Capítulo 1

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Narrador/a

Un nuevo día comenzaba, todo transcurría con normalidad en el Mundo Arcade, los niños y jóvenes entretenidos, el Sr. Litwak como siempre vigilaba el lugar para que sea tranquilo y reconfortador  como todas las semanas, lo que el no sospechaba es que todo cambiaba cuando caía la noche, pues el cerraba el local. Los personajes salían de su Arcade para la estación central o cualquier juego vecino para visitar a los amigos, aunque había un personaje que solo se pensaba en ir a ver a una joven princesa.

—A caído la noche y es hora de ver a esa niña loca... como siempre no puedo fallarle.— decía Ralph mientras rascaba su nuca con algo de nervios —Sera mejor que valla lo más antes posible sino se molestara por hacerla esperar— terminó de decir para sentir el pequeño un pequeño vacío, tocando su cuello —Cierto, olvidé el collar que me regaló— hablo para si mismo con un leve suspiro decidio ir a su hogar para buscar tal detalle y así poder ir a ver a su amiga en paz.

(...)

—Que molesto tener que sacar estás prendas de princesa tonta todas las noches... No me agrada que Ralph me vea así.— Decía para si misma enfurecida, Vanellope recordaba las veces que este logró verla con tal prendas y hacer una que otra burla —Creo que llegaré tarde...— quejo irritada

—Listo— susurro, respiro y cerró sus ojos para trasladarse hacia el punto de encuentro. Miro a su alrededor pero no había nadie —¿Dónde está seso apestoso?. Bueno al menos no llegue tarde esta vez, no me queda más opción que esperar. Ojalá no me dejes sola toda la noche...— dijo para mirar nuevamente su alrededor —Creo que no me hará mal jugar un rato con los árboles de doble raya...— expresó con una picara sonrisa.

Estación central.

—Vamos amigo, deseo ir a Sugar Rush. Estoy llegando tarde a mi ci–digo... Un encuentro, por favor sino se molestara conmigo.— expresó molesto el demoledor.

—Entienda, no puedo dejarlo pasar hasta comprobar que no lleva nada perteneciente de otro juego. Tardaremos más de lo esperado si se resista— aclaró el protector de corriente.

—Bueno...— suspiro —Espero que sea rápido y vea que no llevo nada— comento levantando sus brazos para ser inspeccionado.

—Listo, no veo nada malo. ¿Algo que decir?.— pregunto el protector de corriente sin mirarlo.

—Que te odio— responde Ralph.

—Eso dicen todos. Gracias.— dijo para desaparecer.

(...)

—Aun no ha llegado...— pateo una pequeña rama —¿Será que lo olvido?— pensó —Mmm... no creo, el mismo me dijo que los esperara acá, pero también ya pasaron 45 minutos. Pero bueno no pierdo nada con seguir esperando, supongo...— Susurró la princesa mientras descansaba en un rompe muelas.

(...)

—Ya-ya casi llego...— decía Ralph aún corríendo sin descanso y muy agitado. —Solo esperame un poco más niña, solo espero no te enojes conmigo por lo que te estoy haciendo esperar.— faltando tan poco para llegar empezó a llamar su nombre, quería asegurarse de que Vanellope no se valla pues sabía que era tarde.

—¿Ralph? creí que no vendrías ¿Que paso?...— pregunto sorprendida.

—Perdón, es que el protector de corriente no me dejaba pasar, creía que llevaba cosas de un juego vecino.

—Ja. Al menos veamos el lado bueno. No me dejaste sola. Entonces, ¿Que quieres hacer?.— pregunto para acercarse a su fiel amigo.

—Podemos reparar tu auto antes de que el nuevo día llegue. Seguro será divertido. Pude ver que se daño mucho en el día de hoy.— respondió nervioso sin dejar de mirarla.

—Esta bien, ¿Que  dices?, ¿Una carrera?.— exclamo pícara para darle un pequeño codazo. —El perdedor debe aceptar lo que el otro le reclame que haga. Sin excusas. —terminó de decir para darle la espalda a su amigo. Te doy hasta tres.

—De acuerdo, pero no creo que puedas conmigo niña, eh Estado practicando mucho— estiró su cuerpo. —¿Lista?— se puso a la par de ella en posición.

—A las tres salimos...— río para también tomar posición. Ralph asintió firme esperando el desconteo.

—¡Tres!— grito para correr lo mas rápido posible —No podrás conmigo Ralph!— Decia burlona mientras se alejaba más de el.

—¡Oh niña tramposa! No es justo, ¡Hiciste trampa!— grito el demoledor para tratar de alcanzar sus pasos y estar a la par de la princesa.

Castillo Suggar Rush.

—Llegue primero, lero lero. Te gané.— expresó burlona dando saltos por todas partes.

—No es justo Vanellope... tú tienes habilidades, yo no.— respondió muy cansado.

—Ralph, te voy recordando que ya no soy una niña, tengo 19 años.— expreso molesta.

—Está bien, ganaste. Voy a acceder a lo que tu quieras y no pondré excusa niña traviesa.— aclaró ignorando el comentario de la princesa un poco incomodo.

—¡RALPH!— grito  con un brusco movimiento de sus brazos.

—¡¿Que?!, ¿Entonces tengo prohibido decirte "niña"?, ¿Se cancela el trato?— pregunto curioso.

—No no. Puedo dejarlopara otro día, solo quiero que me entiendas... —Comentó para acercarse a Ralph. —Bueno mejor vamos a reparar mí auto.— término de decir tomar de nuevo el camino.

—Si... Mejor reparemos ese auto. — inesperadamente de dice tomar la mano de su amiga.

—¿Es necesario esto Ralph?— pregunta nerviosa.

—Perdon, no te obligare. —Solto su mano pero Vanellope decidio volver a tal acto. Este la miro confundida un tanto ruborizado.

—Si me gusta, olvida lo que dije.— respondió para guiarlo al taller. —Vamos, debe de estar oscuro ya que Beard papá está de descanso.




(Editado.)




Quisiera recordarles que de poco voy editando tal historia. Se darán por cada día. Gracias.

Amor Prohibido 🌹 (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora