodó por mi mejilla, luego otra y otra Hasta que finalmente rompi en llanto. Pero no un llanto desconsolador, si no uno silencioso, no quería despertar a nadie, tampoco quería que nadie se entere de como me sentía. Abrace mi almohada y trate de calmarme.

Papa entró a mi habitación. Como dije antes siempre tan inesperado.

-Hija, Termina tu jugo ...- Me miró y dijo -Sabía que algo pasaba acá ¿Me quieres contar?- Acariciando mi pelo.

-No me pasa nada- Dije y termine mi jugo.

Me abrazo y pregunto - ¿Luciano? - Pregunto intentando recordar el nombre.

Solte una pequeña risa -Lucas papá- tapandome la cara con la almohada.

-Como sea- empezó a reír -¿Paso algo?

-No- Dije

-¿ Entonces?- Me miró intrigado -Jess ese chico sabe que eres niña?- Pregunto intrigado.

-No- Respondi mientras me secaba las lágrimas.

-¿Porque no le dices?- pregunto

-Miedo, ya va una semana que vengo mintiendo y no quiero que se enoje y no quiera volverme a ver- Otra vez a llorar

Me abrazo fuerte -Pero si sigues con esto será peor- Dijo.

-Ya lo se- Una lágrima rodo nuevamente por mi mejilla.

-¿Entonces?- Pregunto

-Trataré de decirle la verdad lo más antes posible.

-Esta bien- Me abrazo una vez más. -Trata de dormir- Ordenó. -Te amo- Me abrazo y beso mi frente. Se retiró y apago la luz.

Me dormi a los segundos y allí se acabo mi día.