Capitulo 76

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(...)

El reparador limpiaba y reparaba todo a su alcance. Era agotador ya que no estaba la princesa para ayudarlo. El silencio en el juego era horrible y eterno, triste y melancólico.
Todos los personajes sin palabras, sin saber que hacer. Aún no entendían el por que Vanellope hizo tal cosa, todos deseaban que fuera sólo un sueño.
El demoledor caminaba lento hacía el Castillo del juego, cargando a su hijo, sus lágrimas salían sin control. No quería aceptar que no tendría nunca más a la chica que ama. No quería estar con nadie, sólo que ella volviera diciendo que todo lo malo acabo.
A un paso lento y triste se cruzó con quien menos quería.
En los escombros ya muy cerca del castillo se encontró con Taffyta la cual se arrastraba aún con un poco de conciencia buscando un lugar seguro, al ver al demoledor ella pidió ayuda ya que no pensó terminar así.

—Después de lo que hiciste.... ¿Vienes a pedir ayuda?

—No merezco perdón pero por favor. Necesito que me ayudes. Yo puedo ayudarte...

&¿Ayudarme?... ¡Como quieres ayudar si ya hiciste algo irreparable!— grito tapando la cabeza se su hijo.

—Hazlo Ralph....— dijo Bill al a unos metros dónde se encontraban ellos. —Ralph creo que hay una solución a todo esto pero necesito que la ayudes.

El demoledor molesto alzó a la corredora sin dirigirle la mirada o alguna palabra y así Ralph siguió a Bill hasta castillo, más bien lo que quedaba del castillo, ya dentro fueron hasta el trono de la princesa. El único lugar intacto estaban unas enormes cortinas gastadas.

—Ralph...— dijo el caramelo de limón mirando seriamente al demoledor —lo que verás a continuación es algo que debe de quedar entre nosotros ¿Entiendes?

Ralph asintió cargando a su hijo y a la corredora. Habían entrado al mantenimiento del juego. A pesar de su deteriorado y algo destruido no impedía la idea que Bill planeaba. El pidió que la corredora sea levantada ya que ella sabía mucho como la princesa. A Taffyta le costó reaccionar y a duras pena lograba ver lo que pasaba a su alrededor.

—Taffyta, se que tienes el código para entrar a ver los archivos del juego.

—Si soy consciente de eso. Pero jamás hice algo malo con ello.— respondió con con vos baja.

—Necesito que me digas como entrar y como arreglar los archivos.

—Por lo que veo pensaste lo mismo que yo.

—Si y sabemos que si arreglamos esto Vanellope volvera.

—¿Vanellope volvera a la vida?— pregunto Ralph curioso mirando fijamente a Bill y a taffyta.

—Si Ralph, Taffyta sabe como hacerlo por eso le pido que me lo diga.

—Como puedes confiar en ella después de todo lo que hizo. Miranos. Estamos al borde de la destrucción del juego...

Ralph mientras le reclamaba a Bill, Taffyta a duras penas se puso de pie. Puso la clave de entrada y sacó de su bolsillo de su chaqueta un caramelo el cual pertecia al cabello de Vanellope. Sujeto la cuerda a su cintura y se adentró a los archivos para reparar su error. Al estar dentro del ello busco sin parar a pesar de su cansancio.
A lo lejos logró ver algo aislado de los demás archivos, se acercó rápidamente y vio que en aquel pequeño archivo estaba agrietado y con partes vacías. Era el archivo de Vanellope. Sacó el caramelo de su bolsillo y lo puso dentro de este. Lo llevo hasta el centro de todos los programas.  Trataba de unirlos pero no funcionaba.
Choques eléctricos lastimaban peor a Taffyta ya que ella quería que Vanellope regresé, quería que todo se reparará. De tantos intentos y muy herida dio su último intento y en ese intento un choque eléctrico se apoderó de su cuerpo haciendola sufrir una enorme agonía. Gritando pudo ver a duras penas como de a poco unos cables se unían  al archivo de Vanellope.
Un tirón la alejo de ahí. Bill y Ralph habían tirado del cordón donde se sujeto Taffyta para llevarla adentro del juego.

—Les prometo que... ella... volverá dentro de unos días...— comentó a duras penas antes de terminar desmayada.

(...)

Unas semanas pasaron y faltaba poco para que el Sr Litwak volviera. Nadie sabía que hacer.
Al borde de desesperarse se logró ver como un destello rosa alumbraba el castillo destruido.
Ralph, Bill, Félix con Calhoun y Candy estaban sorprendidos. Sin pensarlo fueron rápidamente al Castillo ya que se encontraban en la salida del juego.
No tardaron demasiado que al llegar aquella luz rosada aún  seguía iluminando el lugar. Al irse aquella luz dio un gran resplandor que hizo cegar por un rato la vista de todos.

Félix fue el primero en lograr ver de nuevo. Sus ojos se abrieron como la luna llena al ver algo que no pensó ser cierto. Agarrando el brazo de Ralph y pidiendo la atención de todos señaló al frente suyo. Todos trataban de mirar aunque les costaba un poco.
En el suelo del lugar se encontraba el cuerpo de Vanellope desnudo y su cabello suelto. Inconsciente pero sin heridas.
Ralph a verla corrió sin pensarlo a su lado dejando a su hijo en los brazos de Calhoun. La alzó cubriendo su cuerpo con una manta con el que cubría a su hijo. Acariciaba su rostro hasta llegar a su larga cabellera.
No pasó mucho tiempo que ella empezó a moverse, abrió sus ojos con delicadeza, sus ojos se llenaron con un brillo al ver que su demoledor la cargaba.

—Ralph....— sonrió levemente  acariciando su rostro.

—Niña... volviste...— respondió con lágrimas en sus ojos. La pareja se abrazaron sin importar su alrededor. Bajo con cuidado de los brazos del demoledor.

—Pero... ¿Como fue que me regresaron de nuevo?— pregunto Vanellope algo feliz y desorientada. Un pequeño silencio tomo el lugar ya que nadie sabía como decirle que fue Taffyta.

—Fue Taffyta. La que causó tu muerte y la destrucción de Sugar Rush.— respondió ralph molesto.

—¿Ella?, Y... ¿Dónde esta? Volvió a preguntar preocupada. Ralph no le dio respuesta no quería saber nada de ella.

—Esta inconsciente en la salida de arcoíris Vanellope— respondió la Sargento. —No ha despertado desde que aquel choque eléctrico la atacó por hacer que vuelvas a la vida.
La princesa sorprendida y preocupada quería verla pero sabía que Ralph no la dejaría.
Sin decir nada se puso de pie sólo cubriendo sus partes delanteras y se encaminó hacía arcoíris y no le importaba si los demás trataban de detenerla. Con un pequeño salgo se teletransporto hacía el arcoíris. Al llegar vio el cuerpo de la corredora muy mal herida, se acercó lentamente y se puso a la altura de ella. Quería curar sus heridas pero fue interrumpida.

—¡Vanellope!— Gritó Ralph —¿En serio piensas ayudarla después de todo lo que te hizo?

—Ella me trajo de nuevo la vida y pienso que ya pago su castigo. Sólo quiero curarla y olvidar que entre ella y yo paso esto.— Respondió tranquila la princesa para volver a ver a Taffyta. Colocó su mano derecha en su cabeza y la izquierda en su cuerpo, cerro sus ojos y tomo aire para curar sus heridas. En menos de 1 minuto ya lo ha la logrado. Se colocó de pie esperando su despertar. Miro a Ralph y sonrió tranquila.

—Por favor, déjame ver a nuestro hijo.— sin palabras Ralph no tuvo más opción que ir por el bebé. Llamo a Calcohun y ella apareció rápido con su Aero deslizador. Vanellope lo cargo dadole todo el amor que podía entregar. Le hacía tanta falta.
Taffyta despertó, se asustó al ver a Vanellope frente a ella. Vanellope sólo se acercó diciendo que no había que pedir perdón, que ya paso lo peor.
Se alejo de ella y se dirigió hacía la pista de carrera para cruzar la meta. Ella debía de hacerlo para ver si todo volvía a la normalidad.

(...)

Al final todo volvió la normalidad. Vanello cruzo la meta y todo de a poco volvió a la normalidad. Después de tanta desgracia todo mejoró para bien y para un futuro prospero.

Amor Prohibido 🌹 (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora